La infanta Elena protege a su hijo: el perfil bajo de Froilán tanto dentro como fuera de España
Froilán ha pasado de ser el nieto polémico del rey a llevar una vida discreta y laboral en Abu Dabi

Froilán
Desde el mismo día de su nacimiento, Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón atrajo la atención pública. Era el hijo mayor de la infanta Elena y, además, el primer nieto de los entonces monarcas Juan Carlos y Sofía. Conforme fue creciendo, se siguieron de cerca sus estudios, su vida profesional y también las amistades y relaciones que mantenía. No obstante, lo que más caló en la sociedad de él fue su carácter festivo.
Cansado de la presión mediática y las constantes polémicas, Froilán decidió instalarse en Abu Dabi, donde también reside su abuelo. Allí consiguió un puesto en una de las compañías petroleras más importantes del planeta: Abu Dhabi National Oil Company. En su momento se apuntó que sus ingresos podrían rondar entre los 6.000 y los 7.000 euros mensuales.
Además del trabajo, dedica tiempo al pádel y al kite surf, disfruta de cenas en locales exclusivos y vive en un apartamento equipado con todas las comodidades, según la revista Focus. No obstante, pese a su nueva vida en Oriente Medio, suele regresar a España para reencontrarse con amigos y familiares.
Suele venir a España
Este verano, por ejemplo, se le vio en Ibiza y Marbella junto a su círculo cercano, disfrutando tanto de las vacaciones como de la oferta de ocio nocturno. Sin embargo, más allá de esas apariciones puntuales, Froilán ha mantenido un perfil bajo, sin ser visto en plazas de toros ni en reuniones públicas. Su intención ha sido pasar lo más desapercibido posible.

Este comportamiento no es casual. Según Monarquía Confidencial, la infanta Elena habría insistido a su hijo en la necesidad de mantenerse discreto. Fuentes cercanas al entorno de la duquesa de Lugo aseguran que ella busca preservar la intimidad de los suyos. «Elena intenta aconsejar a sus hijos para evitar ser expuestos y criticados», explican. El propósito de la hermana del rey Felipe VI no es otro que blindar la imagen de sus hijos. Tras varios episodios controvertidos que motivaron el traslado de Froilán a Abu Dabi, la infanta no quiere que un nuevo escándalo arruine sus esfuerzos.
Froilán, de chico problemático a hijo ejemplar
Es cierto que durante los últimos años Froilán ha dado mucho de qué hablar. La periodista Pilar Eyre vinculaba esa percepción de ‘chico problemático’ a la faceta fiestera por la que se le conoce, aunque también puntualizaba que las disputas en las que apareció involucrado no siempre fueron culpa suya. «Fue un niño muy polémico pero también se le provocaba mucho (…) Se iba a provocar al nieto del rey. Es fiestero, le gusta mucho salir pero la mayoría de las peleas no las había provocado él, hay gente muy mala», sostenía la periodista.

En contraste, hoy muestra una actitud más cordial con los medios y se concentra en su futuro. «Un amigo mío que tuvo la oportunidad de estar con él me dijo que es un chico muy serio, muy responsable», afirmaba Eyre en ese mismo vídeo.
Aun así, «la familia lo quiere mantener alejado de aquí», añadía la cronista. De todos los miembros de la casa, su madre es quien más vela por su bienestar. «Tiene muy buena relación con su madre pero con su padre no», apuntaba, recoge Lecturas. El vínculo con Jaime de Marichalar quedó resentido tras el ictus que este sufrió en 2001.
«Le cambió el carácter, se volvió mucho más irascible. Froilán y Victoria Federica vivieron en el seno de una familia con peleas, frialdad…», explicaba la autora en su blog de Lecturas. De ahí que la infancia del joven distara mucho de ser idílica. «Muchos pensarán que tuvo una infancia dorada y realmente fue muy desgraciada», concluía Eyre.