La infancia de la reina Sofía en Egipto: estudió música, idiomas y nació su instinto arqueólogo
En 2002 regresó a Alejandría y se reunió con antiguas compañeras de clase, que le cantaron el himno de la escuela

Los Reyes de Grecia, Constantino II y Ana María, son recibidos en el aeropuerto de Madrid por Juan Carlos I y Sofía, en 1971. | | Europa Press
La reina Sofía se encuentra esta semana en Zarzuela mientras los reyes Felipe y Letizia pasean por las calles de El Cairo. La visita de Estado de los monarcas no ha contado con la presencia de la emérita, a pesar de que es su primera vez en el país africano y ella ya lo ha visitado en otras ocasiones. La primera vez que viajó hasta la tierra de las pirámides fue en 1977 junto al recién entronado Juan Carlos I. Su visita formó parte de una gira internacional de la pareja real por los países árabes, y tal fue su éxito que regresó en otras ocasiones. Se han registrado posteriores viajes en 1987, 1990, 1997, 2002, 2008 y en 2022, con motivo de la COP27. Este país es parte de su mapa vital mucho antes de que se uniera a la Familia Real española o de que se convirtiera siquiera en heredera de la corona helena.
Viajamos a su infancia, a los años 40. La pequeña Sofía Margarita Victoria Federica, princesa de Grecia y Dinamarca, nació en 1938 y creció en Atenas pero al comenzar la Segunda Guerra Mundial tuvo que dejar su país. La invasión alemana amenazaba a la monarquía y a la continuidad del legado familiar. Se recuerda que Sofía vivió en varios países antes de instalarse en Londres y allí esperar al final del conflicto. Entre sus paradas, destacaron Creta, Sudáfrica y Egipto. Los registros de la época estiman que la princesa llegó con 5 o 6 años de edad, en plena infancia. Encontró su refugio en Alejandría, a orillas de su querido Mar Mediterráneo, bajo la protección de la familia real egipcia, representada entonces por los reyes Faruq.

Una infancia entre guerras y algodones egipcios
La vida de la reina Sofía en Egipto distaba mucho de su rutina en Atenas o la que luego descubriría años después en España. Tuvo que adaptarse rápidamente a un ambiente hostil: el idioma y sistema de escritura eran distintos, la cultura y religión en las calles y el palacio también eran novedosos y la inestabilidad política no le aseguraba pasar una larga temporada en Alejandría. Algo que sí se mantenía como en casa era su familia. Estuvo acompañada todo el tiempo de sus padres, los entonces príncipes herederos Pablo I de Grecia y Federica, y de su hermano Constantino. Si alguien pesaba que olvidábamos a su mejor amiga y su hermana Irene de Grecia, no es el caso. La hermana pequeña de Sofía nació en Alejandría en 1942, en el exilio. La familia formaba parte de un pequeño círculo de la colonia griega en Egipto, junto con exiliados y diplomáticos. Estaban protegidos y atendidos por la corte egipcia, que facilitó alojamiento y educación.
La reina Sofía fue escolarizada con seis años en el English Girls College en Alejandría. Tras la invasión de Alejandría por Gran Bretaña, Francia e Israel el centro cambió su nombre a El Nars Girls College, un nuevo nombre que mantenía las siglas EGC. La educación que recibió en este colegio se basó en el modelo alemán. Obtuvo una formación básica en lectura, escritura y aritmética, complementada con el estudio de idiomas. También se valoraba la educación moral de las estudiantes, sobre todo la disciplina y los valores. Las chicas practicaban deportes suaves como la danza y la gimnasia y tomaban clases de dibujo y música.
La reina Sofía visitó su colegio en 2002
Su madre, la reina Federica, valoraba la formación artística y musical y se cree que reforzaba estas dos asignaturas en casa con tutores particulares. La familia mantenía rutinas de vida discretas, en un entorno seguro dentro de la comunidad griega en Egipto, y por eso no han quedado casi informaciones sobre estos años. Se tiene constancia de que unos años después, con la monarquía helena restaurada, Sofía estudiaría en un internado en Alemania, con una educación más estricta. A pesar de las mudanzas y de los constantes cambios de centro, la reina conservó la pasión por la arqueología, un amor que descubrió en sus años en Egipto y compartió con su hermana Irene. El intenso contacto con la historia y cultura egipcias le han permitido disfrutar sus posteriores visitas a Alejandría, Luxor y El Cairo.
En 2002 regresó a este que fue su primer colegio en el que pasó un año y medio. Tal y como informó ABC en la ápoca, la Reina identificó inmediatamente su clase, un aula con el suelo de madera y con forma de semicírculo, que ahora se utiliza como sala de piano. El colegio le preparó una sorpresa en al final de esta visita. Contactaron con cuatro antiguas compañeras de su misma clase y le cantaron el himno del colegio. En la celebración intervino la soprano Nevine Allouba, quien cantó a Su Majestad una canción titulada Visítanos aunque sólo sea una vez al año. Si echamos un vistazo a las redes sociales de la escuela, de vez en cuando se acuerdan de esta especial antigua alumna y publican imágenes de sus años de estudiante o de sus visitas a Egipto.