Marina, hija de Ana Belén: «Esta receta me la enseñó mi padre, Víctor Manuel, y es un éxito»
A la actriz le encanta cocinar, una pasión que comparte con su progenitor, y tiene un plato estrella que siempre triunfa

Marina San José y Ana Belén, en una imagen de archivo. | Gtres
Para muchas personas, la cocina es una forma de expresión; una manera de dedicarle tiempo a una pasión con un resultado muy agradecido. Y es que ¿quién no recuerda con cariño las comidas que le preparaban sus padres o sus abuelos? Generación tras generación se ha ido estableciendo esta costumbre, de cocinar como acto de amor que, actualmente, en muchas casas se está perdiendo. Los jóvenes de hoy en día prefieren la rapidez, los platos ya preparados y no invertir horas y horas en la cocina. Algo que, sin duda, no le sucede a Marina San José, quien ha heredado esa pasión culinaria por parte de su padre, Víctor Manuel, que le ha enseñado a cocinar mucho de los platos que, hoy en día, prepara ella en su casa; para amigos, familiares y, en definitiva, para personas especiales.
Así, en MasterChef Celebrity, en 2017, la actriz, que es conocida por sus obras de teatro y salir en El secreto de puente viejo, confesó que era una persona muy perfeccionista, especialmente en el trabajo, y que, con el tiempo, había adquirido la destreza de poder preparar sus platos favoritos. También, explicó que se consideraba original y con una imaginación muy buena para crear nuevas recetas y sorprender a los suyos. Y es que, aunque su madre no es muy aficionada a cocinar, sí que lo es su progenitor, por lo que puede compartir con él todas las recetas que inventa y crea de primera mano.
El «plato estrella» de Marina San José que ha aprendido de su padre

Lo que no se le resiste a Marina es el risotto con setas, un plato, tradicionalmente, italiano que tiene una infinidad de versiones, pero que ella prefiere combinar con hongos. Se trata de una receta sencilla, que se puede preparar en una media hora y que cuenta con ingredientes que podemos encontrar cualquier día en el súper. Aunque eso sí, siempre, para un resultado de calidad, será recomendable hacerse con productos buenos. En una entrevista reciente, la propia Marina confesó que su padre más que darle consejo, le «aleccionaba» sobre la cocina, unas palabras que, sin duda alguna, confesó en tono de broma. Lo cierto es que esta preparación con arroz está muy vinculada a su padre, Víctor Manuel, y es un plato que suele hacer cuando hay invitados.
Es por eso que, en los últimos tiempos, su hija ha decidido imitarlo, para lograr el mismo efecto positivo y de sorpresa entre sus comensales. «Mi plato estrella durante mucho tiempo ha sido el risotto de setas…», contó la actriz en una entrevista previa a que se emitiera el talent culinario. Además, lo describió como su especialidad y aquello que «domina de verdad». No entró en detalles técnicos durante esa declaración, pero el hecho de llamarlo su «plato estrella» deja claro que está satisfecha con el resultado, que sale rico y con confianza. En su blog de cocina –Que Bien Sabe-, también comparte variantes de risotto –como con espárragos y gambones-, lo cual sugiere que lo prepara con frecuencia y de modo profesional.
Cómo hacer un buen risotto de setas como Víctor Manuel

Y es que, aunque no ha compartido la receta como tal, sí que ha ido dando varias pistas de las variaciones que introduce y cómo plasma su propio estilo. Para preparar un buen risotto de setas habrá que hacerse con unos 300 o 400 gramos de arroz para risotto, 300 gramos de setas variadas, una cebolla o dos chalotas finamente picadas, dos dientes de ajo picados, 1,2 litro de caldo de pollo o verduras bien caliente, 150ml de vino blanco seco y unos 70-100 gramos de mantequilla, lo que le dará cremosidad al plato. También, habrá que comprar unos 100 gramos de queso parmesano rallado y en lascas para servir, un chorrito de nata para cocinar -que es opcional-, aceite de oliva, sal, pimienta negra y hierbas como tomillo o perejil fresco. Sí que es cierto que alguno de estos ingredientes dependerá del gusto de los comensales, como la elección de las setas.

Para prepararlo, lo primero que habrá que hacer será freír muy bien la cebolla y el ajo, añadiendo aceite y parte de la mantequilla. A fuego medio-bajo, se tendrá que mochar una cebolla y ajo hasta que estén tiernos, unos 5–10 min. Luego, se añadirá las setas troceadas. Salpimienta y cocina hasta que suelten y pierdan su agua, unos 4–5 min. Lo siguiente será subir a fuego medio y añadir el arroz. Más adelante, se removerá para que se empape bien y libere algo de almidón, nacarando unos 2 min. Habrá que incorporar el vino blanco, dejando que se evapore mientras se remueve. Más tarde, se verterá un cucharón de caldo caliente. Habrá que remover y dejará que se absorba. Se repetirá la acción, añadiendo caldo poco a poco y removiendo durante 18–25 min, hasta obtener una textura cremosa y el arroz al dente.
Cuando esté listo, se retira del fuego. Añade mantequilla, queso parmesano rallado y, si quieres, un chorrito de nata. Lo siguiente será remover enérgicamente -mantecatura- para lograr máxima cremosidad. Una vez que haya obtenido la textura que queremos será esencial servirlo con cierta rapidez, ya que, en caso contrario, podrá quedar muy apelmazado. Para emplatar, se añadirán las hierbas por encima, así como las lascas de queso. Así, Marina prepara su risotto de setas según la receta clásica italiana: arroz arborio, setas frescas, vino blanco, caldo añadido poco a poco, y final ultra-cremoso con mantequilla y parmesano. Lo definen su plato estrella, lo hace con confianza y según sus propias palabras, el resultado «le sale rico».
Los beneficios del risotto de setas

Lo cierto es que el risotto es un plato reconfortante y rico y tiene infinidad de beneficios nutricionales. El arroz -especialmente el arborio o carnaroli usado en risotto- es una fuente rica en carbohidratos complejos, lo que te da energía de liberación lenta y te ayuda a mantenerte saciado durante más tiempo. Además, se le suele añadir setas, que es un ingrediente bajo en calorías, con antioxidantes y vitamina D. El parmesano que se usa en la receta aporta calcio, fósforo y proteínas, esenciales para huesos, músculos y sistema nervioso. Gracias a su textura es fácil de digerir y suele ser bien tolerado por personas con el estómago delicado. Además, se podrá hacer vegetariano, vegano, sin gluten o bajo en grasas, según las necesidades del comensal. Es un plato que requiere atención mientras se cocina, fomentando la cocina pausada y casera.