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La capilla donde Teresa y Almeida bautizarán a Lucas: en la finca familiar y rodeada de caballos

El pequeño recibirá las aguas bautismales en la finca de la familia de Teresa en Colmenar Viejo, donde se casaron

La capilla donde Teresa y Almeida bautizarán a Lucas: en la finca familiar y rodeada de caballos

Teresa y Almeida, en una imagen de archivo. | Gtres

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo dieron la bienvenida a su primer hijo, Lucas, la semana pasada. El matrimonio ya está preparando todo para que el pequeño reciba las aguas bautismales. Tal y como confirman en Informalia será el próximo 18 de julio cuando los orgullosos padres bautizarán a su pequeño y lo harán, además, en un lugar muy especial para ellos. Al contrario de su boda, que se convirtió en un evento social por el que pasaron infinidad de políticos y famosos, esta celebración será más reducida y solamente estará presente su círculo más íntimo. Además, no han elegido una iglesia cualquiera sino que lo harán en la capilla de la finca en la que celebraron su banquete, en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

Su enlace tuvo lugar en la Iglesia de San Francisco de Borja, en la plena milla de oro de Madrid, y contaron con más de 300 invitados. A la boda acudieron tanto políticos como la Familia Real. En esta ocasión, solamente estarán personas de su círculo más cercano. Quienes no se podrán perder esta cita serán Juan Urquijo, el hermano de Teresa, quien, además, es el padrino, así como tampoco Leticia, la sobrina del alcalde quien hará las veces de madrina. Es más, en las últimas horas, se ha visto al novio de Irene Urdangarin yendo a la casa familiar del político y la analista financiera para ver a su sobrino. Por el momento, no se sabe si el joven irá solo al bautizo o preferirá hacerlo junto a su novia, quien se encuentra estudiando en Londres.

Así es la finca Canto de la Cruz de la familia de Teresa Urquijo

La finca Canto de la Cruz.

La familia de Teresa Urquijo posee varias fincas repartidos por los alrededores de Madrid. Es más, su abuela, Piru, es dueña de una bonita parcela en la localidad de Navalagamella, muy cerca de Valdemorillo y dentro de la sierra. Por el lado materno, su familia también tiene una de las fincas más especiales para el matrimonio. Y es que en Canto de la Cruz fue donde celebraron el banquete de su boda. Se trata de un lugar con unas vistas espectaculares, con mucha paz y que, además, cuenta con una gran protección ante los ojos de la prensa. Está en la localidad de Colmenar Viejo, a unos 30 y 45 kilómetros de Madrid. Fue comprada, a principios de los años 90, por Teresa de Borbón-Dos Sicilias e Íñigo Moreno de Arteaga, marqueses de Laserna. Cuenta con 25 hectáreas que se ubican a las faldas del Cerro de San Pedro y con unas vistas privilegiadas a la ciudad de Madrid.

Además, cuenta, en su interior, con una masía de aires rústicos y coloniales que está adaptada para los animales y, sobre todo, para pasar largas jornadas en el ampo. Hay varias edificaciones; cuenta con una casa principal donde tiene trofeos cinegéticos, como osos disecados y una biblioteca especializada, así como establos y una zona de gestión de la Yeguada Flor de Lis, donde se dedican a criar a caballos pura sangre árabe. Es más, también cuidan de equinos de competición y cuentan con unas pistas de alto rendimiento. Allí se realizan concursos de equitación y entrenamientos. Además, Teresa de Borbón está muy involucrada en la organización.

Teresa y Almeida bautizarán a Lucas en una pequeña capilla

Teresa Urquijo alta hospitalaria
Teresa y Almeida, en una de boda. Gtres

La finca posee una gran terraza posterior que fue donde el matrimonio organizó el banquete de su boda. Cuenta, además, con una capilla privada que solía usarse los fines de semana para misa por un sacerdote militar, lo que permite que se oficien ceremonias dentro de la finca. Será ahí donde el pequeño Lucas reciba las aguas sagradas. Esta está enclavada en un entorno arbolado, aislada cerca de la casa principal, pensada originalmente para misas de fin de semana. Así, el espacio se reserva para uso privado de la familia y algunos eventos puntuales, como pequeñas ceremonias o enlace íntimo. La capilla mantiene una decoración sencilla y elegante, siguiendo un poco con los elementos que se distribuyen por la finca. De forma parecida a otras capillas privadas en fincas de alta categoría, probablemente cuente con un espacio central para el altar, bancos o sillas, iluminación suave y elementos religiosos discretos.

primera foto hijo almeida
Almeida y su bebé, Lucas. RRSS

Además, la capilla funciona como un lugar familiar de recogimiento, reflejando el arraigo religioso de la familia. Es, también, parte de la tradición. Su existencia muestra un cuidado por mantener actos litúrgicos privados sin trasladarse más allá de la finca, elevando su carácter personal y exclusivo. También, sigue el estilo de otras fincas conocidas con capilla como la Finca de San Agustín que incluye un pequeño altar, unas hornacinas para imágenes, un retablo sencillo y un mobiliario discreto. En resumen, el lugar es pequeño, privado y funcional y está diseñada para misas, celebraciones íntimas y recogimiento. Además, la estética es sencilla, pero cuidada, coherente con la decoración rústico-colonial de la finca. Es, también, un símbolo del arraigo religioso de Teresa y su familia, algo que ha sido constante en su vida.

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