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Giorgio Armani deja su firma en manos de cinco herederos: el secreto legado del rey italiano

El diseñador, que ha fallecido con 91 años, tenía una fortuna que oscila entorno a los 10.000 millones de euros

Giorgio Armani deja su firma en manos de cinco herederos: el secreto legado del rey italiano

El diseñador Giorgio Armani con su mano derecha, Leo Dell'Orco, en 2019. | | Europa Press

Ayer despedimos al diseñador Giorgio Armani, que falleció a sus 91 años en su residencia de Milán. Los medios italianos especulan que se debió a una infección pulmonar que arrastra desde julio. El mundo de la moda llora la pérdida de este referente de la elegancia y el saber hacer italianos, pero hay que mirar hacia delante. Todos los ojos están puestos en los siguientes pasos de su empresa, su fundación y su círculo más cercano de colaboradores. Una de las grandes preguntas es cómo se repartirá su fortuna estimada en 10.000 millones de euros.

El primer foco de atención es la continuidad de su legado artístico, un tema ya aclarado por la firma. Seguirá presentando la colección de primavera-verano 2026 en la semana de la moda que se celebra en la ciudad italiana a finales de este mes de septiembre. El acto ya contemplaba un homenaje especial al «rey Giorgio», que así le llaman los que le conocieron, por sus 50 años de labor, y ahora se espera un nuevo gesto por su partida. Además de la faceta estilística, también ha dejado a la empresa que fundó en 1974 sin un dirigente claro. El negocio tiene que comenzar los trámites para la continuidad de sus actividades y en breve se harán públicos los nuevos altos cargos que continuarán su labor al frente del gigante textil.

10.000 millones de euros a repartir entre quiénes

El testamento de Giorgio Armani ha permanecido en secreto por dese expreso del propio diseñador. Hace años que planeó su sucesión pero apenas su notario era conocedor del total de los cambios imaginados, tal y como confesó a El Mundo. «He preparado el plan de sucesión con mi habitual pragmatismo programático y mi gran discreción, pero no lo revelaré ahora, porque todavía estoy aquí», desveló en el libro Per Amore, que publicó en 2022. Algo que sí confesó en el momento es que buscaba una continuidad para sus trabajadores, su arte y sus clientes, pero sobre todo para su legado. Continuó poniendo en valor sus 5 décadas de trabajo: «Llevo tiempo pensándolo, porque quiero que el fruto de tanto trabajo -esta empresa a la que he dedicado toda mi vida y toda mi energía- perdure durante mucho tiempo, incluso sin mí».

Armani se ha ido sin revelar los secretos de su testamento, pero se sabe que la compañía se apoyará en el círculo íntimo y cercano del diseñador en esta nueva etapa sin él. No tiene herederos directos, ni cónyuge ni hijos que faciliten estas pesquisas. Su familia viva está formada por su hermana Rosanna, de 86 años, que le ha sobrevivido, y tres sobrinos. Andrea Camerana, de 55, es hijo de esta hermana que aún vive, y luego están Silvana, de 69, y Roberta, de 54, que son hijas de su hermano Sergio, que falleció hace años. Los cuatro familiares forman parte del consejo de administración de la firma. Especialmente Roberta trabaja muy directamente con su tío desde 1992, como encargada de internacionalizar la marca y procurar unas relaciones públicas influyentes según los cánones que estableció Giorgio en vida.

Su compañero Leo Dell’Orco, el principal heredero

A estos cuatro herederos de sangre se suma la mano derecha del diseñador. El también italiano Leo Dell’Orco, de 73 años, ha acompañado lealmente a Giorgio Armani durante más de 45 años. Ha sido su ayudante de diseño en todas las colecciones lanzadas y su confidente en materias personales, como ya confesó en el citado libro. «En realidad se llama Pantaleo… es la persona a la que he confiado mis pensamientos más íntimos, personales, de trabajo y no, que ha sabido guardar para sí con gran reserva. ¡Gracias, Leo!», escribió. En este hombre también descansan los planes de futuro, inmediatos y lejanos, de la firma: «Es mi colaborador y es muy bueno, igual que mi sobrina Silvana con la colección femenina. Estoy preparando mi futuro con las personas que tengo ahora a mi lado», había admitido Giorgio Armani en 2021. Leo por su parte ha preferido «estar entre bastidores y hacer las cosas importantes desde allí», comentó en una entrevista de 2023.

Se ha calculado que la fortuna del diseñador alcanza los 10.000 millones de euros, entre el valor y las inversiones de la firma de moda, sus negocios inmobiliarios y su archivo personal de prendas históricas. Hasta el momento de su muerte ha sido dueño del 99% de su marca, mientras que du fundación poseía el otro 1% restante. En vida fijó unos estatutos para que al marcharse su marca continuara su labor en cada una de sus facetas. Uno de ellos protege que la sucesión tendrá que asegurar «autonomía e independencia, un enfoque ético de la gestión, con integridad y corrección, atención a la innovación y a la excelencia, prioridad absoluta al desarrollo continuo de la marca Armani, sostenido con adecuadas inversiones, una gestión financiera prudente y equilibrada, un limitado recurso al endeudamiento y un precavido enfoque en las adquisiciones».

El alimento de sus herederos y trabajadores

Giorgio Armani ha cuidado a sus herederos y trabajadores hasta el final, planteando su situación al marchar de esta vida: «Con esta decisión, marcada por la continuidad, garantizada por la fundación y mis herederos, quiero sobre todo dar seguridad a todas las personas del Grupo Armani que trabajan con lealtad y pasión confiando siempre en mi persona, y al mismo tiempo a todos los que han contribuido al plurianual éxito de la sociedad y para los cuales tendré siempre una sincera gratitud». Esta idea de conservación ya le llevó a fundar el museo Silos, como un almacén que conserve durante años el alimento de muchas personas. «Y así, como la comida, el vestir sirve para vivir. La idea es dejar a la ciudad el testimonio de un trabajo que no sea solo para contemplar, sino que sirva de estímulo para dar vida a nuevas ideas», comentó en su momento sobre esta iniciativa, en la que invirtió 50 millones de euros.

Pero no se habla sólo de Armani. Las riquezas del rey de la moda italiana van más allá de la firma. Su patrimonio inmobiliario de lujo estaba asentado por todo el mundo. Tenía un palacete en Milán donde vivió sus últimos años y murió este pasado jueves. A este hogar se suman sus propiedades en París y Saint Tropez, en Francia, o Saint Moritz, en Suiza. En su cartera se encuentra también un yate de lujo, el Main, de 65 metros de eslora y valorada en 60 millones de euros, agrandaban aún más su cartera. Se dice que lo último que diseñó fue otro barco, el Admiral, valorado en 105 millones de euros y que pretendía zarpar este año.

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