Jordi Évole, a sus 50 años: «Esta enfermedad es jodida; cuando te ríes, pierdes la musculatura»
El presentador de La Sexta sufre, desde hace muchos años, una complicación que le impide hacer su vida con normalidad

Jordi Évole, en una imagen de archivo. | Gtres
Jordi Évole es uno de los presentadores más conocidos de nuestro país. El catalán comenzó a hacerse famoso como El follonero, un nombre propio que dejó atrás cuando empezó a tratar temas más serios y alejados de la risa. Aún así, la comedia ha formado parte fundamental de su vida, compaginando su labor periodística y social con esa parte de cómico que siempre formará parte de su vida. Sí que es cierto que, en el plano más personal, el presentador ha vivido varios reveses que, sin duda, han marcado un antes y un después en la manera de comunicar. Desde hace mucho tiempo, como ya contamos en THE OBJECTIVE, el presentador padece cataplexia, un trastorno neurológico vinculado a la narcolepsia.
La cataplexia es una pérdida repentina del tono muscular, provocada por emociones intensas -como la risa, la sorpresa, el enfado e, incluso, la vergüenza-, mientras que la persona permanece consciente. Sí que es cierto que puede afectar a distintos grupos musculares, desde la caída total hasta la debilidad facial y en los brazos. Aún así, no implica la pérdida de conciencia ni la memoria tras el episodio. Este tipo de complicación está muy relacionada con la narcolepsia, en su tipo 1, que incluye somnolencia diurna excesiva, episodios de sueño repentinos y alteraciones del sueño nocturno. Además, se origina por un déficit del neuropéptido hipocrática, cuyos niveles están reducidos porque el sistema inmunitario destruye las neuronas que lo producen.
La complicada enfermedad de Jordi Évole

Fue a los 35 años cuando el presentador comenzó a convivir con la cataplexia. Aunque eso sí, no fue diagnosticado hasta hace unos siete u ocho años. Sus episodios, además, se han sucedido en pleno directo como en El hormiguero, El intermedio o Lo de Évole, donde incluso se desplomó de la risa junto al dúo Estopa. Sí que es cierto que todos estos factores han provocado que no sea fácil de ocultar y que haya tenido que hablar abiertamente sobre este tema. Debido a su narcolepsia, organiza su ritmo de vida incluyendo dos siestas por la mañana y dos por la tarde, además de un espacio para dormir en su propia redacción. Además, ha logrado adaptarse muy bien gracias a su entorno, aunque reconoce que muchas personas no tienen ese poder de flexibilidad.
Para el tratamiento, lo más recomendable siempre será medicación para reducir la frecuencia de las crisis y para mejorar la somnolencia. Además, ha comentado, en más de una ocasión, que, con la dosis adecuada, sus crisis se han reducido significativamente. Aunque eso sí, sus apariciones públicos también son más contadas. Al mostrar estos episodios tan delicados de forma pública, Jordi Évole ha ayudado a visibilizar una enfermedad poco conocida, generando empatía y comprensión para aquellos que lo sufren. Évole ha sido un referente para otros pacientes, ofreciendo seguridad y ejemplo de que es posible convivir con la condición.
Cómo vive el presentador con cataplexia
Han sido muchas las ocasiones en las que el presentador se ha pronunciado públicamente. Durante febrero de 2021, Évole admitió que tiene cataplexia. «Y cuando te ríes, en ocasiones, pierdes la musculatura. Es un derivado de la narcolepsia», comentó en directo a Pablo Motos. Además, tras desplomarse en directo mientras reina juntos, admitió que se medicaba, «pero como me haces mucha gracia desde siempre…». Una entrevista que, además, se convirtió en una de las imágenes más extrañas de la pequeña pantalla. «Y bueno, ahí han quedado esas imágenes de la entrevista… más surrealista de los últimos años», apostilló, entre risas. En Y ahora Sonsoles, Évole contó que es una enfermedad que produce «mucha incomprensión». «No se entiende muy bien que te caigas de golpe y porrazo por una risa», apostilló.

«Antes solo me caía por la risa y ahora me puede pasar por la sorpresa. El otro día… me impresionó de tal manera que me caí», aclaró. Además. explicó que a él esta enfermedad se le había manifestado durmiendo «más veces» de la que le tocaría al día. «Dormir dos siestas por la mañana y dos por la tarde» le han ayudado a controlar un poco su rutina. Además, ha intentado siempre acoplar su vida a las «necesidades» de la enfermedad. «Tengo en la redacción un lugar al que me voy y duermo… hay mucha gente que no tiene esas facilidades», contó en el formato de Antena 3. Además, confirmó que estaba teniendo «menos caídas», pero, también, ha ampliado el abanico de las emociones por las que se cae. En el propio Intermedio contó que es una enfermedad que existe y es «jodida», queriéndole dar mucha repercusión y visibilidad. Y es que, según sus propias palabras, hay un gran desconocimiento sobre esta enfermedad.
Es por eso que su evolución, tanto personal como profesional, agradece el apoyo de su equipo, comprendiendo la importancia del descanso. Y no solamente eso. Sino que, también, ha tenido que aprender a convivir con el humor, algo que considera fundamental en su identidad y comunicación. Esto le ha hecho, también, tomarse este tema de una forma más sarcástica y con más