Una cocinera desvela la pasión por el torrezno de la reina Letizia: «Me preguntó si era sano»
La creadora de contenido, Paula Monreal, ha compartido una anécdota con la reina en los Premios Planeta en Barcelona

La reina Letizia, en una imagen de archivo. | Gtres
Que la reina Letizia cuida mucho su alimentación es una realidad. Una de las primeras decisiones que tomó, en conjunto con el rey Felipe, cuando llegó a Zarzuela, fue la de tener su propio huerto. En él, desde hace más de veinte años, se cultivan las hortalizas y frutas de las que disfruta la Familia Real en su día a día. Y es que, aunque en alguna que otra ocasión se ha contado que la mujer del Rey es vegetariana, Letizia lleva a cabo una dieta variada y equilibrada en la que los grandes protagonistas son los alimentos cultivados por ellos mismos. Aunque eso sí, al igual que otra persona, también se da sus propios caprichitos.
Ha sido la cocinera y creadora de contenido, Paula Monreal, quien ha compartido una divertida anécdota que vivió con la reina Letizia. Lo ha hecho en el podcast de Somos Kapra en el que ha contado que, en unos premios en Barcelona, coincidió con Letizia, a quien describe como una mujer muy agradable y amable. La propia mujer de Felipe VI le confesó a Paula que tenía una pregunta para ella: «¿Qué es más saludable? ¿Los torreznos o las croquetas?». A lo que la influencer respondió que la primera opción. «Ves, yo también pienso que es más saludable el torrezno», expresó la reina, dejando buena constancia de que siente cierta predilección por esa pequeña tira de panceta bien curada y crujiente.
«¿Qué es más sano? ¿Una croqueta o un torrezno?»
«Me quedé flipada; es espectacular y guapísima», ha contado la propia Paula al mencionado podcast. «A ella le gusta comer bien», apunta la influencer. Lo cierto es que han sido varias las ocasiones en las que la reina Letizia se ha interesado por recomendaciones de expertos para saber qué alimentos son saludables y, sobre todo, cómo puede llevar adelante la dieta que ella misma ha elegido. De esta manera, como se ha compartido en varias publicaciones, la mujer de Felipe VI combina una dieta poco inflamatoria, que le ayuda a tener una piel radiante y saludable, con la práctica continua de deporte. Es por eso que en su día a día no faltan algunas frutas como los arándanos o el aguacate, así como las verduras de hoja verde del tipo de las espinacas o las acelgas. También, se decanta por el pescado azul, especialmente el salmón y por huevos y lácteos naturales como el yogur griego.
Además, fomenta el consumo de grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, frutos secos, cúrcuma o el cacao puro. También, consume productos ricos en antioxidantes como los frutos rojos, la avena o el té. De esta manera, Letizia intenta evitar, en exceso, los ultraprocesados, el azúcar, el alcohol o los refrescos. Es más, como ya comentamos en THE OBJECTIVE, la bebida favorita del rey Felipe es la cerveza, que suele pedírsela cada vez que acude a algún evento, mientras que su mujer prefiere optar por un agua con gas. Lo cierto es que en la vida de la reina Letizia es de vital importancia la hidratación, por lo que consume la cantidad diaria recomendada de agua. Es, sobre todo, en su rutina cuando es más exigente, pero cuando sale a comer o cenar fuera suele ser más laxa.
Los caprichitos de la reina Letizia

Hace unos días, coincidiendo con sus vacaciones en Palma, tanto la reina como su marido y sus hijas salieron a cenar por la capital de Mallorca. Allí disfrutaron del restaurante Mia, que es de tradición mediterránea y que destaca por estar especializado en pescados de la zona. Como contrapunto, en una visita a Soria, la reina se permitió unos torreznos —panceta frita— junto con sus hijas, un momento anecdótico que se ha hecho público. Lo cierto es que este plato es normal que sea una de las debilidades de la reina, ya que combina la grasa del cerdo con un bocado crujiente acompañado de la untuosidad del pan. Se trata, además, de una gran fuente de proteínas animales de buena calidad, necesarias para la reparación muscular y la formación de tejidos. Posee un alto contenido en grasas saturadas, lo que lo convierte en un alimento muy calórico, ideal en entornos de alto gasto energético.

Además, contiene hierro hemo —que es fácil de absorber—, zinc y fósforo. Al ser rico en grasas y proteínas, ayuda a sentirse lleno por más tiempo, lo que puede evitar picar entre comidas. Más allá de lo nutricional, tiene valor como alimento tradicional, vinculado a recetas, costumbres y momentos sociales. Es por eso que no habrá que abusar de ello, pero sí que puede ser un caprichito para de vez en cuando. Al igual que, por ejemplo, hace la reina Letizia.