The Objective
Gente

Villa Giralda, el palacete en Estoril donde vivió Juan Carlos I: con tres plantas y arte europeo

El Emérito viaja con frecuencia a Portugal para visitar las amistades que forjó en su infancia y su antiguo hogar

Villa Giralda, el palacete en Estoril donde vivió Juan Carlos I: con tres plantas y arte europeo

El rey Juan Carlos en 1948, cuando vivía en Estoril, Portugal. | | Europa Press

Las últimas imágenes que se tienen del rey Juan Carlos I son del 13 de julio, cuando partió de Sanxenxo tras unos días de navegación por Galicia. Desde entonces se ha especulado dónde estaría pasando sus días de verano el emérito. Algunos medios apuntan a que ha regresado a su residencia en Abu Dabi, a recobrar las fuerzas que emplea en sus jornadas de fragatas. Otros especulan que ha elegido Portugal como su paraíso estival. Es cierto que desde que dejó España en 2020 –este domingo se cumplieron 5 años de su exilio– ha visitado el país luso con frecuencia y surge la duda de dónde se hospeda en todas estas escapadas privadas.

En las últimas semanas también se ha comentado que podría mudarse a Portugal en un futuro cercano. La cultura y geografía del país le permitirían mantener muchas de sus aficiones y amistades que ahora, viviendo en Abu Dabi, se le complican. Quiere más navegación, más visitas de sus nietos y más costumbres del país que le vio gobernar hasta 2014. Desde su entorno cercano niegan con rotundidad los rumores de mudanza a medios como ¡HOLA!: «La ‘operación Cascáis’ es categóricamente falsa», escribían hace un mes. Cascáis era una de las ciudades que más sonaban para una posible residencia del Emérito, entre otras como Estoril y Sintra, y es que ya vivió en ellas durante su infancia.

Don Juan de Borbón en Villa Giralda, su residencia en Portugal, en 1958. | Europa Press

La infancia del rey emérito Juan Carlos I en Estoril

Juan Carlos I vivió en la Riviera portuguesa entre 1946 y 1948, sobre los 10 años de edad. Creció en la costa del Atlántico junto a sus padres, Don Juan de Borbón y María de las Mercedes de Borbón y Orleans, y sus hermanos. La familia se instaló en Estoril por ser la tierra de los aristócratas exiliados. Otras familias reales europeas se habían mudado allí escapando de la posguerra en sus países tras la Segunda Guerra Mundial. Los Condes de Barcelona sirvieron de ejemplo para grandes nobles como los Condes de París, el Rey Humberto de Italia, con sus hijas Pia y Maria Gabriela, el rey Carol de Rumania, los Duques de Braganza, los príncipes de Brasil, los archiduques de Hungría o la familia real de Bulgaria.

El hogar del rey Juan Carlos fue Villa Giralda, un palacete en el centro de Estoril. Desde allí acudía al colegio en Cascais y compartió sus mejores veranos con sus hermanas, los infantes Pilar, Margarita y Alfonso -antes de fallecer en 1956-. La casa fue construida en 1936 como chalet del club de golf de la ciudad pero pronto fue convertida en la residencia habitual de la Familia Real Española. Además de hogar, sirvió de lugar de encuentro para el Consejo Privado del Conde de Barcelona. La villa recibió el nombre del yate de Alfonso XIII, el Giralda, y en honor a los antepasados andaluces de la condesa de Barcelona.

Las infantas Elena y Cristina en el jardín de Villa Giralda, en los años 60. | Europa Press

Tres plantas, un jardín de ensueño y vistas al mar

En 1979 los inquilinos la adquieren por un valor de 2,1 millones de escudos, para luego venderla en 1988. Con sus vistas al mar era una propiedad de alto valor en el mercado. Durante su estancia en Villa Giralda pudieron hacer las modificaciones que creyeran necesarias para adaptar la casa a sus necesidades. Contaban con 2.384 metros cuadrados de terreno y 684 metros cuadrados de la propia casa. Elevaron la zona construida hasta las tres plantas y decoraron a su gusto las estancias con arte proveniente de sus anteriores casas, Villa Farnesina en Roma y Villa Les Rocailles en Lausana, Suiza.

En 1948 Juan Carlos dejó esta casa en Estoril para seguir formándose en España, bajo la tutela de Franco. Continuó visitando la costa portuguesa con frecuencia y de esa etapa, conserva muy buenas amistades. Algunos de ellos fueron Don Duarte de Braganza, príncipe heredero del antiguo trono portugués, y Simeón de Bulgaria, último zar de Bulgaria y primer ministro del país.

Publicidad