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En la vida de María del Prado: un cáncer que le dio «paz» y organiza retiros en el Pazo de Oca

María del Prado está casada con Pablo de Hohenhole y dejó su trabajo en la firma Chloé para dedicarse al ‘mindfullness’

En la vida de María del Prado: un cáncer que le dio «paz» y organiza retiros en el Pazo de Oca

La duquesa de Tarifa junto a su marido, Pablo de Hohenhole. | Gtres

Hace unos días, Eugenia Martínez de Irujo, su hija Tana, su hermano, Cayetano, y la hija de este, Amina, coincidieron en un conocido club de Cádiz. Allí disfrutaron de un espectáculo flamenco, junto a otros nombres conocidos de la jet set, y en un ambiente de lo más selecto. Y es que su dueña, María del Prado es una de las personas con más influencia en la zona sur de nuestro país. Aunque ha dedicado casi toda su vida al yoga y al mindfullness, María promueve el bienestar interior y ha querido demostrar que todo este mundo no pertenece solamente a las clases altas.

María de la Luz del Prado nació en Madrid a finales de los años 70, hija de los marqueses de Caicedo. El ducado de Denia y Tarifa fue creado por el rey Alfonso XII en 1882, otorgado a Ángela María Apolonia Pérez de Barradas y Bernuy, duquesa viuda de Medinaceli. En 1886, los dos ducados se separaron, y en 1890 el Ducado de Tarifa pasó a su hijo Carlos Fernández de Córdoba y Pérez de Barradas, quien desempeñó un papel destacado como ingeniero de montes, senador, gran benefactor del Museo del Prado y gestor del Coto de Doñana. Tras varios sucesores, entre ellos Victoria Eugenia Fernández de Córdoba —duquesa de Medinaceli—, el título llegó a su nieto Marco de Hohenlohe y a su hermano Pablo, esposo de María del Prado.

La vida de María del Prado

María del Prado junto a su marido, Pablo de Hohenhole. | Gtres

A los 32 años, María fue diagnosticada con cáncer de mama. Esta experiencia marcó un antes y un después; adoptó cambios radicales en su estilo de vida, como una dieta más saludable, yoga, meditación y mindfulness. Después de recuperarse, dejó su trabajo en la firma de lujo Chloé. En todos estos años, se ha convertido en terapeuta, facilitadora en desarrollo transpersonal y consultora en mindfulness —organizando talleres, «cuarentenas de lectura», ejercicios online y retiros tanto en la Costa del Sol como en el histórico Pazo de Oca en Galicia—. En estos años, como confirman en Vanity Fair, ha descrito su enfermedad como «una bendición» que la llevó a descubrir su verdadera vocación y le aportó paz.

Se casó en 2002 con Pablo de Hohenlohe, un enlace que se convirtió en uno de los eventos sociales más importantes del momento. Es más, a la boda acudió hasta el rey Felipe VI, quien fue testigo. Juntos tienen dos hijas; Celia y Allegra. Su trabajo se centra en promover el bienestar interior y demostrar que el mindfulness y la meditación no son exclusivos de las élites: «La gente con menos recursos es la que más invierte en estar bien por dentro». Lo cierto es que la enfermedad que vivió, sin duda, marcó un antes y un después en su vida. Este episodio impulsó un cambio profundo en su rutina; abandonó su trabajo como directora comercial de la firma Chloé en Puerto Banús y emprendió un camino de sanación transformadora, incluyendo cambios en su alimentación, ejercicio, yoga, meditación y el enfoque del mindfulness.

El cáncer que vivió fue «una bendición»

Desde entonces, su cáncer ha estado en remisión. Según ABC, lleva más de una década con «buenos resultados» en sus revisiones médicas. María considera que la experiencia del cáncer —aunque difícil— la condujo a encontrar su verdadera vocación. Se dedica a organizar retiros clases de meditación —incluso ofrece varias gratuitas durante circunstancias como la pandemia—, talleres y eventos como «Static Dance», una forma dinámica de meditar a través del baile. Uno de los retiros más especiales, sobre todo por la naturaleza y la historia que les rodea, es el Pazo de Oca, el conocido como «Versalles gallego».

Estos retiros son espacios cuidadosamente diseñados para «desconectar del mundanal ruido», reconectar con uno mismo y cultivar la calma interior. Según informa ABC, María del Prado los denomina «Health & Heritage» —Salud y Patrimonio— y facilitan una semana de inmersión en calma, reparo emocional y consciencia plena. Si echamos un vistazo a su página web, nos damos cuenta que María del Prado ofrece retiros —de fin de semana o de cinco días— con un enfoque integral y holístico. Estos incluyen dinámicas terapéuticas, mindfulness, meditación, jardinería consciente, yoga, ejercicio físico suave y alimentación saludable. Estos programas pueden realizarse en lugares emblemáticos como el Pazo de Oca, o en otros enclaves excepcionales. Este pazo es uno de los más especiales de Galicia y pertenece a la Fundación Casa de Medinaceli y está declarado Bien de Interés Cultural.

Sus retiros en el Pazo de Oca y su trabajo en el Festival Flamenco Trocadero

Su ambiente sereno, combinado con la belleza natural de los jardines, crea una atmósfera propicia para la práctica de mindfulness y la reconexión con el presente. María del Prado ha descrito estos retiros como una oportunidad para «dejar de pensar en el pasado o el futuro, y disfrutar de las cosas bonitas que suceden en el presente». Como bien indica María, el retiro en este entorno no solo nutre la mente y el cuerpo, sino que también promueve la conexión con la belleza, la historia y el equilibrio físico-emocional. Además de realizar retiros, como comentábamos, también se ha dedicado a la música.

María del Prado es la impulsora y directora del Festival Flamenco Trocadero, un festival boutique de flamenco que se celebra en Sotogrande —Cádiz— con actuaciones de figuras del cante, el baile y la música flamenca. La idea nació como un proyecto cultural para apoyar la cultura y la hostelería, muy afectadas por la pandemia. El festival se realiza en el espacio del Trocadero Sotogrande, un beach club y restaurante del conocido Grupo Trocadero. Fue gracias a la colaboración con Dionisio Hernández-Gil, quien puso el lugar a disposición del proyecto. Él proporcionó el espacio, apoyo logístico y sponsor para hacer realidad el festival.

María ejerce como directora artística y organizadora principal del festival, junto a los artistas flamencos José Manuel Fernández Tobalo y Raúl López El Perla, quienes funcionan como codirectores artísticos. Más allá del festival, ella combina esta labor cultural con su trayectoria como terapeuta transpersonal e instructora de meditación, habiendo transformado su vida tras superar un cáncer de mama hace ya más de una década. También, ha escrito su primera novela, La buena sombra. Parece ser que sus hijas han querido seguir su camino y, por eso, este mismo verano organizaron una de las fiestas más importantes para la jet set que, además, tuvo lugar en el Pazo de Oca y con invitados de altura. Hasta Galicia se trasladó Irene Urdangarin junto a su novio, Juan Urquijo, en la que disfrutaron de un entorno y gastronomía de excepción.

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