Violeta Mangriñán muestra cada rincón de la casa de 380 m² que se ha comprado en Madrid
La joven uestra su nueva casa en Madrid, una vivienda amplia, moderna y pensada para su día a día en familia

Violeta Mangriñán | Gtres
Violeta Mangriñán, de 31 años, se ha comprado la casa de sus sueños. La influencer y creadora de contenido, que saltó a la fama gracias a su paso por el programa Mujeres y Hombres y Viceversa en 2018, ha podido lograrlo gracias al dinero que ha conseguido en todos estos años. Tras el mencionado programa, participó en Supervivientes 2019, donde conoció a su actual pareja, Fabio Colloricchio, y consolidó una carrera sólida en redes sociales y televisión con más de dos millones de seguidores.
En los últimos años ha diversificado su trayectoria: creó la marca de cafeterías Maison Matcha, ha lanzado proyectos como podcast, colaboraciones con firmas de moda y estilo de vida, y además es madre de dos hijas con Fabio: Gala (nacida en 2022) y Gia (2024). Ambos comparten vida profesional y familiar con absoluta transparencia, gestionando economías separadas y dejando claro que Villa Canela, su nuevo hogar en Madrid, es un proyecto personal suyo y que lleva el nombre de su perra, Canela.

Villa Canela: la nueva casa de Violeta Mangriñán
Tras vender su anterior vivienda en Valencia, Violeta Mangriñán decidió dar un paso firme hacia la estabilidad construyendo su nuevo hogar en Madrid. Así nació Villa Canela, un chalet de obra nueva con 380 m² construidos distribuidos en tres plantas sobre una parcela de 1.000 m², con jardín y piscina. Para ella, fue la manera de escapar de lo que considera «alquileres abusivos» en la capital, invirtiendo en algo duradero para su familia.
En un vídeo que ha publicado en sus redes sociales, vemos que desde el recibidor se accede a un gran espacio abierto que reúne salón, comedor y cocina. Es, según sus propias palabras, «el lugar donde hacemos más vida». Los suelos de madera de roble contrastan elegantemente con muebles en nogal oscuro. Esta fusión de estilos no fue casual, ya que la joven decidió conservar el suelo original para no tener que rehacer toda la vivienda, creando así cierto equilibrio entre los dos materiales.
Todo el diseño gira en torno al color verde matcha, emblema de su marca y de su gusto personal. El sofá, la isla de la cocina, el puf del vestidor y otros detalles repiten esta tonalidad como hilo conductor visual de toda la vivienda.
Salón cargado de simbolismo y cocina de piedra verde
En el salón destacan objetos cargados de valor emocional: un vinilo de Rosalía regalado por su representante, un elefante de Vitra que representa la buena suerte —como le enseñó su padre— y una lámina de los Cayos Cochinos, lugar donde conoció a Fabio. También se encuentran flores recogidas por su hija Gala y fotografías de su abuela, a quien Violeta considera «la matriarca» de su familia. Cada pieza habla de sus raíces y de sus afectos.
La cocina, compacta pero funcional, está diseñada en piedra verde y madera de nogal. Frente a un ventanal de gran tamaño, se funde con el jardín y la piscina exterior, creando una sensación de continuidad entre el interior y el aire libre. El porche ofrece sombra y espacio para reuniones familiares, mientras que el exterior cuenta con vegetación cuidada, zonas de descanso y una piscina ideal para los días de verano.
Vestidor, dormitorio principal, despacho y baños
Una de las estancias favoritas de Violeta Mangriñán, como no podía ser de otra forma, es su vestidor, completamente revestido en nogal. Con armarios en todo el perímetro, una isla central circular y un puf verde matcha, se convierte en un lugar tanto práctico como estéticamente impecable. Cada elemento ha sido hecho a medida, con la intención de combinar almacenaje, comodidad y estilo.
El dormitorio principal cuenta con baño en suite y está decorado con referencias personales, como los sacos que llevó a Supervivientes. Junto a él se encuentra el despacho, que nació de la unión de dos habitaciones. Con puertas correderas, mobiliario de nogal y una gran lámpara circular, es un espacio de trabajo luminoso.