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Carlos III y Camila venden galletas para perros, ropa y un whisky por 3.200 libras en su tienda

Los monarcas ingleses utilizan el Castillo de Balmoral como residencia estival y fuente de ingresos por sus suvenires

Carlos III y Camila venden galletas para perros, ropa y un whisky por 3.200 libras en su tienda

Los reyes Carlos III y Camila en Inglaterra en las tierras de Balmoral. | | Europa Press

No es sólo Meghan Markle, los reyes Carlos III y Camila también tienen una tienda de artículos para el hogar. Los Reyes de Inglaterra venden sus propios productos desde la tienda de suvenires del Palacio de Balmoral, su segunda residencia y refugio personal en Escocia. Su oferta contempla merchandising propio del castillo, artículos para mascotas, ambientadores, libros infantiles y prendas de ropa, por nombrar algunas opciones. Todo el beneficio de las ventas va a parar a la pareja, dueña privada del palacio.

El negocio está en boca de todos esta semana porque se acaba de lanzar un nuevo producto que ha causado sensación. La nueva apuesta de los monarcas son las galletas de perro. «Estas galletas 100% naturales, horneadas a mano en las cocinas del Castillo Balmoral, se han elaborado con cariño en pequeños lotes para tu príncipe o princesa de cuatro patas», se lee en la página web de Palacio. Los visitantes del palacio y los interesados desde sus casas podrán hacerse con este particular recuerdo por 5 libras el paquete. Las fuentes de ingresos de los monarcas abarcan desde la asignación oficial proveniente de los impuestos y la gestión de sus propiedades hasta, ahora, la alimentación canina.

Las famosas galletas de perro de Balmoral

La tienda de los reyes Carlos III y Camila ofrece un centenar de productos de categorías muy variadas. Las más accesibles a simple vista en la web son las bebidas alcohólicas y el menaje para el té vespertino. Ambos placeres forman parte de la rutina de los monarcas y no podían faltar en su propio negocio. En este sector se encuentra el artículo más caro de toda la colección, es una botella de whisky por un valor de 3.200 libras -3.668 euros-. Para la hora de la merienda, proponen un juego completo de tazas con platos, tetera y jarra para servir la leche; todas las piezas decoradas con un estampado de tartán en colores rojos y verdes.

El mismo estampado también pinta otros productos, como los accesorios de moda. Bufandas y mantas de cashemere, posavasos, acumuladores de calor, corbatas, coleteros y pañuelos de seda. La oferta es extensa y se basa en esta mezcla de cuadros y colores históricamente relacionado con las Tierras Altas. «Los colores se eligen meticulosamente para reflejar el impresionante paisaje de los Cairngorms, que cambia con las estaciones. Cada cuadro narra la historia del Castillo de Balmoral como hogar de la Familia Real en las Tierras Altas», explican.

Carlos III vende sus propias obras

Los perros son los visitantes más beneficiados de la oferta de Balmoral. Además de tener unas galletas propias, son los protagonistas de estampados, correas de paseo con el logo del castillo y adornos para el árbol de Navidad. Los monarcas se han inspirado en el universo animal para crear otros productos más especiales, como un llavero o una chuchara para aceitunas fabricadas en base a cuernos de renos locales.

También se venden peluches para niños con formas de perritos, ardillas y gansos, pero el más llamativo es uno del oso literario Paddington. El propio rey Carlos III ha tenido la iniciativa para uno de estos artículos infantiles. Ha escrito el libro El Viejo de Lochnagar (obra propia de 1980) sobre la casa cueva de un anciano que vive en Lochnagar, en la finca Balmoral. Esta obra está disponible en la web por 8,99 libras, es decir, 10,30 euros.

El último descanso de la reina Isabel II

El Castillo de Balmoral se encuentra al norte de las islas británicas, entre Aberdeen y Edimburgo. Fue construido en 1856 por encargo de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, en el mismo lugar donde antes tenían una casa de campo. Es una propiedad privada del rey Carlos III, no forma parte del llamado Crown Estate, por lo que no pertenece al Estado ni se financia con fondos públicos. Es la residencia de verano favorita de los monarcas británicos. La utilizan entre los meses de agosto y octubre y el resto del año se mantiene como un reclamo turístico que puede visitarse. La Reina Isabel II pasaba largas temporadas en Balmoral y, de hecho, falleció allí el 8 de septiembre de 2022.

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