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El verano de Pedro Sánchez en Lanzarote: su refugio de lujo frente al mar en plena tormenta

En agosto se desplazará a la finca La Mareta junto a su mujer e hijas para disfrutar de unas vacaciones estivales

El verano de Pedro Sánchez en Lanzarote: su refugio de lujo frente al mar en plena tormenta

Pedro Sánchez y Begoña Gómez recorriendo la Alhambra en 2023. | Europa Press

Pedro Sánchez sigue adelante con sus planes estivales. El Presidente del Gobierno volverá a pasar unos días de descaso en Lanzarote junto a su familia, como tiene por costumbre desde que está en el cargo. Sus vacaciones llegarán en agosto, cuando destine un par de semanas a disfrutar de la calma y el sol de las costas canarias. Seguirá acompañado de su mujer, Begoña Gómez, y presumiblemente de sus hijas Ainhoa y Carlota, que con 20 y 18 años respectivamente siguen aprovechando las ventajas de unas vacaciones pagadas en una residencia oficial. La familia volverá a la localidad de Teguise y se alojarán en la Residencia Real de La Mareta.

Sánchez se encuentra entre la persecución judicial a su partido socialista y la tensión en el Ejecutivo. En medio de la tormenta política, la isla de Lanzarote se perfila como el mejor refugio hacia la calma. La oportunidad de veraneo que tiene en frente es exclusiva: Patrimonio Nacional gestiona este complejo y sólo lo cede para actos de interés nacional en relación al turismo y diplomático. Desde 2015 el uso de La Mareta está más controlado para preservar su integridad estructural y evitar excesos en su aprovechamiento, pero no ha dejado de ser el destino preferido del actual y otros presidentes de Gobierno.

El refugio de Gorbachov y Juan Carlos I

Hoy es Pedro Sánchez quien disfruta del enclave, pero antes lo hicieron Aznar, Zapatero y Rodrigo Rato, hasta Gorbachov y diferentes miembros de la Casa Real Española. Muchos grandes nombres han pasado unos días en este complejo en la isla canaria. En un principio fue construido como la residencia vacacional privada del rey Hussein de Jordania, diseñada por el arquitecto canario César Manrique en los años 70s. El monarca apenas la utilizó y decidió regalársela al rey Juan Carlos I en 1989, quien a su vez la donó a Patrimonio Nacional. Desde entonces ha acogido a estas y otras personalidades de la política durante sus periodos vacacionales en agosto y en Navidad.

La descripción de La Mareta explica su intensa solicitud. Es una residencia privada construida al norte de la isla, con un acceso directo al mar y balcones sobre las aguas del Atlántico. En las guías de turismo se explica que es el máximo exponente del estilo arquitectónico de la isla. Definen al edificio su pintura blanca de estilo colonial, su fachada repleta de balcones, sus techos planos y sus remates de chimenea adornados con decoraciones en forma de cúpula. En cifras su valor es más comprensible. La finca cuenta con 30.900 metros cuadrados de los que sólo 1.900 están edificados.

Una piscina privada para Pedro Sánchez

El edificio principal en el que se suele alojar Pedro Sánchez cuenta con dos dormitorios, dos baños y una piscina privada. Las demás construcciones del complejo tienen una y dos alturas y añaden a la lista de virtudes otra piscina, un helipuerto, diez bungalows independientes, un lago ornamental y jardines con vegetación autóctona. Todas estas zonas están pensadas para preservar la intimidad de sus ocupantes y proteger el estado de calma que se quiere evocar en cada detalle de la arquitectura y decoración interior. Con todo este listado de detalles arquitectónicos no sorprende que su coste de mantenimiento se eleve a las cinco cifras. No hay datos oficiales de las contrataciones para su limpieza y servicios, pero ABC estimó el año pasado que su coste alcanza los 10.000 al mes.

Pedro Sánchez se aloja en sus vacaciones en una casa con un nombre peculiar. La Mareta debe su nombre a la preexistencia de un aljibe excavado en el suelo, una construcción tradicional conocida en la isla con el nombre de mareta. Para los lectores es más común ver palacios o villas y por esos sorprende de primeras esta denominación, aunque ya se ha dicho que es el destino preferido del Presidente en sus vacaciones estivales. Lanzarote le ha acogido cada verano desde 2018. También ha destinado unos días a disfrutar del Palacio de las Marismillas en Doñana o escapadas al extranjero, como aquel año que se le vio en Marruecos con su familia, pero siempre destina unos días a la isla canaria.

Lanzarote vivió una tragedia ‘royal’ en el año 2000

Por allí han pasado otros nombres de prestigio, principalmente la Familia Real. Juan Carlos y su familia se han alojado en La Mareta desde 1993, tras la muerte de Don Juan de Borbón, conde de Barcelona y padre del emérito. Felipe y Letizia con Leonor también pasaron una Navidad allí en 2005, con su única hija por entonces y recién nacida. El enclave se recuerda también porque allí murió la madre del rey Juan Carlos I, María de las Mercedes, el 2 de enero de 2000 durante sus vacaciones de Navidad. Por allí han pasado otros políticos como  el canciller alemán Helmut Kohl en 1991, el expresidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov y su esposa Raís en 1992, el canciller alemán Gerhard Schröder, el presidente checo Václav Havel o el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev. 

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