La vida de Jimmy Kimmel fuera de la ABC: un divorcio, cuatro hijos y la enfermedad que sufre
Este martes ha regresado ‘Jimmy Kimmel Live!’ a la ABC bajo la mirada atenta de 6,26 millones de espectadores
El presentador Jimmy Kimmel y su mujer, Molly McNearney, en 2023. | | Europa Press
El caso de Jimmy Kimmel ha dado la vuelta al mundo y también se está comentando en España. El despido del presentador de televisión ha provocado toda una ola de manifestantes en las redes sociales en su apoyo y en defensa de la televisión privada. Tanto ruido ha terminado por devolver su programa, el Jimmy Kimmel Live!, a la parrilla de la televisión estadounidense, donde ha emitido con regularidad desde 2003. Este intento de silenciar sus comentarios en contra de la administración de Donald Trump ha provocado justo el efecto contrario, una expectación aún mayor por sus opiniones al respecto. Este martes 24 de septiembre, 6,26 millones de espectadores estuvieron pendientes de su regreso, una cifra que cuatro veces mayor a los datos que ha registrado durante esta temporada.
El negocio audiovisual en Estados Unidos es todavía un misterio para muchos españoles. Se conocen las productoras de cine en Hollywood y los periódicos que ocupan rascacielos enteros en Nueva York, pero la pequeña pantalla sigue siendo un terreno poco familiar. Para poner en contexto al protagonista de hoy: si aquí en España se habla de Pablo Motos en Antena 3, David Broncano en La 1 o Marc Giró en La 2; en Estados Unidos los espectadores pueden elegir entre Jimmy Fallon en la NBC, Jimmy Kimmel en la ABC o Stephen Colbert en la CBS, entre otros. Como en nuestro país, la oferta televisiva en este país es variada, sensible a la política y cuenta con caras reconocidas.
El lado personal de Jimmy Kimel
Jimmy Kimmel lleva tres décadas frente a las cámaras de televisión. Ha sido comediante, actor, presentador, productor y guionista de televisión. Lleva al frente de su late night show -espectáculo de la noche- desde 2003, como la cara reconocida del formato y como su productor ejecutivo. También ha sido presentador de los Premios Óscar en cuatro ocasiones. Ha ganado un Premio Emmy y acumula otras once nominaciones en estos galardones al contenido televisivo. Detrás de este currículum de envidia se encuentra un hombre divertido y humilde que siempre soñó con hacer reír a la gente.
James Christian Kimmel, que así es su nombre de pila, nació el 13 de noviembre de 1967. Actualmente tiene 57 años y toda una historia personal que merece la pena conocer. Tiene ascendencia italiana por parte de madre y ambos padres son inmigrantes de Alemania. Jimmy es natural de Nueva York, pero a los nueve años su familia se mudó a la otra punta del país, al estado de Nevada. Después de tanto viajar por el mundo, la familia se estableció con Jimmy y sus tres hermanos pequeños en Las Vegas. Con los años ha trasladado su residencia a Los Ángeles, donde están las grandes productoras audiovisuales. Allí tiene cuatro casas en propiedad por valor de 23 millones de dólares, según cuenta New York Post.
Cuatro hijos de diferentes generaciones
Está casado con la escritora de televisión Molly McNearney. Celebraron su boda en 2013 y desde entonces han formado una familia con la llegada de su hija, Jane en 2014, y su hijo, Billy en 2017. No son los únicos hijos del presentador, ya que se convirtió en padre en una relación anterior. Su primera mujer es Gina Maddy, una mujer discreta y alejada de la mirada pública a la que conoció en la universidad. Se casaron en 1988 y estuvieron juntos 15 años, hasta que firmaron la separación en 2002. Juntos tuvieron dos hijos, Katherine y Kevin, quienes ya tienen 34 y 32 años, respectivamente.
Esta estrella de la televisión tiene otras facetas personales curiosas. Es aficionado a la pesca con mosca y a la gastronomía, colecciona libros de cocina y sabe tocar el clarinete. Cuando era niño fue diagnosticado con narcolepsia, una condición neurológica crónica que le causa somnolencia a lo largo del día. El propio Jimmy ha hablado abiertamente de esta enfermedad y ha comentado que le ha causado algún episodio incómodo, en el trabajo o mientras conducía. Es el primero en agradecer que su caso no sea grave: «Tengo un caso bastante leve sin otros síntomas. Algunos narcolépticos experimentan cataplejía, que consiste en una flacidez en brazos y piernas. Yo no la padezco», dijo hace años.