La vida personal de Rosa Tous: su fortuna con las joyas, su divorcio y un hijo que es psicólogo
La empresaria comparte su familia su pasión por las joyas y se licenció en Gemología y lleva las comunicaciones de la empresa

Rosa Tous, en una imagen de archivo. | Asociación de Directores de Comunicación
Rosa Tous lleva la pasión por las joyas en la sangre. La heredera de uno de los imperios más importantes de nuestro país, Tous, siempre demostró que quería llevar las riendas de la joyería familiar. Para ello, se formó como gemóloga y, actualmente, es una de las empresarias más importantes de nuestro país. Rosa nació en la localidad catalana de Manresa a mediados de los años 60 y siempre tuvo muy claro lo que quería ser. «Desayunábamos pendientes, comíamos pulseras y cenábamos collares», confesó en una entrevista en la que confirmó que la joyería familiar formaba parte de su día a día. Fue su abuelo, relojero de profesión, que le inspiró a seguir su mismo camino.
Es por eso que se decantó por estudiar Gemología en el Gemological Institute of America (GIA, California) y cursó el programa PADE en IESE. Fue en 1987 cuando entró en Tous, tras terminar sus estudios, y asumió responsabilidades en comunicación, marketing y desarrollo corporativo. Junto a sus hermanas, Alba, Laura y Marta, se ha convertido en una parte fundamental del liderazgo. Aunque eso sí, cada una de ellas tiene un papel distinto. Nacida en esta localidad catalana, Rosa siempre demostró un profundo amor por la profesión que unió a su familia. Es más, fue su madre quien comenzó con el diseño de pequeñas piezas en una trastienda.
Los comienzos de la familia Tous en el mundo de las joyas
Se incorporó a la empresa familiar en los años 90, justo cuando empezaba su expansión internacional. Allí creó los departamentos de formación, marketing y comunicación. Entre 2006 y 2013 ejerció como Directora de Relaciones Institucionales. Desde 2013 es Vicepresidenta Corporativa, y en 2022 asumió además el cargo de Reach & Relevance Officer. En todo este tiempo ha impulsado distintos proyectos que han sido clave para la expansión de la marca. Uno de ellos ha sido Tous Heritage, un archivo/museo híbrido —físico y digital— que preserva y difunde el legado histórico de la marca. También, ha creado Tous School, una escuela de joyería y oficios artesanos, como una iniciativa socioeducativa que busca preservar la artesanía joyera —incluye becas, talleres de restauración y colaboración con escuelas en España, México y Puerto Rico—.
Además, Rosa ha sido la encargada de llevar a cabo estrategias de sostenibilidad y economía circular, con proyectos como Afterlife —bolsos hechos de lonas publicitarias recicladas, en colaboración con Fundación Ared— y el marco estratégico Tous Next. Ha participado en la apertura de espacios innovadores como «Casa Patio» en Sevilla, diseñando una experiencia de cliente que mezcla tradición, artesanía y personalización en joyería. Hasta abril de este mismo año presidía la Asociación para la Defensa de la Marca (ANDEMA) desde 2017, y fue recientemente anunciada su salida de ese cargo tras numerosos logros en protección jurídica de marcas. Es, además, vicepresidenta segunda del Colegio Oficial de Joyeros, Orfebres, Relojeros y Gemólogos de Cataluña (JORGC) desde 2020 y miembro activo de entidades como Círculo Fortuny, el Foro de Marcas Renombradas de España, y es patrona de la EAE Business School en 2024.
La unión de Rosa con sus hermanas y madre de tres hijos
Ha sido galardonada en varias ocasiones: Emprendedora del Año (EY) en 2017 junto a sus hermanas, ELLE Woman Award en 2022, y reconocida entre las Top 100 mujeres líderes en España en 2023 y 2024. Sobre su vida personal, en el verano de 2014 se confirmó que Rosa había tomado la decisión de divorciarse. En ese momento, tenía tres hijos que hoy casi alcanzan la veintena. Es más, el mayor es psicólogo, tal y como él mismo confirma en las redes sociales. Las cuatro hermanas han crecido juntas en el negocio, tanto personal como profesionalmente. Alba es la presidenta corporativa mientras que Marta se ocupa del diseño creativo. Por su parte, Laura gestiona las finanzas y la estructura patrimonial. Y Rosa, siendo la mayor, coordina comunicaciones institucionales y estratégicas. En una entrevista, Rosa expresó su profunda admiración por sus hermanas: «Mis tres hermanas… tres mujeres con carácter, con iniciativa y valentía. En cada una de ellas veo algo diferente pero único…».
También ha compartido con humor cómo fue crecer entre joyas: «En mi casa de pequeñas desayunábamos pulseras, comíamos pendientes y cenábamos anillos», una representación de una infancia familiar muy ligada a la joyería. A pesar de que trabajan codo a codo fomentando la visión común para Tous, también reconocen que «en muchas ocasiones me sale la vena de hermana y discutimos» respecto a cuestiones de la empresa. Un reportaje reciente subraya que cada hermana también ha formado su propia familia y que –curiosamente– ninguna de sus parejas está involucrada en el negocio, lo que pone aún más en valor la forma en que juntas mantienen la marca pero separan dinámicas personales y profesionales.
Rosa es la que probablemente más arraigada está a las creaciones que se hacen en Tous. Es más, usa el apodo de Labradorita, haciendo referencia a esta piedra, que destaca por su base gris y reflejos coloridos. Sobre el emblemático oso, este no surgió en la joyería. Fue en 1985 cuando Rosa Oriol —su madre— lo vio en una vitrina y lo convirtió en símbolo de la marca, buscando apelar a la nostalgia infantil: sueños compartidos y recuerdos de peluches queridos. Desde su creación, se han vendido más de 50 millones de ositos en todo el mundo, convirtiéndose en uno de los símbolos más exitosos y reconocidos de la joyería mundial. La madre de Rosa fue pionera en la idea de que las mujeres podían comprar joyas por sí mismas, no esperar que se las regalasen. Identificó este cambio en los años setenta, y Tous se convirtió en una de las primeras firmas en democratizar el lujo. Aunque hoy es vicepresidenta de Tous, Rosa reconoce que Alba —presidenta— es su jefa. Y como hermanas, no siempre están de acuerdo: «Me sale la vena de hermana y discutimos».