Rocío Muñoz-Cobo, más allá de 'La promesa': quiso ser criminóloga y casada con un director
La actriz interpreta a doña Amalia de Vera, la duquesa de Carril, en la exitosa serie de TVE y tiene un hijo adolescente

Rocío Muñoz-Cobo, en una imagen de archivo. | Gtres
Rocío Muñoz-Cobo nació en Madrid hace 53 años. La actriz es uno de los rostros más conocidos de La promesa, la serie que triunfa en TVE. En la ficción, Rocío interpreta a doña Amalia de Vera, la duquesa de Carril, quien oculta su identidad noble trabajando como doncella en el palacio de los marqueses de Luján. Es más, la aparición de Amalia en la ficción marcó un antes y un después en la historia de la familia. Se trata de una mujer con un carácter fuerte y con determinación y su llegada a palacio, inicialmente bajo una falsa invitación manipulada por Santos, revela su deseo de recuperar a su hija. A pesar de las diferencias sociales y las normas de la época, Amalia se adentra en las cocinas del palacio para conocer la nueva vida de Vera, interactuando con personajes como Candela, Simona y Lope.
Es más, con el tiempo, acepta que su hija ha encontrado su lugar y su felicidad en ese entorno, mostrándose más comprensiva y dejando atrás los prejuicios iniciales. Para este papel, la actriz se preparó haciendo una investigación exhaustiva sobre la época, comprendiendo las normas sociales y las relaciones de la alta sociedad del momento. Además, destacó que Amalia es una mujer «de armas tomar», apasionada y decidida, cualidades que compartía con ella misma, aunque matizó que ella es más flexible que su personaje. Su despedida se produjo en noviembre del año pasado pero, ahora, la actriz está viviendo una nueva oportunidad en la ficción, continuando con la trama.
La trayectoria profesional de Rocío Muñoz-Cobo
Rocío Muñoz-Cobo acumula una carrera profesional de más de 25 años tanto en cine como en televisión, teatro y radio. Además, su trayectoria destaca por su versatilidad y compromiso artístico. Es licenciada en Derecho y, en un primer momento, se interesó por la Criminología. Sin embargo, su pasión por la interpretación la llevó a estudiar Arte Dramático en la escuela de Juan Carlos Corazza. Antes de dedicarse plenamente a la actuación, trabajó como azafata y presentadora en programas como El Semáforo y en medios como 40 Principales y Canal Internacional. Su carrera televisiva despegó en 2005 con papeles en El comisario y Lobos. A lo largo de los años, ha participado en diversas producciones, incluyendo Amar es para siempre, El secreto de Puente Viejo, Pelotas o Madres, Amor y Vida.
También, hizo su aparición en Élite, donde interpretó a Laura, la madre de dos de los protagonistas, un papel que le permitió explorar la clase alta y las dinámicas familiares. En el cine también ha participado en otros formatos como Que Dios nos perdone, La última secuencia, Prime Time, Pacto de brujas o Fuera del cuerpo. Su participación en Que Dios nos perdone le valió reconocimiento por su interpretación de Juana. En el ámbito teatral también ha desarrollado una dilatada carrera gracias a Las bicicletas son para el verano, Ella en mi cabeza, Alma o Nuestro pueblo. Su interpretación de Lady Macbeth en MBIG le valió una candidatura a los Premios Max. Además de su faceta como actriz, Rocío Muñoz-Cobo ha trabajado como presentadora en diversos programas y ha ejercido como coach actoral. Su formación incluye estudios en Coaching, Astrología y Programación Neurolingüística.
Casada con el director Arturo Ruiz, nominado a un Goya
Actualmente, se encuentra trabajando en la serie La Promesa (TVE), interpretando a Doña Amalia de la Vera, la duquesa de Carril. Además, participará en la película Mikaela, dirigida por Daniel Calparsoro, que se estrenará en enero de 2025. Gracias a sus redes sociales podemos saber que Rocío lleva más de quince años con su pareja, Arturo, director y guionista de varias producciones como Mikaela y Mano de hierro. El profesional del cine es licenciado en Derecho y diplomado en Realización. Lleva desde el año 2000 desarrollando proyectos audiovisuales como guionista, director y productor. Sus cortometrajes han recibido más de 180 premios en festivales españoles e internacionales y dos nominaciones a los premios Goya. Su primer largometraje como director y guionista El Destierro obtuvo el premio a mejor película narrativa en el Austin Film Festival y mejor nuevo realizador en el Festival de Cine Español de Toulouse. También ha trabajado recientemente como guionista en las series Fúria, Sequía y Mano de hierro.
La carta que escribió a ‘El País’ por su hijo
En 2022, en su perfil de Instagram, Rocío quiso felicitar a su pareja con una foto y una bonita dedicatoria. «Marido cumple 50 años (de los cuales 14 los hemos pasado juntos). Hoy es un día importante en esta casa. Hoy se celebra a este maravilloso señor. Loveyou. Por muchas vueltas más a tu potente Sol», escribió. La actriz, además, es madre de un niño de 15 años, tal y como ella misma contó a una carta a la directora al periódico El País. «Muchos conocidos de mi hijo de 15 años tienen acceso ilimitado a los datos de su móvil. Lo usan en el instituto para jugar on line, ver redes, escuchar youtubers y hasta para consumir porno. Mi hijo tiene una sola hora de datos al día controlada y juega a la videoconsola tres días a la semana durante una hora si todas sus obligaciones están hechas. Esto muchas veces no lo hace por decisión propia, forma parte de las normas de mi casa», escribió la actriz.
«Yo intento que su cerebro se forme bien con dieta y horas de sueño adecuadas para su edad, pero en su entorno es casi el único adolescente que lleva esta rutina. Es muy complicado crear espacios seguros cuando el resto de los padres tiran la toalla tan pronto», apostilló. Y, además, añadió: «Tener un hijo no es soltarle un teléfono a las primeras de cambio y no controlar lo que ve y escucha. Se está criando una generación de adictos a las pantallas que no saben aburrirse y ponerse creativos y a los que están educando unos indocumentados que pueblan las redes. Es el caldo de cultivo perfecto para el extremismo. La mente de estos chicos está en sus manos».