Las quintas vacaciones de Kate y Guillermo en un año: se escapan a su castillo más especial

Parece ser que Kate Middleton y el príncipe Guillermo le han cogido el gusto a eso de las vacaciones. Los príncipes de Gales pondrán rumbo —si no lo han hecho ya—, en los próximos días, al Castillo de Balmoral. Allí, como manda la tradición, les esperan el rey de Inglaterra y la reina consorte, Camila Parker-Bowles. Juntos se reunirán junto a los pequeños George, Charlotte y Louis, quienes apuran sus últimos días de descanso antes de comenzar con el colegio. Lo cierto es que estos últimos meses están siendo de muchos cambios para Kate y su marido, ya que han decidido mudarse de casa, a una más pequeña y más rodeada de naturaleza. Por el momento, antes de ponerse con las cajas, los príncipes han decidido disfrutar de sus últimas vacaciones, las quintas de este año. Algo que ha sido muy criticado por la prensa inglesa.

Y es que, a pesar de que han vivido momentos especialmente complicados, parece ser que ni Kate ni Guillermo están al cien por cien para volver a sus responsabilidades dentro de la Corona. En los últimos tiempos, sus ausencias en algunos actos de la Casa Real ha sido una realidad, dejando al rey Carlos solo, quien también está pasando por un problema bastante grave de salud. Una actitud que, sin duda, ha hecho mella en sus ciudadanos, quienes devotos de la monarquía, están siendo conscientes de que ni Kate ni Guillermo están especialmente comprometidos con su trabajo. Es por eso que estas quintas vacaciones están siendo la gota que colma el vaso, después de un año en el que se han paseado por los alpes franceses para practicar esquí o han viajado hasta la isla paradisiaca de Mustique.

Los Alpes franceses, Mustique y Grecia: las vacaciones de Guillermo y Kate

Fue a principios del año cuando Kate, Guillermo y sus hijos fueron vistos practicando uno de los deportes que más disfrutan. Tal y como informaron los medios ingleses en su momento, los príncipes de Gales se alojaron en uno de los resorts más cercanos a las pistas de esquí, donde intentaron pasar lo más desapercibido posible. Además, estas vacaciones coincidieron con el anuncio de que el cáncer, del que había sido diagnosticada un año antes, estaba en remisión. Un mes después, en febrero, la Casa Real anunció que ni Kate ni Guillermo iban a acudir a los Premios Bafta, una decisión que llamó especialmente la atención, ya que suele ser una cita que nunca se pierden. Exceptuando el año anterior, cuando la princesa estaba sometiéndose a su tratamiento contra el cáncer. En vez d acudir a la gala de premios, el matrimonio se escapó —de nuevo junto a sus hijos— hasta Mustique, concretamente a una isla privada del Caribe.

Este fue su segundo viaje familiar del año, en apenas dos meses, después del esquí. Lo cierto es que Mustique es uno de esos lugares que les ofrece mucha tranquilidad, privacidad y estar rodeados de naturaleza y playas. Durante las celebraciones de Pascua, Guillermo y Kate optaron por no asistir a las actividades reales en Windsor, y en su lugar pasaron el día en su hogar campestre, Anmer Hall, en Norfolk, junto a sus hijos y los padres de Kate. Una decisión que, también, fue ampliamente criticada, después de que desecharan la idea de acudir a sus compromisos profesionales y prefirieran irse de vacaciones. Para celebrar su aniversario de boda a finales de abril, la pareja regresó a las tierras donde se conocieron (Universidad de St Andrews) y visitaron las islas de Mull e Iona, en las Hébridas Interiores. También aprovecharon para apoyar iniciativas de sus fundaciones en las comunidades locales, alojándose en una casa sencilla y priorizando la simplicidad. Aunque eso sí, estos días se enmarcaron dentro de su agenda, aunque no dejaron de disfrutar de su tiempo a solas.

Durante los meses de julio y agosto, Kate ha ido compartiendo algunos vídeos a través de su serie Mother Nature, Kate compartió imágenes de ese verano narradas por ella, donde examinaba temas como el crecimiento, la amistad y la conexión con el entorno natural. Esto sugiere que la familia ha pasado un verano sereno, probablemente al aire libre y en entornos privados. Y además de disfrutar del entorno tan espectacular que le proporciona Reino Unido, el matrimonio también se habría escapado hasta Grecia. Concretamente a Cefalonia, en lo que sería otro retiro familiar de lujo en 2025. Aunque no ha sido confirmado oficialmente, la prensa local describió el viaje como discreto, con seguridad reforzada y alta privacidad.

Todavía les queda Balmoral

Lo cierto es que, sobre cada una de estas escapadas, tanto los medios como la sociedad inglesa tienen las cosas muy claras. En Reddit y otros foros, muchos expresaron indignación y desaprobación al percibir que la pareja pasa más tiempo de vacaciones que realizando compromisos oficiales. Además, también se les ha pedido un poco más de transparencia en cuanto a sus viajes oficiales. Y es que hay mucha falta de información sobre estos viajes privados, generando sospechas sobre la comunicación del Palacio. A pesar del descontento, algunos sectores siguen apoyando a la Princesa. Por ejemplo, una encuesta de YouGov reflejó que el 61 % de los británicos consideró que la cantidad de información divulgada sobre su salud era justa, lo que muestra que aún conserva empatía y respaldo en ciertos contextos.

Por el momento, tanto Kate como su marido tienen pensado disfrutar de su último destino de vacaciones; Balmoral, uno de los castillos más especiales para la Familia Real inglesa. Tanto el rey Carlos como Camila ya iniciaron su etapa en este castillo, el mismo que vio morir a la reina Isabel de Inglaterra. Ha sido la tradición la que ha marcado la visita de los príncipes a este castillo, que sirvió como retiro, durante muchos años, para la monarca. La residencia ofrece un entorno ideal para relajarse como «personas normales»: paseos por la naturaleza, pesca en el río Dee, paseos en bicicleta, picnics y paseos a caballo. demás, hay espacio para que los niños exploren libremente y disfruten del aire libre, mientras «Grandpa Wales» (el rey Carlos) puede acompañarlos en paseos por el campo. La familia pasa también tiempo en Tam-Na-Ghar, una cabaña privada dentro del terreno de Balmoral, muy cercana a Birkhall, que les brinda tranquilidad y cercanía familiar.