Silencio y refugio familiar: el momento más difícil de Imanol Arias tras su condena

La Audiencia Nacional hizo pública este lunes la sentencia del conocido como ‘Caso Nummaria’, una compleja trama de fraude fiscal que salpicó durante años a destacadas figuras del mundo del espectáculo en España. Entre ellas, el veterano actor Imanol Arias, que finalmente ha sido condenado a dos años y dos meses de prisión por haber defraudado cerca de dos millones de euros a Hacienda entre 2010 y 2013. Mientras tanto, su compañera en la mítica serie Cuéntame cómo pasó, Ana Duato, y el marido de esta, el productor Miguel Ángel Bernardeau, han sido absueltos de todos los cargos, librándose así de una posible pena de hasta 16 años de cárcel.

Duato ha hablado brevemente con el diario Abc tras conocer la sentencia. Visiblemente emocionada, reconocía que «tras diez años, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, estoy satisfecha, porque la justicia reconoce la verdad. Por otro, siento que no es justo que alguien tenga que sufrir durante tantos años la presunción de culpabilidad».

En cambio, Imanol Arias ha preferido guardar silencio. No ha hecho declaraciones públicas ni a los medios ni a través de sus redes sociales, en lo que parece ser un momento de introspección y discreción.

Imanol Arias se refugia en su familia

Fuentes cercanas aseguran que el actor, de 69 años, se encontraría «tocado, aunque sereno» En estas horas tan delicadas, habría optado por refugiarse en el calor de su familia, especialmente en sus dos hijos, Jon y Daniel Arias, nacidos de su relación con la también actriz Pastora Vega, con quien mantuvo una sólida relación de más de dos décadas.

Ambos jóvenes, que han seguido los pasos de sus padres en el mundo de la interpretación, fueron vistos este lunes en el domicilio madrileño de su padre, donde permanece alejado del foco mediático. Durante varias horas permanecieron con él, acompañados también por la actual pareja de Imanol, Irene Meritxell, fotógrafa y su compañera sentimental desde hace más de una década. En el vehículo que los trasladaba, también se encontraba la novia de Jon, la actriz Alba Rivas, en un gesto que refleja el respaldo que el intérprete estaría recibiendo de su círculo más íntimo.

Las imágenes de la salida del coche —discreta, por la parte trasera— reflejan el tono contenido de la visita. Rostros serios, pocas palabras, y ninguna declaración a la prensa apostada en las inmediaciones del domicilio. Todo indica que su casa en el centro de Madrid se habría convertido en estos días en su principal refugio emocional, un espacio donde sobrellevar con discreción las consecuencias de una sentencia que, si bien no implica su ingreso en prisión, marca un antes y un después en la vida pública del actor.

Un proceso largo, un cierre agridulce

La sentencia contra Imanol Arias contempla la suspensión de la pena de prisión, en aplicación del artículo 80 del Código Penal, dado que ninguno de los cinco delitos fiscales por los que ha sido condenado supera los seis meses de cárcel. A ello se suma la colaboración activa del actor con la Justicia, su reparación del daño —al devolver el importe defraudado— y su falta de antecedentes penales, lo que ha sido valorado como atenuante por el tribunal.

La trama en la que se vio envuelto fue orquestada por su entonces asesor fiscal, Fernando Peña, cerebro del entramado societario usado para canalizar ingresos y evitar el pago de impuestos, quien ha sido condenado a 80 años de prisión por liderar una estructura que afectó a decenas de clientes, muchos de ellos del mundo artístico.

Pese a haber aceptado la sentencia como parte de un acuerdo judicial, el golpe para Imanol Arias no sería menor. Conocido por el gran público como el eterno Antonio Alcántara de Cuéntame, su imagen pública, forjada durante años a base de talento, profesionalidad y carisma, se habría visto afectada por este proceso judicial que, aunque ya cerrado, deja secuelas personales y reputacionales difíciles de borrar.

Sus próximos pasos y el verano más discreto de su vida

Aunque el actor no ha confirmado públicamente cuál será su hoja de ruta inmediata, se cree que habría cancelado algunos compromisos profesionales previstos para las próximas semanas, incluyendo conversaciones en torno a una posible gira teatral.

En lo personal, Imanol podría retirarse unos días a Asturias, donde dispone de una casa cercana al mar, un enclave que en entrevistas anteriores ha descrito como su «refugio natural» No se descarta tampoco que pase parte del verano en Cádiz —una provincia que conoce bien— o incluso en el sur de Portugal, un destino al que ha viajado en otras ocasiones con su pareja.

Personas próximas al actor sostienen que su intención sería alejarse del foco mediático durante los próximos meses, centrarse en su familia, y valorar con calma si retoma o no su actividad pública de cara al otoño. Tampoco se descarta que, en algún momento, decida conceder una entrevista en profundidad para compartir su versión de los hechos, aunque por el momento esa posibilidad estaría lejos.

Por ahora, Imanol Arias estaría decidido a recuperar la serenidad, descansar con los suyos y reflexionar en privado tras una década marcada por una causa judicial que ha condicionado buena parte de su vida reciente. Este verano, todo indica que será uno de los más silenciosos de su trayectoria.