Paz Vega (actriz): «Ceno solo un alimento para mantener la línea y no complicarme»
La actriz, que se hizo conocida por su papel en ‘7 Vidas’ cuida mucho su alimentación y hace deporte de forma continua
Paz Vega, en una imagen de archivo. | Gtres
Aunque nació en España, María de la Paz Campos Trigo —más conocida como Paz Vega— decidió marcharse hasta Estados Unidos a principios de los 2000. Ahí comenzó una carrera con el objetivo de conquistar uno de los mayores deseos de los actores y directores; Hollywood. Así, su cultura y sus modales aún siguen influenciados por el país americano pero, también, por su marido, Orson Salazar, quien nació en Venezuela. Y es por eso que en su rutina se mezclan distintas costumbres que, sin duda, le han enriquecido personalmente durante todo este tiempo. También a la hora de comer.
Paz Vega estudió actuación en el Centro Andaluz de Teatro y también cursó dos años de periodismo, aunque abandonó estos estudios para trasladarse a Madrid y dedicarse al mundo de la interpretación. Su primer aparición en pantalla fue en series como Menudo es mi padre, Más que amigos y Compañeros en los años 1997-1998. La popularidad le llegó gracias a 7 vidas (1999–2006), la sitcom que la dio a conocer como Laura, catapultándola al estrellato en España. En 2001, protagonizó Lucía y el sexo de Julio Medem, papel que le valió el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación y la consagración como figura emblemática del cine español.
La cena que elige Paz Vega cuando no quiere complicarse
En 2024, Paz Vega debutó como directora y guionista con la película Rita, que también protagoniza. Se ambienta en la Sevilla de 1984 y aborda temas como la violencia de género desde una mirada infantil y nostálgica. La cinta fue presentada en festivales como Locarno y Valladolid, y ha sido reconocida por su sensibilidad narrativa, enfoque visual y su carga social. Además, obtuvo varios reconocimientos. Aunque habiéndose convertido en una de nuestras actrices más internacionales, Paz siempre ha intentado mantener su vida personal en un segundo plano, aunque sí que es cierto que, en alguna que otra ocasión, ha confesado detalles sobre su parcela más íntima. Así, podemos saber que una de sus cenas favoritas —cuando va con prisa y no tiene tiempo de muchas elaboraciones— es el pepino con un poco de sal y aceite, lo que le ayuda a cuidar la línea «sin complicarse» demasiado.
El pepino es un alimento muy hidratante, ya que contiene un 95% de agua —ayuda a reponer líquidos, ideal en climas cálidos o después de un día largo—. Además, es bajo en calorías y una gran fuente de fibra ligera, lo que hace que se favorezca la digestión y la sensación de saciedad. También, aporta distintas vitaminas como la K, algo de vitamina C, potasio y magnesio. Tiene efecto diurético natural, ayudando a reducir retención de líquidos. Por su parte, el aceite de oliva virgen extra posee grasas saludables, que son beneficiosas para el corazón, así como antioxidantes y aumenta la saciedad. La sal realza el sabor, pero conviene usarla con moderación para evitar exceso de sodio —puede favorecer la retención de líquidos y aumentar la tensión arterial en personas sensibles—.
Los beneficios del pepino por las noches y sus riesgos
Pero ¿es bueno tomar pepino por la noche? Pues bien, nos encontramos con distintas ventajas. La primera de ellas es que es muy ligero y fácil de digerir, perfecto si no tienes hambre pero quieres algo fresco. También, aporta saciedad con pocas calorías, lo que puede ayudar si buscas controlar el peso. Además, el aceite de oliva da un plus nutritivo y ayuda a que la cena no sea «vacía». Si lo cenas de forma habitual, puede ser poco completo nutricionalmente, ya que no aporta proteínas ni carbohidratos de calidad. El pepino puede dar gases o digestión ligera pero incómoda en personas sensibles, sobre todo si se toma muy tarde. Si le pones demasiada sal, puede favorecer retención de líquidos nocturna. Para que sea una cena completa y saludable conviene añadir proteínas y un poco de fibra o carbohidratos de calidad.
Para ello, podremos hacer una ensalada proteíca, con una base de pepino en rodajas con aceite de oliva y sal. También, se podrá añadir una lata de atún en conserva al natural o en aceite de oliva, huevo duro, tomate y cebolla. Y algunos extras como aceitunas o un poco de aguacate. Otra opción será hacer un bol mediterráneo con el pepino como protagonista, incluyendo garbanzos cocidos, pimiento rojo, cebolla morada, perejil y un poco de queso feta. El aliño será de aceite de oliva, sal, limón y un toque de comino. Un wrap también será una buena idea, en el que se combine pepino con lonchas de pechuga de pavo o pollo a la plancha, hummus y rúcula. Si nos queremos poner un poco más internacionales podremos optar por un tzatziki, típico de la cultura griega, con una base de pepino rallado, yogur griego natural, ajo picado, aceite de oliva, sal y menta. Por tanto, la clave será añadir proteína, como el huevo, pescado, legumbre, yogur o carne magra. También, será esencial incorporar fibra y mantener las grasas saludables.
Cómo se cuida Paz Vega
Lo cierto es que la actriz siempre ha presumido de cuidarse mucho y muy bien. La actriz cuida su alimentación con alimentos frescos, de temporada, sin procesados. Reconoce la importancia de cenar bien no solo por apariencia, sino por salud y futuro, especialmente por sus hijos —por lo que lo del pepino debe ser algo puntual—. Ha admitido que «algún día puede pasarse con el vino», pero sin restricciones generales. Además, siempre ha considerado ue el aguacate no puede faltar en su dieta. Lo valora por ser una excelente fuente de potasio, magnesio, grasas saludables, vitamina E y antioxidantes. Es una gran apasionada del deporte, combina natación, pilates y ciclismo en familia. Y cuida, también, su aspecto físico. Su rutina facial se basa en tres pilares: limpieza, hidratación y protección solar diaria, incluso en invierno. Utiliza un exfoliante una vez por semana para limpiar la piel en profundidad. En pieles secas, lo emplea para desmaquillarse y mantenerla suave.
En resumen, Paz Vega cuida su cuerpo y mente con un enfoque holístico con una alimentación limpia, movimiento regular y natural, una rutina de belleza simple y constante, y una filosofía de aceptación como base de su bienestar. Todo ello refleja un equilibrio que va más allá de la estética.