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Los 23 días de Sánchez en la zona más ventosa de Lanzarote y diseñada por César Manrique

El jefe del Ejecutivo llegó a la isla en compañía de su mujer, sus hijas y el presidente de Cataluña, Salvador Illa

Los 23 días de Sánchez en la zona más ventosa de Lanzarote y diseñada por César Manrique

Pedro Sánchez junto a su mujer, en una imagen de archivo. | Gtres

Pedro Sánchez, su mujer, Begoña Gómez, y sus dos hijas, ya han comenzado con sus vacaciones de verano. La familia llegó, este pasado fin de semana, como marca la tradición, a Lanzarote. Lo hicieron, además, en compañía del presidente de Cataluña, Salvador Illa, como confirmaron desde TVE, que es un gran amigo de la familia. Allí estará el presidente del Gobierno durante más de tres semanas, en las que aprovechará para disfrutar de largas jornadas de playa, compras, descanso y momentos en familia. El lugar elegido por el jefe del Ejecutivo no es baladí; se trata de un palacete que pertenece a Patrimonio Nacional, ya que fue un regalo al rey Juan Carlos, quien decidió donarlo al Estado. Allí ha pasado Pedro Sánchez sus últimos veranos, ya que se trata de una zona especialmente protegida, donde pasa desapercibido y, sobre todo, es un complejo de unas dimensiones muy considerables en las que tiene la oportunidad de disfrutar de una playa privada.

La Mareta se encuentra en la Costa de Teguise, en la isla de Lanzarote. Una zona que se encuentra a unos 10 kilómetros de Arrecife y que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un enclave turístico de lo más especial. Y es que, aunque durante la temporada de verano, viajan hasta allí infinidad de personas de distintas partes de Europa y de la Península, el lugar no ha sido diseñado como una zona turística. La arquitectura de Teguise fue llevada a cabo por César Manrique, una de las personalidades más importantes y con más repercusión dentro de la isla. Allí reinan las casas de color blanco, el contraste con las piedras volcánicas y la importancia de la naturaleza y el mar.

Costa Teguise, la zona de Lanzarote de la que disfruta Sánchez

Sánchez y Begoña en la playa.

Como sucede en el resto de zonas de Lanzarote, la parte en la que se alojan Pedro Sánchez y su familia cuenta con un paisaje volcánico. Aunque eso sí, con menos altura y más integración del entorno. Tanto los hoteles como las casas construidas respetan la estética tradicional; edificaciones en colores claros, de baja altura y con jardines rodeados de ceniza de los volcanes y cactus. Sí que es cierto que Costa Teguise es especialmente ventosa, lo que hace que se haya convertido en uno de los lugares preferidos de los surfistas, convirtiéndose en un punto de referencia del windsurf y el kitesurf, especialmente en la Playa de las Cucharas. Además, Teguise fue uno de los pocos destinos turísticos de Canarias diseñados casi desde cero en los años 70 con el concepto de turismo sostenible que promovía Manrique. Esto le dio un estilo armonioso con el paisaje volcánico, sin grandes rascacielos ni saturación.

Otro de los aspectos que le diferencia es que no todas sus playas son naturales. La Playa de la Cuchara y la Playa del Jablillo fueron adaptadas con diques para reducir el oleaje, algo que no ocurre en otras zonas volcánicas de Lanzarote. Esto las hace aptas para familias y deportes acuáticos, lo que es bastante inusual en una isla tan expuesta al Atlántico. Además, La Mareta se encuentra cerca del Jardín de Cactus, de los pueblos históricos como Teguise y de los paisajes protegidos de Los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, todos vinculados a Manrique. Aunque es turística, no tiene el ambiente nocturno tan fuerte como Puerto del Carmen. Se orienta más a turismo familiar y deportivo, lo que le da un perfil distinto dentro de la isla.

La Mareta, un enclave privilegiado con playa privada y piedras volcánicas

Sánchez ha llegado a la finca esta misma semana. | EFE

Sin duda alguna, lo que hace especial a Costa Teguise es que fue un proyecto planificado con una estética única en Canarias, inspirado por Manrique, combinando turismo con integración paisajística. Además, ofrece playas adaptadas para el baño en una costa volcánica y un ambiente más calmado que otros núcleos turísticos. La Mareta es uno de los enclaves más privilegiados de Lanzarote, ya que está rodeado de jardines diseñados con arena volcánica, numerosos cactus y palmeras, siguiendo el estilo tradicional canario y el concepto paisajístico del artista César Manrique. Está cerca de otras viviendas residenciales y complejos turísticos de Costa Teguise, aunque se mantiene aislado mediante un muro perimetral y medidas de seguridad especializadas.

Los jardines de La Mareta con un lago y piscina.

Además, su proximidad al mar permite acceso directo a una playa privada, resguardada de miradas externas, gracias a la posición del palacio en primera línea de costa. El complejo ocupa más de 30.000 m² de superficie total, con alrededor de 1.900 m² construidos. Está compuesto por un edificio principal y diez bungalows independientes, utilizados para invitados, seguridad o personal técnico. También, posee dos piscinas -una central y otra privada junto al bungalow principal-, un lago artificial, pistas deportivas -tenis, baloncesto-, helipuerto y accesos privados al mar.

Fue diseñada por el arquitecto Fernando Higueras y ambientado por el artista César Manrique, integra rasgos propios de la arquitectura canaria: fachadas blancas, ventanas y puertas verdes, amplios porches y techos planos. Su estética busca mimetizarse con el entorno volcánico, evitando ostentación exterior y potenciando armonía con la naturaleza circundante. La Mareta se ubica en una zona costera privilegiada de Costa Teguise, sobre un acantilado con vistas al Atlántico y rodeada de un paisaje volcánico natural y vegetación autóctona. Es un enclave muy aislado y seguro, diseñado para ofrecer privacidad total. Además, posee infraestructuras de primer nivel y un diseño arquitectónico que refleja la identidad canaria con un sello contemporáneo.

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