Keith Urban ha ganado 11 millones por no beber en su matrimonio: así fue la cláusula que firmó
El cantante y la actriz firmaron un contrato prenupcial en el que Keith tenía que comprometerse a no beber alcohol

Keith Urban y Nicole Kidman, en una imagen de archivo. | Gtres
Keith Urban y Nicole Kidman han decidido poner punto final a su matrimonio. La pareja se ha separado tras casi dos décadas juntos y lo han hecho con una total discreción. Lo cierto es que, en estos 19 años, han sido contadas las ocasiones en las que ambos han aparecido en público, intentando mantener siempre su vida privada en un segundo plano. Aunque eso sí, ambos son de los rostros más conocidos de Hollywood; ella por su exitosa carrera dentro de la interpretación y él, por su vida ligada al mundo de la música. En todos estos años, además, se ha conocido varios datos de su relación que, sin duda alguna, son, cuanto menos, llamativos.
Uno de los más importantes está relacionado con la peor etapa en la vida del cantante. Durante varios años, Keith Urban estuvo rehabilitándose por su adicción a las sustancias, especialmente al alcohol. Una situación que, además, marcó mucho su relación con Nicole Kidman, a quien no le gustaban nada las prácticas de su futuro marido. Es por eso que, antes de casarse, decidieron firmar una cláusula en la que Keith se comprometía a no tomar alcohol y que, cada año que lo hiciera, se le iba a retribuir una cantidad de dinero a su cuenta bancaria. Así, después de 19 años, este monto asciende a unos 11 millones de euros por mantenerse sobrio.
La cláusula prematrimonial que firmaron Keith Urban y Nicole Kidman

Todo comenzó cuando Nicole y Keith firmaron un acuerdo prenupcial antes de casarse en el año 2006. Se dice que una de ellas condicionaba ciertos beneficios financieros para Urban con el requisito de que se abstuviera de consumir drogas ilegales o alcohol en exceso. Si incumplía, la cláusula le impediría recibir esos beneficios. Así, varios medios apuntaron que Keith iba a recibir unos 600 mil dólares al año por cada 365 días que permanecieran casados si él cumplía con esa condición de sobriedad y abstinencia. Sí que es cierto que este compromiso no fue nada fácil para el cantante y, al poco tiempo de casarse, vivió una recaída, en la que intervino la propia Nicole para que ingresara en un centro de rehabilitación.
La prensa americana apuntó, en su momento, que fue idea de Nicole Kidman, apoyada por Tom Cruise, para proteger a sus hijos en el caso de que Keith volviera a estos malos hábitos. En todo este tiempo, Keith ha admitido, públicamente, que tuvo problemas con alcohol y drogas —particularmente cocaína— ya desde los años 90, cuando aún estaba dando sus primeros pasos en la música. También se ha contado que su padre tenía problemas con el alcohol, lo cual influyó en su percepción del consumo, y que él lo comparaba a menudo con lo suyo, lo que le dificultaba «ver lo mal» que estaba su propia situación. Fue a finales de los 90 cuando ingresó por primera vez en rehabilitación. En ese momento luchaba con alcoholismo y consumo de cocaína. Esto, sin duda, fue un punto de inflexión en su vida.
Los problemas de alcohol del cantante
Como decíamos, cuatro meses después de casarse con Nicole Kidman, ocurrió una recaída. Durante ese periodo, Kidman intervino; hicieron una intervención organizada por ella y amigos íntimos. Urban ingresó al Betty Ford Center en California en octubre de 2006 para tratarse tanto del alcoholismo como de los abusos con sustancias. Lo que iba a ser un tratamiento de 30 días se extendió a 90 días, porque él mismo dijo que estaba aprendiendo mucho y necesitaba más tiempo para trabajar muchas de las áreas de su vida. En su rehabilitación, Keith habló de que su vida se había vuelto «inmanejable», es decir, muchas cosas pequeñas que se acumulaban —problemas diarios, tensiones, perspectivas de futuro afectadas— fueron diciéndole que ya no podía seguir así. Es más, no existió un solo «gran desastre» que lo impulsara, sino una acumulación de señales, de malestar personal.

En todo momento, el cantante ha reconocido el papel de Nicole Kidman a quien ha definido como una persona «clave» y quien le ha proporcionado «amor, firmeza para la intervención» y le ayudó «mucho». Desde esa intervención de 2006 y la rehabilitación, Urban ha hablado de mantenerse sobrio durante muchos años. Ha reconocido, también, que la sobriedad cambió su vida creativa también; ha dicho que estar sobrio lo liberó creativamente, que puede vivir con más autenticidad.
Muchas veces ha incidido en que la intervención de su esposa fue decisiva, que ella lo confrontó con su situación, lo apoyó emocionalmente, y le dio ese empujón necesario para entrar en rehab. Aunque eso sí, reconoce que tenía un problema no fue nada fácil, ya se comparaba con su padre, pensando «yo no bebo como él» . Esa comparación le impedía ver lo mal que estaba. Separar la adicción de la persona, tanto con él mismo como en relación con otros, fue una lección importante. Dice que siempre tuvo una voz interna que le decía que algún día llegaría un momento decisivo «una bifurcación en el camino» donde tendría que elegir si seguir con las adicciones o cambiar de vida. Esa toma de conciencia fue clave para finalmente decidirse. En distintas ocasiones, ha comentado, también, de la importancia de llorar de enfrentarse con sus emociones, de escribir canciones sobre estos temas dolorosos —su canción Break the Chain es un ejemplo de eso—. En particular, enfrentarse con el legado de la adicción en su familia, cómo la vivencia de su padre lo impactó, y cómo eso se refleja en su vida.