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La vida íntima de Imanol Arias tras el juicio que cambió su imagen pública

Ha combinado el éxito de una larga carrera con las sombras de un proceso judicial que marcó su vida personal y pública

La vida íntima de Imanol Arias tras el juicio que cambió su imagen pública

Imanol Arias | Gtres

Imanol Arias ha sabido recuperarse de la crisis reputacional que sufrió por verse envuelto en asuntos judiciales. El actor, icono televisivo gracias a su papel de Antonio Alcántara en Cuéntame cómo pasó, visita este martes El hormiguero para presentar la comedia Mejor no decirlo que se estrena en el Teatro Bellas Artes el 3 de octubre. Sobre las tablas, Imanol y María Barranco interpretan a un matrimonio que lleva muchos años juntos y cuya fórmula imbatible es saber cuándo hablar y cuándo callar.

Saber cuándo callar ha sido justo lo que Imanol Arias ha hecho en los últimos años cuando se vio envuelto en el llamado Caso Nummaria, un proceso judicial por delitos fiscales que acaparó gran atención mediática. En 2020 la Fiscalía llegó a solicitar para él hasta 27 años de cárcel por varios presuntos delitos contra la Hacienda Pública. El caso se prolongó durante años hasta que, en 2025, la Audiencia Nacional dictó sentencia.

Imanol Arias y Ana Duato. Gtres

Finalmente, Imanol Arias reconoció haber cometido cinco delitos fiscales entre 2010 y 2013 y alcanzó un acuerdo con la Fiscalía que le permitió beneficiarse de atenuantes como la confesión, la devolución de lo defraudado y el tiempo transcurrido. Así, fue condenado a dos años y dos meses de prisión y al pago de más de dos millones de euros, pero no tuvo que ingresar en la cárcel al carecer de antecedentes penales y quedar la pena por debajo del límite de cumplimiento efectivo.

Tras la sentencia, el actor admitió públicamente sus errores y pidió perdón, consciente del daño causado a su imagen, aunque ha continuado trabajando y reencontrándose con el cariño del público, demostrando que la carrera de un intérprete se mide también en su capacidad para sobreponerse a las adversidades.

Imanol Arias, más allá de la interpretación y de su condena

Nacido en Riaño, León, en 1956, Imanol Arias ha recordado en más de una ocasión su infancia en un pueblo que más tarde fue anegado por la construcción de un pantano. Esa herida de la memoria ha marcado su manera de ver el mundo: la conciencia de lo efímero y la necesidad de preservar las raíces. A pesar de haber hecho carrera en Madrid y de convertirse en un rostro habitual en el cine y la televisión, mantiene un vínculo emocional con la tierra que le vio crecer.

Imanol Arias
Imanol Arias. Gtres

En su vida familiar, Imanol Arias siempre ha tenido claro que lo más valioso eran sus hijos. Con la actriz Pastora Vega, con quien compartió más de veinte años de matrimonio, tuvo a Jon y Daniel. Ambos han heredado la pasión artística de sus padres. Jon Arias ha trabajado como actor y modelo, mientras que Daniel se ha ido abriendo camino también en la interpretación. El propio Imanol ha hablado en varias entrevistas del orgullo que siente al ver cómo sus hijos han encontrado su propio lugar en el mundo, sin necesidad de vivir a la sombra de su apellido. La relación del actor con Pastora Vega, pese a su separación, siempre ha estado marcada por el respeto.

Una faceta amorosa discreta

Tras su ruptura con Pastora, la vida sentimental de Imanol Arias ha seguido siendo objeto de titulares. Se le han atribuido romances con mujeres vinculadas tanto al mundo de la cultura como del empresarial, aunque él ha intentado mantener esa faceta lo más discreta posible. En alguna ocasión ha reconocido que la fama tiene un precio y que uno de ellos es la exposición de lo íntimo.

Lo cierto es que, con la madurez, el actor se ha vuelto más reservado. Ya no habla abiertamente de su vida amorosa y evita alimentar rumores.

Un hombre de pasiones sencillas

Lejos de los rodajes y las giras teatrales, Imanol Arias cultiva una serie de aficiones que dicen mucho de su carácter. La primera es el arte. Gran aficionado a la pintura, ha confesado sentirse fascinado por la capacidad que tienen los artistas para expresar en un trazo lo que él intenta transmitir con palabras. Ha comprado algunas piezas, no como inversión, sino porque le inspiran y le acompañan.

La música es otro de sus refugios. Desde el jazz clásico hasta los cantautores españoles de los setenta, Imanol Arias disfruta de poner un vinilo o de acudir a un concierto íntimo, lejos de los focos mediáticos. También la gastronomía ocupa un lugar especial en su vida. Amante de la buena mesa, también valora tanto un guiso tradicional como una propuesta innovadora; aunque cocinar no es su fuerte.

Viajar ha sido siempre otra de sus pasiones. Ha recorrido medio mundo por trabajo y por placer, aunque confiesa que el Mediterráneo es su gran debilidad, especialmente Italia, Grecia, el sur de Francia o la propia costa española.

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