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El pueblo de Castellón donde Marta Flich pasó su infancia y que sigue siendo parte de su vida

Nunca ha roto el lazo con la Vall d’Uixó, el pueblo de Castellón donde pasó su infancia y aprendió a valorar sus raíces

El pueblo de Castellón donde Marta Flich pasó su infancia y que sigue siendo parte de su vida

Marta Flich siempre vuelve a su pueblo | Gtres

Marta Flich, actriz, economista y presentadora, está siendo noticia esta semana porque, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE, a partir de este lunes le hará la competencia a Risto Mejide en Directo al grano, un magacín de actualidad que verá la luz el 15 de septiembre de 2025 a las 15:55 horas

De la presentadora se conoce poco en lo que respecta a su vida personal, pero sí se sabe que hay un lugar que para ella es especial: la Vall d’Uixó, el pueblo castellonense donde pasó su infancia. Aunque su carrera la ha llevado a Madrid y a distintos puntos de España, nunca ha dejado de reconocer la importancia que tiene mantener vivos los lazos con su tierra natal y con la gente que la acompañó en sus primeros años. Para ella, conservar esos vínculos no es solo un gesto de nostalgia, sino una manera de recordar quién eres y de mantener la identidad en un mundo tan acelerado como el del espectáculo y los medios de comunicación.

El pueblo de Marta Flich: La Vall d’Uixó, entre lo urbano y lo rural

La Vall d’Uixó
La Vall d’Uixó. Comunidad valenciana

La Vall d’Uixó es un municipio de Castellón que hoy supera los treinta mil habitantes. Pese a su tamaño, mantiene raíces en la tradición y en la vida de comunidad. Ese equilibrio entre lo urbano y lo rural, entre la modernidad y la memoria histórica, es parte de lo que hace que sus vecinos sientan un apego tan fuerte hacia el lugar. Para Marta Flich, crecer allí significó hacerlo rodeada de un entorno natural imponente y de un patrimonio cultural que ha marcado la personalidad de generaciones enteras.

El pueblo guarda algunos tesoros que lo distinguen. Las cuevas de San José, con su río subterráneo navegable, son una de las joyas naturales más visitadas de la provincia. Recorrerlas es como entrar en un mundo paralelo, donde las formaciones rocosas cuentan historias de miles de años y las aguas cristalinas crean una atmósfera casi mágica.

También están las ruinas del castillo de Uixó, un recuerdo del pasado musulmán de la zona, declarado Bien de Interés Cultural. Aunque hoy apenas queden restos, la presencia de la fortaleza recuerda la importancia estratégica y cultural que tuvo este rincón de Castellón durante siglos. A ello se suman acueductos romanos y vestigios medievales que completan un paisaje cargado de memoria, donde cada piedra parece hablar de los pueblos que lo habitaron antes.

El vínculo personal de Marta Flich con su tierra

La excolaboradora de ‘Todo es mentira’ Marta Flich.

Para Marta Flich, la Vall d’Uixó no es solo un lugar donde pasó su infancia, sino un punto de referencia emocional al que siempre vuelve, aunque sea en el recuerdo. Allí están las calles por las que jugaba, la comunidad que la vio crecer y las primeras experiencias que moldearon su carácter.

Mantener la relación con la gente de su pueblo es una manera de seguir conectada a esa etapa vital y de no olvidar que, antes de los focos y las cámaras, hubo una vida sencilla que la formó como persona. La frase que pronunció en una entrevista resume esa sensación: «Hay que conservar los vínculos con tu pueblo, con tu gente». No se trata solo de mantener contacto con conocidos de la infancia, sino de cuidar el hilo invisible que une a una persona con su origen.

La importancia de no olvidar las raíces

La historia de Marta Flich y su pueblo refleja algo más amplio: la necesidad que todos tenemos de mantener una raíz, un espacio emocional al que volver en medio de la vorágine de la vida adulta. La Vall d’Uixó es, para ella, mucho más que un lugar en el mapa. Es un recordatorio de que el éxito y la proyección pública solo tienen sentido si se sustentan en una identidad sólida, y esa identidad se forja en los primeros años.

En un mundo donde las trayectorias suelen llevarnos lejos de casa, Marta Flich encarna esa idea de que nunca hay que romper del todo con la tierra que nos vio nacer, porque en ella reside una parte esencial de lo que somos.

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