El imperio perdido de la baronesa Thyssen: qué fortuna conserva, de Andorra y Suiza a Palma

El esplendor de Carmen Cercera, también conocida en el mundo del corazón como baronesa Thyssen, alcanzó su punto máximo en los años 90s. Por ese entonces estaba felizmente casada con Heini Thyssen. Era su tercer marido y también quien le dio la vida más tranquila. Desde su boda en 1985 hasta que el magnate falleciera en 2002, esta celebridad disfrutó de un estilo de vida despreocupado. Sus intereses incluían la crianza de su hijo Borja, nacido en 1980 de una relación anterior y que el barón adoptó como suyo; integrarse en los altos círculos sociales de Madrid, Marbella y Europa; y gestionar las negociaciones de la colección de arte de su marido. Hace años que todo esto quedó atrás y adoptó un papel más discreto en la agenda rosa.

Forbes estima que en 2025 su fortuna ronda los 1.500 millones de dólares, la misma cifra que alcanzó en 2023. Otros medios han calculado que cada año ingresa 6.5 millones de euros por el alquiler de sus obras al Estado español -el contrato termina en 2036-. Con estas cifras en su cuenta no se puede decir que le vaya mal en los negocios, pero sí que el imperio que un día lucía junto al barón ya es cosa del pasado. En estos 23 años de viudedad se ha desecho de las propiedades que antes le posicionaban en la élite social. Apenas visita sus villas como lugares de vacaciones y mantiene una vida discreta en Andorra. Este verano sólo ha salido para desconectar en el mes de agosto en su villa de la Costa Brava. Esta casa que en su día bautizó como Más Mañanas ha sido su escondite para seguir preparando exposiciones en sus tres museos y reescribir sus memorias.

Desde Andorra gestiona su colección de arte e inmuebles

La baronesa Thyssen se ha asentado a sus 82 años en Andorra. Allí vive en la urbanización de lujo Can Diumenge, ubicada en el municipio de Escaldes, donde compró dos casas en 2015. Las viviendas en la zona se valoran en unos 10 millones de euros y cuentan con 1.000 metros cuadrados. Pero hay algo más importante y que le ata a nuestro país vecino: su hijo Borja es su vecino. Carmen Thyssen está centrada en su negocio artístico, claro está, pero no desaprovecha estos años junto a sus hijos. Borja sigue a su lado en Andorra y las jóvenes mellizas se fueron del nido al cumplir los 18 años. Carmen estudia en Barcelona y se cree que Sabina sigue formándose en el principado. Con los objetivos claros hay propiedades de su cartera que empezaron a sobrar, se vendieron o se aprovechan para sus iniciativas empresariales.

Más Mañanas sigue entre sus manos. Esta casa es la favorita de la baronesa Thyssen y su familia. En ella ha pasado el mes de agosto, escribiendo unas nuevas memorias y conviviendo con los recuerdos de otras épocas. Lleva en este segundo hogar desde los años 60, al recibirlo como regalo de su primer marido, el actor Lex Barker. Allí ha criado a Borja siendo una madre soltera y a las mellizas cuando nacieron en 2007. Las pequeñas se educaron en casa así que por esa época la celebridad pasó mucho tiempo por Cataluña. Esta mansión está cerca del Espai Carmen Thyssen, uno de sus cuatro museos, y del que será el quinto. En diciembre anunció que abriría un centro cultural en el antiguo Cine Comedia, no antes de 2027.

La baronesa Thyssen y la casa en Palma

Una de las propiedades que dejaron su cartera hace años fue Villa Favorita. Esta casa en Lugano, al sur de Suiza, se vendió en 2015, por un valor de 65 millones de dólares. Con el dinero de la venta invirtió en su nuevo hogar en Andorra, no sin antes despedirse para siempre del hogar del barón. La villa suiza guardó la preciada colección de arte de Heini Thyssen hasta su exposición pública en Madrid en el año 1992 y el valor simbólico de estas paredes trasciende los parámetros del mercado inmobiliario. A pesar de la pena con la que se desprendió de Villa Favorita, Carmen Cervera pasó esta página de su vida hace diez años y no ha vuelto a mirar atrás.

En tiempos del barón tenía casas repartidas por medio mundo: París, Londres, Madrid, Marbella, Mallorca, Barcelona, Jamaica y Suiza. Como se ha dicho, algunas se han ido vendiendo con el paso del tiempo pero hay otras que todavía quedan en las manos de la baronesa Thyssen. Aún posee la mansión de La Moraleja, los dos chalets de Andorra (el suyo y el que está a nombre de sus nietos), una residencia en Marbella y Más Mañanas. También sigue gestionando en propiedad el palacete ubicado en el barrio de El Terreno, en Palma. La compró en 1990 pero nunca llegó a ocuparla. Estos últimos años ha estado alquilada y en venta por 4.9 millones de euros -y bajando-, pero sigue sin comprador. Quién le diría a la Carmen de los años 70, cuando su segundo marido, Espartaco Santoni, le llevó a la ruina y «dormía con el abrigo puesto porque ni mantas tenía».