La historia tras el Monasterio de Leyre, la unión más especial de la princesa Leonor con Navarra
La hija mayor de los Reyes estará presente en un acto que se prevé que sea de lo más emotivo junto a sus padres

Leonor, en una imagen de este mismo viernes. | Gtres
La princesa Leonor ha comenzado, este viernes, su visita por Navarra. La princesa de Viana pasará por Tudela, la localidad de Viana, Olite y, también, por el Monasterio de Leyre. Esta última parada, sin duda, será de lo más significativa por el vínculo que tiene el lugar sagrado con la hija mayor de los Reyes. El Monasterio de San Salvador de Leyre, situado en Yesa (Navarra), es uno de los conjuntos monásticos más antiguos y significativos de la península ibérica. Sus orígenes se remontan al siglo IX, cuando ya existía una comunidad de monjes en la zona vinculada al incipiente reino de Pamplona. Con el tiempo, el cenobio se convirtió en centro religioso, cultural y político clave, impulsado por los reyes navarros que lo protegieron y dotaron de privilegios.
En el aspecto arquitectónico, destaca su iglesia románica, con una impresionante cripta prerrománica del siglo XI, considerada una de las joyas más importantes de este estilo en España. Posteriormente, en el siglo XII, se levantó la cabecera románica y más tarde se añadieron elementos góticos y barrocos, lo que le da al monasterio una riqueza artística notable. El monasterio de Leyre también tiene una dimensión dinástica: fue panteón real de los primeros reyes de Navarra, entre ellos Íñigo Arista, considerado el primer rey pamplonés, y Sancho Garcés I. Esta vinculación convirtió a Leyre en un símbolo de la legitimidad y continuidad de la monarquía navarra durante la Edad Media.
El Monasterio de Leyre y su unión con la princesa Leonor

Además de su función religiosa, el cenobio ejerció una notable influencia cultural, albergando un scriptorium donde se copiaban códices y donde floreció la espiritualidad benedictina. La conexión de la princesa Leonor de Borbón con el monasterio de Leyre se da en clave de tradición institucional. Según la costumbre establecida en Navarra, cuando un heredero de la Corona recibe el título de príncipe o princesa de Viana —distinción histórica asociada al heredero del trono navarro—, suele realizarse una visita oficial al monasterio de Leyre. En mayo de 2023, Leonor, con motivo de su mayoría de edad y tras jurar la Constitución meses después, fue proclamada oficialmente princesa de Viana en un acto solemne en Navarra. Dentro de esa celebración, acudió al Monasterio de Leyre, donde participó en un acto institucional y conoció el legado histórico del lugar. Con esta visita, la princesa siguió los pasos de su padre, el rey Felipe VI, que también visitó el monasterio cuando ostentó el título de Príncipe de Viana en 1986.
Para Navarra y para la monarquía española, el Monasterio de Leyre representa un vínculo entre la tradición medieval del antiguo reino navarro y la continuidad de la Casa Real. En el caso de Leonor, su presencia en este lugar reforzó su papel como heredera, subrayando la importancia de la historia y la pluralidad territorial en la construcción de la monarquía constitucional española. Lo cierto es que la relación de la princesa Leonor está marcada por la historia del antiguo reino de Navarra y la institución de princesa de Viana. Desde la Edad Media, el heredero del trono del Reino de Navarra ostentaba el título de príncipe de Viana. Tras la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla y Aragón en el siglo XVI, este título pasó a formar parte del conjunto de dignidades que recibe el heredero de la monarquía hispánica, junto con los de Príncipe de Asturias —para Castilla—, Príncipe de Girona —para Aragón y Cataluña— y Duque de Montblanc, entre otros.
Un edificio lleno de historia y con mucho significado

Por tanto, al ser proclamada heredera de la Corona, Leonor de Borbón se convirtió automáticamente en Princesa de Viana, manteniendo vivo ese vínculo histórico con Navarra. En mayo de 2023, Leonor visitó Navarra con motivo de su proclamación oficial como Princesa de Viana. La ceremonia tuvo lugar en el Monasterio de San Salvador de Leyre, que fue panteón de los primeros reyes navarros y es considerado un símbolo de la identidad histórica de Navarra. Allí, la princesa participó en un acto solemne junto a autoridades navarras y representantes de la Casa Real. Este gesto no fue solo protocolario: representa un reconocimiento de la pluralidad histórica de los territorios que hoy forman parte de España, y subraya el lazo institucional entre la monarquía y Navarra.

La relación de Leonor con Navarra es, por tanto, simbólica, histórica e institucional. Ella no tiene funciones políticas específicas en la comunidad foral, ya que Navarra goza de su propio régimen de autogobierno, pero el título de princesa de Viana la conecta con el pasado del antiguo reino y con el respeto a la memoria histórica navarra dentro del marco de la monarquía parlamentaria española. Con esta visita, la princesa estrena institucionalmente el título de princesa de Viana, título ligado al antiguo Reino de Navarra, que hasta ahora no había ejercido en acto oficial. En el Monasterio de Leyre, tendrá lugar una ofrenda floral en homenaje a los reyes de Navarra. Asimismo, se prevé un homenaje al Reino de Navarra, un reconocimiento simbólico de historia y memoria institucional.
Como decíamos, el monasterio alberga el panteón de los primeros reyes de Navarra, así que el acto tiene implicaciones históricas y simbólicas fuertes: no es solo un recorrido turístico, sino un gesto de conexión con el pasado medieval navarro. Estarán presentes tanto los Reyes com la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite.