Ana Belén, alto y claro, a sus 74 años: «No sé bailar bien, pero me apunto a clases y disfruto»
La cantante se cuida en su día a día e intenta moverse siempre, como parte de su rutina, para mantenerse en forma

Ana Belén, en una imagen de archivo. | Gtres
Ana Belén nunca ha ocultado que le gusta cuidarse. Con una agenda marcada por sus conciertos y sus compromisos laborales, la cantante, a sus 74 años, encuentra siempre un momento para mirar por su forma física. También se preocupa mucho por su voz, que es su instrumento de trabajo. «Cantar dos días seguidos, como va a pasar en Granada y Córdoba, exige mucho. Después del concierto de Granada, cerraré la boca y procuraré no hablar nada hasta el de Córdoba. Lo que más daña la voz no es cantar, es hablar», ha contado a Granada Digital.
«En los años 80 hacíamos 50 conciertos en dos meses de verano, y era una locura: equipos muy precarios, viajes interminables, la voz machacada… Ahora trabajamos mejor, con más medios y con un equipo técnico de sonido maravilloso que me da mucha seguridad», ha apostillado, confirmando que la vida de los cantantes ha evolucionado muy positivamente en los últimos tiempos. Todo esto ha hecho que Ana Belén no solamente pueda centrarse en su carrera sino que, también, tenga momento para disfrutar de sus hijos, su marido y sus nietos, quienes son uno de los pilares fundamentales de su vida.
Ana Belén acude a clases de baile con una bailarina profesional

Y es que, desde que comenzó su carrera laboral, la preparación para los conciertos y los propios recitales siempre han formado una parte indispensable de su rutina, centrándose, sobre todo, en dar lo mejor de ella. Esto ha hecho que, en ocasiones, pueda olvidarse de sí misma y le dé demasiado protagonismo al trabajo, sin separar esa vida personal de la profesional. Es más, siempre le ha acompañado una cierta «exigencia», que, sin duda, ha marcado su carácter. «La profesión lo exige. A medida que pasa el tiempo, necesitas ejercitar la voz mucho más. Yo trabajo con una foniatra desde hace años, por recomendación de Miguel Ríos, y aprendí que la voz es un instrumento que hay que cuidar con disciplina», aclara al mencionado medio.
Es más, la propia Ana Belén ha confesado que antes cantaba de una forma «más intuitiva», lo que hacía que se hiciera «más daño». «Ahora hago ejercicios para mantener la voz sana, para cansarme menos y poder cantar mejor», cuenta a Granada Digital. Algo que también ha querido poner en práctica con su cuerpo, admitiendo que «necesita moverse». «Bailo, hago ejercicio… no sé bailar muy bien, pero me apunto a clases y lo disfruto», añade al mencionado portal. Y es que estar en movimiento siempre ha sido importantísimo para ella, no solamente para sentirse, de alguna manera, útil, sino, también, para cuidarse por dentro y por fuera, algo que es esencial no solamente en su profesión sino, también, en todas las demás.
Los beneficios de bailar
Es más, bailar es algo por lo que se decantan muchas personas y aporta una gran cantidad de beneficios al cuerpo. Se trata de una excelente actividad física, ya que mejora la condición cardiovascular, fortalece músculos y huesos, y aumenta la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio. Además, ayuda a mantener un peso saludable al quemar calorías, favorece la postura y aporta movilidad al cuerpo de manera divertida. En el plano mental y emocional, el baile tiene un fuerte impacto positivo. Reduce el estrés y la ansiedad gracias a la liberación de endorfinas, mejora la memoria y la concentración al aprender pasos y coreografías, y estimula tanto la creatividad como la expresión personal. También puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.

Por su parte, a nivel social, bailar fomenta la interacción con otras personas. Puede practicarse en clases, fiestas o eventos, lo que refuerza vínculos afectivos y favorece la convivencia. Además, es una manera de acercarse a diferentes culturas y tradiciones a través de sus estilos de danza. Y no solamente eso. También tiene beneficios a largo plazo; se ha relacionado con un menor riesgo de deterioro cognitivo en la vejez y contribuye a mantener la vitalidad, la movilidad y la independencia en la edad adulta. Además de bailar, Ana Belén también ha confesado, en alguna que otra ocasión, que acude, con cierta regularidad, al gimnasio, lo que hace que su mente se despeje. Baja un poco la intensidad cuando debe, porque su enfoque es mantenerse activa sin llegar al agotamiento.
Cómo se cuida Ana Belén

Como ya contamos en THE OBJECTIVE, en cuanto a su alimentación, Ana Belén no sigue dietas estrictas. Le gusta comer de todo, pero de forma bastante sana. Prefiere verduras de temporada, guisos en invierno, sopas, pescado, y carne y casquería en ocasiones. Lo que sí es constante: su desayuno. Suele tomar fruta de temporada, tostadas con mantequilla y mermelada casera, café con leche. Por la noche, en general cena ligero: un yogur, algo dulce si tiene ocasión, pero pocas veces una cena pesada. Otro punto importante para ella, como decíamos, es cuidar la voz. Calienta la voz antes de los conciertos o actuaciones, hace ejercicios vocales y tiene rituales como infusiones, por ejemplo de tomillo o jengibre, que ayudan a mantener la garganta afinada.