Los mellizos de Iglesias y Montero cumplen siete años: su educación Montessori y sin roles
Leo y Manuel nacieron en 2018 de forma prematura y tuvieron que estar hasta tres meses hospitalizados

Pablo Iglesias e Irene Montero, en una foto de 2021. | Gtres
Leo y Manuel, los hijos mellizos de Pablo Iglesias e Irene Montero, cumplen, este 3 de julio, siete años. Los dos pequeños vinieron al mundo en Madrid y antes de lo esperado, ya que nacieron a las 25 semanas de gestación. «Estaba muy cansada y con dolores desde primera hora. En una cena empecé a asustarme porque los dolores comenzaban a ser rítmicos. Ione Belarra se acercó y me dijo que no tenía buena cara, que debía ir al hospital. Tras una noche muy difícil, el día 3 de julio nacieron Leo y Manuel en un parto prematuro», contó la que fuera ministra de Igualdad en su libro, Algo habremos hecho.
Lo cierto es que, en todos estos años, tanto Irene como Pablo han utilizado las redes sociales para mostrar distintos momentos cotidianos de la vida y en la que, como no puede ser de otra manera, han aparecido sus tres hijos; tanto los mellizos como la pequeña, Aitana. Aunque eso sí, siempre han tenido como máxima proteger su rostro para, sobre todo, cuidar su intimidad y privacidad. Aún así, gracias a estas fotos que han subido a sus respectivos perfiles de Instagram, hemos podido comprobar cómo educan a los pequeños y los momentos de diversión que pasan juntos.
Leo y Manuel, los mellizos de Pablo Iglesias e Irene Montero, cumplen años
No hay que olvidar que tanto Irene como Pablo, en su carrera política, han puesto mucho empeño y esfuerzo en el reconocimiento personal y de género de las personas desde que son pequeños, el lenguaje inclusivo utilizado desde el colegio y una mentalidad más aperturistas en cuanto a roles. Todos esto ha hecho que la educación a sus tres pequeños esté alineada con sus pensamientos políticos y personales, priorizando la autonomía infantil, la igualdad de género y la sostenibilidad. Han compartido públicamente, en varias ocasiones, esos aspectos de su enfoque educativo, sobre todo a través de las redes sociales y en algunas entrevistas.
Durante su paso por el Gobierno, la pareja llevó a sus pequeños a la guardería del Congreso de los Diputados, donde se aplica el método Montessori. Este tipo de enfoque promueve la autonomía, el respeto por el ritmo individual y el aprendizaje a través del juego. Aunque el centro no está certificado por la Asociación Española Montessori, se inspira en sus principios. Además, en la alimentación, tanto Irene como Pablo optaron por el Baby-Led Weaning (BLW), permitiendo que sus hijos experimenten por sí mismos desde el principio, lo que favorece su autonomía y la exploración sensorial. También, Irene explicó, en una entrevista, que en casa evitaba frases como «no llores» o «no tengas miedo», optando por un lenguaje positivo en el que se validan las emociones y ofrece apoyo.
Crianza consciente, respetuosa, sin roles y Montessori
Por las fotos que han subido a las redes sociales, los niños participan en actividades como la pintura y la lectura con libros con mensaje de igualdad y diversidad. Así, los tres han leído Rosa Caramelo, un cuento que aborda la igualdad de género, al igual que Un pez es un pez, que trata sobre la amistad y la aceptación. También, la pareja de políticos promueve juegos sin tecnología, utilizando materiales ecológicos y sostenibles. Gracias a varias fotos que han compartido en la playa, la pareja ha confirmado que fomentan el juego al aire libre, como paseos por la naturaleza y las actividades físicas. En numerosas ocasiones han mostrado a sus hijos con prendas cómodas y sin distinciones de género, reflejando, de nuevo, su compromiso con la igualdad y que su discurso va más allá de lo político.
La propia Irene Montero ha reconocido, en alguna que otra ocasión, que tanto ella como Pablo recurren al apoyo de su madre o de una cuidadora para poder equilibrar su vida personal y profesional. De esta manera pueden conciliar con su trabajo. Actualmente, la que fuera ministra de Igualdad en nuestro país pasa largas jornadas en Bruselas, mientras que el que fuera líder de Podemos también dedica gran parte de su tiempo a sus colaboraciones en distintos programas de televisión y en Canal Red. Además, son muy conscientes de la importancia de cuidar la privacidad de sus hijos. Es por eso que no suelen mostrar su rostro en público, ni en redes ni en medios de comunicación. Cuando comparten fotos, muchas veces los niños aparecen de espaldas, con emojis o desenfocados, para proteger su identidad.
De la misma forma han evitado revelar detalles íntimos o privados sobre sus hijos, manteniendo una barrera clara entre su vida pública y la familiar. También, intentan que sus pequeños no estén en el foco mediático, evitando situaciones que puedan exponerlos directamente y prefieren momentos familiares sin cámaras. Parece que buscan respetar el derecho de sus hijos a decidir sobre su propia imagen y privacidad cuando sean mayores, sin forzar exposiciones públicas desde pequeños.