Marta Llompart, la única mujer que consiguió conquistar el corazón de Manuel Quijano
El líder de Café Quijano se casó con la modelo —hija del que fuera entrenador del Real Mallorca— en 2008 en Palma

Marta Llompart y Manuel Quijano, en una imagen de archivo. | Gtres
En uno de sus últimos conciertos, Manuel Quijano —vocalista del grupo Café Quijano— quiso deshacerse de la idea que le ha acompañado siempre y que le ha descrito como un rompecorazones. Así, el cantante admitió que, por su vida, no habían pasado muchas mujeres y apostó, de una manera u otra, por creer en el amor verdadero. Lo cierto es que, en todo este tiempo, Manuel ha sido siempre muy discreto en cuanto a todo lo que tiene que ver sobre su vida personal y solamente conocemos que, hace algo más de una década, pasó por el altar de la mano de Marta Llompart, una guapísima modelo, hija del que fuera entrenador del Real Mallorca, Tomeu Llompart.
Manuel Quijano nació el 27 de enero de 1967 en León, España. Creció en un ambiente familiar muy vinculado con la música; su padre tenía una academia en la que se enseñaban guitarra, laúd y bandurria, instrumentos que Manuel y sus hermanos Óscar y Raúl aprendieron a tocar desde pequeños, tanto por obligación como por la convivencia familiar y la necesidad de armonizar creativamente. Junto con sus hermanos, formó el grupo Café Quijano, con el que lanzó su primer álbum homónimo en 1998. El gran éxito les llegó con el álbum La extraordinaria paradoja del Sonido Quijano (1999), especialmente gracias al sencillo La Lola, que se convirtió en un fenómeno, llegando a listas de radio en decenas de países y catapultando al grupo al reconocimiento internacional.
La carrera profesional de Manuel Quijano en Café Quijano

En 2007, Manuel decidió dar un paso al frente como solista publicando su primer disco, Vidas y venidas. Se encargó personalmente de la composición, los arreglos y la producción. También publicó otro álbum llamado Santa Mónica Boulevard en 2009. Entre esos tiempos en solitario siguió manteniendo la conexión con sus orígenes musicales, experimentando y explorando distintos estilos. Tras el descanso, el grupo se reunió de nuevo alrededor de 2010. En los años siguientes han lanzado álbumes que muestran distintas facetas: desde volver al pop-rock característico, hasta adentrarse en boleros modernos, con álbumes como Orígenes: El bolero, donde Manuel fue productor y compositor principal.
Más recientemente han sacado discos como Manhattan (2022) y Miami 1990 (2025), trabajos en los que combinan nostalgia, influencias latinas y el estilo propio que han ido consolidando. El estilo de Manuel Quijano combina pop, rock latino, boleros y otros ritmos latinos, influido tanto por su educación familiar como por sus experiencias personales —por ejemplo, su estancia en Miami cuando era joven, que marcó su gusto por la música latina—. Sobre su vida personal, como decíamos, Manuel estuvo casado con la modelo Marta Llompart entre 2008 y 2014.
Su boda con Marta Llompart y su divorcio en 2014

Marta es modelo e hija de Tomeu Llompart, ex entrenador del club de fútbol Real Mallorca. Manuel Quijano y Marta se casaron en 2008. La boda fue en la Catedral de Palma de Mallorca, con una ceremonia religiosa bastante cuidada. Asistieron cerca de 200 invitados. Se hizo también un banquete posterior en el restaurante/sitio Cap d’en Rocat. Vivieron juntos como pareja casada durante varios años, mantenían una relación pública en la medida de lo permitido por los medios. Se divorciaron en 2014. En todo este tiempo, Manuel se ha querido alejar de todas aquellas etiquetas que apuntaban a que ha mantenido muchas relaciones. Él mismo ha dicho que esas etiquetas no reflejan la realidad, que aunque no ha sido perfecto, no corresponde con lo que supuestamente se dice de él. Es por eso que, tras su divorcio, el cantante siempre ha querido ser especialmente discreto y no ha confesado absolutamente nada sobre sus relaciones personales.
Es más, si echamos un vistazo a sus redes sociales, nos damos cuenta que la última declaración pública de amor que ha hecho ha sido hacia su moto, con la que lleva «más de dos décadas». En todo momento, y para hacer frente a los complicados momentos de la vida, el cantante se ha apoyado en sus hermanos. Manuel ha dicho abiertamente que si no fuera por el vínculo de sangre, el grupo probablemente no seguiría. La hermandad es lo que «los ha salvado» a lo largo de los años. Esa conexión les permite sortear momentos de tensión o desacuerdo, porque aunque haya discusiones, hay un compromiso natural, fruto de ser hermanos, de respetar, de continuar.
Su relación es doble; es familiar, pero también profesional. Trabajan juntos desde hace décadas, lo que supone retos, pero también fortalezas. Cada uno tiene roles bastante bien determinados dentro del grupo. Aunque Manuel suele tomar la iniciativa en muchas canciones y en dar estructura a las composiciones, luego en conjunto los tres definen arreglos, producción e interpretación. En varias entrevistas, Manuel ha admitido que al principio había más impulsividad, más luchas por la forma de trabajar, más diferencias sobre cómo hacer las cosas. Con el paso de los años, han aprendido a matizar esas diferencias, hacerse respetar, consensuar decisiones y saber cuándo ceder. La experiencia, la madurez, haber vivido éxito, pausas, reencuentros les ha dado herramientas para manejar el grupo con menos tensiones que quizá antes.