¿Qué ha sido de Íñigo Errejón desde que dimitió?
Está retirado de la vida pública en un chalet mientras enfrenta las consecuencias judiciales del caso Mouliaá

Iñigo Errejón | RRSS
Desde que Íñigo Errejón presentó su dimisión como portavoz de Sumar en octubre de 2024, está prácticamente ‘desaparecido’. A sus 41 años, el que era uno de los rostros más visibles de la política española ha optado por un perfil bajo en medio de la tormenta mediática y judicial que lo rodea. El detonante de su renuncia fue la denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá, de 39 años, por presuntos comportamientos de coacción y abuso relacionados con una relación personal que ambos mantuvieron.
En su última publicación en la red social X (antes Twitter), Errejón se despidió de su equipo parlamentario con un mensaje escueto pero significativo: «Ha sido un orgullo trabajar con vosotros… Siento el perjuicio». Desde entonces, su perfil continúa activo, pero no ha vuelto a escribir ni ha modificado su biografía, que todavía lo presenta como portavoz de Sumar. Tampoco ha hecho ninguna aparición pública ni ha concedido entrevistas. Un silencio absoluto que contrasta con la intensidad del caso que lo mantiene en el foco judicial.
El caso Mouliaá: un proceso cada vez más complejo

La denuncia de Mouliaá, inicialmente desestimada por parte de la opinión pública por falta de pruebas contundentes, ha cobrado un nuevo giro en los últimos días tras la incorporación al sumario de una serie de audios filtrados. En estas grabaciones, Mouliaá le pedía a una amiga y testigo del caso que respaldara su versión de los hechos. «Lo único que te estoy pidiendo es que por favor no digas cosas que puedan ir en mi contra… cuenta lo que viviste, que no te diste cuenta… no hay que maquillar la realidad», se escucha decir a la actriz.
Errejón ha reaccionado legalmente ante estas revelaciones. Su equipo ha solicitado al juez instructor que se investigue si la conducta de Mouliaá hacia la testigo constituye un delito de obstrucción a la Justicia, acusándola de ejercer una actitud «coactiva e intimidatoria». En concreto, se refieren a fragmentos como el siguiente: «Si luego vas y dices que yo estaba súper ‘happy’, me jodes viva». La amiga de Mouliaá, llamada Soraya, respondió asegurando que se ceñirá únicamente a lo que presenció, y acusó a la actriz de intentar manipularla: «No viví nada de lo que tú dices, y no voy a mentir para salvarte a ti».
Ante esta situación, Errejón ha solicitado una investigación penal y ha interpuesto una querella por calumnias e injurias, solicitando una indemnización de 10.000 euros si Mouliaá no se retracta públicamente. La actriz, lejos de dar un paso atrás, ha asegurado públicamente que no piensa pedir perdón. «Que me pague él a mí por el calvario que me está haciendo pasar», declaró esta semana en Y ahora Sonsoles (Antena 3), durante una entrevista en la que rompió a llorar en directo. «He vivido un linchamiento constante… Estoy decepcionada con todo: con el sistema, con mi amiga, con el periodismo», dijo entre lágrimas, pidiendo que se difunda la conversación completa, no sólo fragmentos seleccionados. «No me arrepiento ni me voy a arrepentir nunca… me voy a ir a la tumba y voy a descansar completamente en paz», añadió.
¿Dónde está Errejón?
Como decíamos, desde su dimisión Errejón ha optado por un silencio absoluto que muchos interpretan como una estrategia para no interferir en el proceso judicial ni avivar el escándalo. Mientras Mouliaá ha comparecido en varios programas de televisión para defender su versión, Errejón ha evitado cualquier tipo de exposición pública.
¿Y dónde se encuentra? Pues se presupone que sigue residiendo en una mansión ubicada en la exclusiva urbanización Húmera, en Somosaguas (Pozuelo de Alarcón), un enclave de alto nivel con vigilancia 24 horas, donde vive desde que dimitió, según Ok diario. Se trata de una vivienda de unos 700–782 m², con piscina, jardineros y servicio doméstico.

Este chalet, propiedad de unos amigos de Errejón, se encuentra en una parcela de aproximadamente 2.588 m² y está valorada en más de dos millones de euros. Allí ha sido visto realizando salidas discretas, paseando a su perro o desayunando en el porche, siempre manteniendo un perfil bajo. La Policía Judicial incluso entregó una citación al político en esta dirección el 30 de octubre de 2024, confirmando que era el lugar donde estaba empadronado y residía en ese momento.
Por ahora, parece que Íñigo Errejón prefiere seguir manteniendo un perfil bajo mientras está pendiente del desarrollo judicial del caso. Al respecto, ahora el juez Adolfo Carretero, titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, deberá decidir si abre diligencias contra Mouliaá por un posible delito de obstrucción a la justicia, además de tramitar la querella por injurias interpuesta por el exdiputado. Lo que ocurra en los próximos meses podría definir no solo su futuro político, sino también su reputación pública.