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Entramos en Las Arroyuelas, la lujosa finca de Cayetano Martínez de Irujo que es la envidia de Sevilla

El hijo de la duquesa de Alba celebrará ahí su enlace con Bárbara Mirján, que cuenta con un hotel-boutique

Entramos en Las Arroyuelas, la lujosa finca de Cayetano Martínez de Irujo que es la envidia de Sevilla

Cayetano Martínez de Irujo, en una imagen de archivo. | Gtres

Cayetano Martínez de Irujo cuenta los días para darse el ‘sí, quiero’ con Bárbara Mirján. El hijo de la duquesa de Alba reunirá a todos sus hermanos después de varios años de tensiones entre ellos. Todos celebrarán el paso de los novios por el altar en la Finca Las Arroyuelas, una de las propiedades que pertenecían a Cayetana de Alba y que el propio Cayetano heredó cuando se murió. Esta, además, se ha convertido en su refugio, uno de esos lugares a los que acude cada vez que quiere rodearse un poco de naturaleza y, sobre todo, cuando desea escapar del trajín de la ciudad de Sevilla.

Las Arroyuelas es una finca agrícola, ganadera y, con el paso del tiempo, se ha convertido en la residencia del propio Cayetano, sobre todo durante los fines de semana. Además, se utiliza como un lugar para celebrar eventos y para promocionar el turismo rural. Esta se encuentra en la localidad sevillana de Carmona, en Sevilla, a muy pocos kilómetros de Andalucía. Cuenta con algo más de 1.400 hectáreas y está gestionada por la empresa Eurotécnica Agraria, S.A., que depende de Cayetano Martínez de Irujo. Así, las Arroyuelas se encarga del cultivo de diversos cereales y legumbres: trigo, girasol, garbanzo, cebada, avena o la colza.

Las Arroyuelas, la finca de Cayetano Martínez de Irujo en Sevilla

También, tiene varios almendros y han hecho algunos experimentos con el cultivo como con la quinoa. Hay producción de aceite de oliva, en unas 120 hectáreas, con planes de ampliar y de incorporar parte en regadío gracias al embalse. Además, con el paso del tiempo, se han dedicado a la ganadería, concretamente a la producción ganadera combinada. La finca cuenta con un embalse privado, construido para asegurar el riego de los cultivos. Este proyecto ha sido largo de gestionar en permisos, licencias y financiación. Dentro de la finca se encuentra el cortijo o la casa señorial que se conoce como La Motilla, que ha sido restaurada como alojamiento rural de lujo/eventos. Además, también hay una vivienda principal, una capilla, una piscina privada y hasta un tablao flamenco.

Además, toda la casa está decorada con distintos elementos de valor histórico/familiar para la Casa de Alba. Fue hace más de una década cuando Cayetano heredó la casa de su madre, la duquesa de Alba. Durante la Segunda República (1933), la finca fue expropiada por el Instituto de Reforma Agraria y repartida legalmente entre unas 80 familias de Carmona. Después de la Guerra Civil y bajo el régimen franquista, fue devuelta a la Casa de Alba. Durante un tiempo hubo conflictos sociales relacionados con la finca, como ocupaciones simbólicas por parte del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en protestas, por ejemplo reclamando tierras o condiciones de los trabajadores. 

Ahora es un hotel boutique rodeado de naturaleza

En varias ocasiones, Cayetano ha confesado que Las Arroyuelas es su «refugio». Es más, allí descubrió que una de sus grandes pasiones es la vida en el campo y, por eso, la finca le trae muchos recuerdos de la infancia. Ha invertido, también, mucho en mejoras, infraestructuras, decoración, modernización, aunque también reconoce que la explotación agrícola aún no es completamente rentable. Ha hablado de años de dificultad financiera. Además de Las Arroyuelas, Cayetano posee la Casa Arbaizenea, que se la dejó su madre en herencia y fue donde se refugió su exmujer, Genoveva Casanova, cuando se publicaron sus imágenes junto al rey Federico de Dinamarca. Fue, además, durante mucho tiempo, el lugar de veraneo de la familia. Se dice que esta propiedad es una de las menos conocidas del patrimonio de los Alba.

Otra de las propiedades es la de Manilva, en Málaga, donde algunas se encuentran alquiladas en la actualidad. En Madrid, Cayetano tenía un piso céntrico que puso en venta por más de medio millón de euros. Estaba decorado con techos altos, vigas de madera, un estilo clásico, etc. Las empresas agrícolas de Cayetano gestionan más fincas aparte de Las Arroyuelas: se mencionan la finca El Hierro en Córdoba, parcelas en El Carpio (Córdoba), y la finca San José en Dos Hermanas. Cuando murió la Duquesa de Alba en 2014, su patrimonio incluía una gran cantidad de bienes —palacios, fincas, inmuebles— repartidos por distintas provincias: Sevilla, Córdoba, Salamanca, entre otras. Como decíamos, a Cayetano le tocó en herencia, además de Las Arroyuelas, otras propiedades que antes formaban parte del conjunto patrimonial de los Alba. 

Algunas de estas propiedades no se usan únicamente como inmuebles de residencia, sino que tienen usos diversos: turismos rurales, alquiler para eventos, explotaciones agrícolas, etc. Por ejemplo, el cortijo La Motilla, dentro de Las Arroyuelas, se ha convertido en alojamiento boutique. La administración de muchas de estas fincas —La Arroyuelas, El Hierro, etc.— se realiza a través de sociedades agrícolas; es decir que se gestionan como negocios, con empleados, invertidos en mejoras, etc. También, han mencionado, en varias ocasiones, que estas propiedades suelen conllevar gastos muy elevados de mantenimiento, e inversiones fuertes, además de que no siempre los ingresos compensan con rapidez. Cayetano lo ha reconocido públicamente. 

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