Viajes, boda y traición: cronología de la relación entre Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo

El corazón de Mar Flores ha estado ocupado por muchos hombres en sus 56 años. Carlo Costanzia y Javier Merino la llevaron hasta el altar pero sus votos no prosperaron. Lo de Bertín Osborne, Fernando Fernández-Tapias y Alessandro Lequio fue muy breve pero intenso, como unos amores de verano que no se olvidan. Recientemente la modelo se dio una oportunidad con Elías Sacal, sin mayor éxito. En sus memorias menciona también a un misterioso hombre anónimo con el que tuvo un amor intermitente. Entre todos estos intentos de encontrar el amor verdadero, hay un hombre que se lleva toda la atención de los medios este miércoles. Es Cayetano Martínez de Irujo, hermano pequeño del Duque de Alba y novio de la madrileña entre 1998 y 1999.

El jinete ha comentado públicamente su opinión acerca de las memorias que ha publicado Mar Flores, un libro en el que se menciona su fugaz relación sentimental en los años 90. Sus palabras son, precisamente, que no quiere volver a declararse sobre esta dura etapa: «Mar es un personaje que ha pasado a la historia y no quiero saber nada de ella». La revista Semana ha recogido esta declaración y ha conseguido permiso del interesado para publicar otras declaraciones inéditas que ofreció a la revista hace seis años y que hasta ahora se guardaban con recelo. En 2019, cuando el duque de Arjona publicó sus propias memorias, expuso a Mar Flores como una de sus peores amantes.

«La mentira estaba instalada en la relación»

«Era una mujer maquiavélica y fría, de doble personalidad. No conseguí averiguar qué había tras sus ojos marrones sin profundidad, me miraban, pero no lograba traspasarlos, solo percibía una oscuridad infinita. La misma oscuridad del personaje», dijo Cayetano Martínez de Irujo en ese entonces. Insistió en que la culpa de su ruptura estuvo exclusivamente en manos de Mar Flores: «Con ella me porté muy bien y me retiré en silencio al comprobar que la mentira estaba instalada en la relación desde el principio». La mediática pareja terminó su relación en febrero de 1999, después de casi un año de intensidad. El engaño que el jinete menciona involucra a otros hombres de la vida de Mar Flores, que han aparecido en la lista inicial del primer párrafo.

Cayetano no se reservó el motivo concreto de su ruptura y ahora ha permitido hacerlo público: «La verdadera razón de nuestra ruptura fue porque ella me dijo que tenía que irse a uno de sus viajes de trabajo y después descubrí por unas fotos que estaba con Javier Merino… Esa fue la verdadera causa de la ruptura». Mar Flores terminó su romance con el hijo de la duquesa de Alba y sin un periodo de duelo por el amor que se había terminado ya estaba inmersa en otra relación. La modelo y Javier Merino encajaron desde el principio. Su relación tuvo más éxito que la de Cayetano, y a los dos años, el 25 de octubre de 2001, ya estaban pasando por el altar. Se casaron y tuvieron cuatro hijos: Mauro, Beltrán y dos hijos mellizos llamados Bruno y Darío, que ahora tienen 22, 19 y 14 años respectivamente.

Los errores de Cayetano junto a Mar Flores

Por su parte, Cayetano Martínez de Irujo también recompuso su corazón con agilidad. En 2001 se casó con Genoveva Casanova, con quien también compartió un matrimonio hasta 2007 y dos hijos, Amina y Luis. Con el paso de los años y las desventuras familiares, el jinete se arrepiente de cómo se comportó durante su noviazgo con Mar Flores. Ahora ha salido a la luz una de sus culpas más personales. Tal y como explica la revista, Cayetano reconoce que se arrepiente de haber sacado la cara por Mar cuando su hermana se casaba y la presencia de la modelo no era grata: «En ese momento hice lo que pensaba que tenía que hacer, pero hoy lamento profundamente haber puesto a mi madre y a mi hermana contra la pared». Eugenia Martínez de Irujo se casó con el torero Francisco Rivera Ordóñez el 23 de octubre de 1998, y Cayetano consiguió que la duquesa aceptara la presencia de su nueva novia, aunque a disgusto.

Cayetano ha guardado todos estos años otros recuerdos amargos de esta relación. Uno de ellos es la rapidez con la que avanzaron en las vidas del otro, sin tener una base de confianza mutua fuerte. El jinete se adaptó al estilo de vida de Mar Flores, marcado por los viajes de trabajo a desfiles, campañas publicitarias y rodajes, y las frecuentes escapadas de ocio a Milán, París, Marbella y Nueva York. «No es verdad que me ayudara económicamente. De hecho, tuve que vender algunas cosas para mantener ese nivel de vida. Los dos años que estuvimos me costaron más que cinco años con alguna otra novia», expuso el duque de Arjona en 2019 y ahora se publica.