El día que Vicente Vallés conoció a Ángeles Blanco en la redacción de Informativos Telecinco
La pareja de periodistas se conoció mientras trabajaban en el fin de semana y ahora tienen un hijo en común, Daniel

Ángeles Blanco y Vicente Vallés, en una imagen de archivo. | Gtres
Aunque ellos mismos confirmaron, hace tiempo, que nunca han escondido su relación, lo cierto es que Vicente Vallés y Ángeles Blanco siempre han llevado su matrimonio con suma discreción. Los dos son periodistas, salen en las principales cadenas de televisión de nuestro país —Vicente presenta el noticiero de noche de Antena 3, mientras que Ángeles lleva las riendas del de mediodía— y, además, son los presentadores de los respectivos servicios informativos de sus canales. Todo esto hace que lo suyo tenga los ingredientes para ser una romántica y pública historia de amor de la que se han conocido sus detalles a cuentagotas.
Juntos son padres de Daniel, que nació hace más de una década, y les apasiona viajar e ir a ver partidos de tenis en familia. Además, su pasión por conocer sitios nuevos les llevó, hace un tiempo, a comprarse una casa en Canarias, concretamente en la isla de Tenerife, a donde suelen escaparse cada vez que sus agendas se lo permiten. Aunque siempre han sabido separar su vida sentimental de la profesional sí que es cierto que, como ellos mismos han contado, sí que han tenido alguna vez el típico «pique» por las audiencias.
La historia de amor de Vicente Vallés y Ángeles Blanco

Como decíamos, Vicente Vallés y Ángeles Blanco forman una de las parejas más sólidas del periodismo español. Él es el rostro de los informativos de Antena 3, y ella ha desarrollado su carrera en Telecinco, sobre todo en las distintas ediciones de sus noticiarios. A pesar de trabajar en cadenas rivales, su relación siempre ha sido descrita como estable, cómplice y con mucho sentido del humor. Se conocieron en 1999, cuando ambos coincidieron en los informativos de fin de semana de Telecinco. Por ese entonces, Vicente estaba casado con la también periodista Lucía Méndez, con quien fue padre en dos ocasiones. Al principio su relación fue estrictamente profesional, pero con el tiempo surgió la conexión personal que acabó convirtiéndose en historia de amor.
En 2013 nació su hijo en común, Daniel, que se convirtió en el centro de sus vidas y en un punto de referencia para la organización de sus exigentes agendas laborales. Uno de los grandes retos que han compartido públicamente es la conciliación familiar. Durante años, con horarios de fines de semana y trabajo en diferentes cadenas, resultaba difícil tener rutinas habituales de familia, como ir al cine o acudir a cumpleaños. Ángeles ha confesado en varias entrevistas que este fue uno de los aspectos más duros de la crianza, aunque en 2024 su cambio de turno a los informativos de mediodía le permitió ganar tiempo para estar más presente en casa.
Se conocieron en la redacción de fin de semana de Informativos Telecinco
Ambos han hablado también del reto que supone ser dos periodistas en una misma familia. Aunque inevitablemente las noticias se cuelan en sus conversaciones, intentan desconectar y aprovechar fines de semana y vacaciones para centrarse en ellos mismos. Con humor, han contado que existe un «tema tabú» en su hogar: el fútbol. Vicente es seguidor del Atlético de Madrid y Ángeles del Real Madrid, por lo que los derbis prefieren vivirlos cada uno a su manera, sin comentarios que puedan generar discusiones. La rivalidad profesional entre ellos también se vive con complicidad. A veces presentan informativos al mismo tiempo en cadenas distintas, y eso da pie a bromas sobre audiencias o primicias. Vallés ha bromeado diciendo que, cuando consigue una exclusiva, la última persona a la que se lo cuenta es a Ángeles. Este tono de humor ha reforzado la idea de que, más allá de las cadenas, saben separar trabajo y vida privada.

En lo personal, son bastante discretos y no suelen exponer demasiado su vida familiar. Viven en el norte de Madrid y se centran en proteger a su hijo de la exposición mediática. Vallés, antes de su relación con Ángeles, estuvo casado con la periodista Lucía Méndez, con quien tuvo dos hijos, algo que también ha formado parte de su historia personal. En los últimos tiempos, Ángeles Blanco ha cambiado de rol; dejó la edición de fin de semana de Informativos Telecinco, y a comienzos de 2024 asumió la presentación del informativo de mediodía de lunes a viernes. Eso le ha permitido tener horarios más regulares, lo que mejora mucho la conciliación familiar. Antes sus horarios eran muy desiguales y complicados, con muchos fines de semana trabajando.
Ángeles ha reconocido que, hasta hace poco, no vivió muchas cosas que la mayoría de padres sí; nunca ir con su hijo un domingo al cine, acudir a cumpleaños, etc., por sus horarios laborales. Ahora, con los nuevos horarios, empieza a disfrutar de «una vida más normal» con comidas familiares en domingo, más presencia, mayor integración de la vida doméstica. En casa tienen cuidado de no convertirlo todo en «tertulia» de noticias; aunque están muy inmersos ambos en la actualidad, intentan desconectar del trabajo en los tiempos libres. Ángeles lo ha comentado como algo necesario porque «cuando los dos trabajan en lo mismo, es difícil dejarlo fuera». Comparten opiniones sobre lo que pasa en política o en medios, pero hay límites: por ejemplo, Ángeles afirma que no practican tertulias políticas en casa.
Uno de los temas que han definido como «tabú» en su hogar es el fútbol. Vicente es del Atlético de Madrid; Ángeles del Real Madrid. En días de derbi cada uno ve el partido por su lado, evitando el choque. También hay momentos muy familiares: por ejemplo, salen los tres (ella, él y el hijo) para ver eventos deportivos familiares, como partidos de pádel, o celebraciones compartidas fuera del trabajo. Ángeles ha reconocido cierto «vértigo» ante esta nueva etapa de mayor presencia familiar, después de tantos años en los que estar en casa con su hijo era algo poco frecuente. Se pregunta cómo les irá con esa convivencia diaria más extendida. También hay cierto «miedo divertido» de descubrir manías o costumbres del otro que no han visto, porque la rutina profesional siempre los mantuvo bastante independientes.