El último plan de la reina Letizia en Tenerife antes de iniciar sus vacaciones en Mallorca

Con el verano ya aquí y el calendario institucional a punto de dar paso al descanso para la mayoría de españoles, la reina Letizia ha realizado una última parada profesional antes de incorporarse a las vacaciones familiares en Mallorca. El destino elegido ha sido San Cristóbal de La Laguna, en la isla de Tenerife, donde ha presidido la reunión anual de directores del Instituto Cervantes.

Este compromiso no solo demuestra la implicación de la reina con la proyección internacional del español, sino también su afinidad con iniciativas educativas y culturales que refuerzan la identidad hispánica en todo el mundo. Y lo ha hecho en un enclave muy especial que, lejos de ser una simple localización institucional, ofrece una rica historia, belleza arquitectónica y un legado académico de primer nivel.

Un acto clave en una ciudad con historia

San Cristóbal de La Laguna, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue la primera ciudad universitaria de Canarias y conserva un trazado urbano colonial que ha servido de modelo para muchas ciudades en América Latina. Es conocida por sus calles empedradas, sus casas señoriales de colores pastel y una vida cultural y estudiantil muy amena.

Aquí se celebró la reunión de los directores del Instituto Cervantes, una cita estratégica en la que se revisan los planes y retos de esta institución clave para la difusión del idioma español. Letizia presidió el acto como cada año, con el tono cercano, firme y profesional que la caracteriza. Durante su intervención, se puso en valor la expansión del español como una lengua en constante crecimiento y su papel como puente entre culturas.

Tenerife como antesala del verano real

Mientras el rey Felipe VI ya había puesto rumbo a Palma de Mallorca para iniciar la agenda oficial del verano —con las tradicionales audiencias en el Palacio de la Almudaina y su participación en regatas—, Letizia cerraba esta última cita en Canarias. Su presencia en La Laguna no solo tuvo un peso institucional, sino que también sirvió como una forma simbólica de despedir la actividad oficial antes de unos días de descanso.

La ciudad resultó ser el lugar perfecto para ese adiós momentáneo al trabajo. Incluso algunos medios locales destacaron el ambiente de cercanía que se respiró durante su visita, con vecinos que la recibieron con alegría y cierta familiaridad, como ocurre en muchos de sus viajes a las islas.

El verano de la reina Letizia en Marivent con su familia

Ahora que la reina ha cerrado oficialmente su agenda con este acto en Tenerife, se incorpora a la tradicional estancia estival en el Palacio de Marivent, donde el resto de la Familia Real ya ha comenzado sus vacaciones. Allí, lejos del ritmo frenético del curso institucional, el ambiente se vuelve más relajado, evidentemente, aunque no del todo alejado de los compromisos públicos.

El verano en Mallorca para los reyes combina descanso y actividad, con momentos para disfrutar en familia y otros para seguir manteniendo el vínculo con la sociedad balear. Las salidas informales, las cenas en restaurantes de la isla, los paseos por la sierra o las visitas a exposiciones forman parte de esta rutina estival que mezcla vida privada y presencia institucional. Letizia suele participar también en actos culturales, como el Atlàntida Mallorca Film Fest, al que asistirá en los próximos días.

Esta etapa del año es también una oportunidad para dejarse ver de forma más cercana, sin la rigidez habitual del protocolo. Las imágenes de los reyes con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, en entornos más relajados, refuerzan esa imagen de familia unida que aprovecha Mallorca en todos los sentidos.