Dormir en cuartos separados o llevar su agua de casa: las costumbres de los ‘royals’ al viajar
Los reyes Felipe y Letizia descansan en habitaciones separadas cuando viajan de forma oficial, como Carlos y Camilla

Los reyes Felipe VI y Letizia de España y Carlos y Camilla de Inglaterra, en imágenes de archivo. | | Europa Press
Reyes, príncipes y otros cargos en las Casas Reales necesitan viajar para cumplir con sus responsabilidades oficiales. Acabamos de ver cómo nuestros monarcas Felipe VI y Letizia se han desplazado unos días a Navarra, junto a Leonor, para mostrar el apoyo de la monarquía a esta región histórica y rica en sus gentes. Del mismo modo, hace unas semanas cogieron un avión hacia Egipto y allí pasaron unos días dando voz a la alianza estratégica el país ha firmado con España este 2025. Es inevitable que algunos de sus compromisos estén lejos de su residencia oficial, y como ya lo saben, han perfeccionado sus rutinas de viaje para que cualquier destino se sienta como en casa.

En el caso de los Reyes de España, hemos descubierto que tienen algunas manías que definen sus viajes. Una de las más comentadas ocurre a la hora de dormir y reponer fuerzas después del día de actos. La pareja real duerme separada, en dos dormitorios contiguos para poder comunicarse con facilidad. Así lo han hecho en su reciente visita a Navarra. Felipe y Letizia eligieron dos habitaciones en un hotel de cuatro estrellas ubicado a las afueras de Pamplona –y, claro, había un tercer cuarto para Leonor–. Esta organización de estancias permite un descanso personalizado y que no se molesten unos a otros durante los momentos de preparación, sueño y reuniones.
Asegurar el descanso y la alimentación en el extranjero
Esta costumbre también se aplica en otras familias reales europeas. Les facilita la estancia en términos de logística, de seguridad y de discreción. Siguiendo con la línea de su interés mediático, también han desarrollado una técnica para pasar desapercibidos en el hotel. Aunque se tomen fotografías y charlen con el personal, no molestan a los demás residentes en las estancias comunes, como el comedor o la recepción. «Ninguno de los tres baja a desayunar al restaurante del hotel», sino que piden que se les suba un servicio a la habitación.
Los reyes Carlos y Camila de Inglaterra también tienen habitaciones separadas, pero esta vez en su propia casa. La monarquía británica aplica esta norma de dividir a los miembros más importantes de la institución en más de una situación. Durante décadas, Carlos ha viajado en un transporte distinto al de su hijo Guillermo, que a su vez siempre se ha movido sin su hijo George, el mayor y el siguiente heredero de la Corona. Sólo han roto esta costumbre en sus viajes privados. Los príncipes de Gales viajaron en un solo avión privado hasta Mustique –isla de San Vicente y las Granadinas, en el Caribe–, en febrero, y hasta Grecia, en julio. Los Reyes españoles también se desplazan como un solo núcleo cuando se trata de su ocio personal.

Sólo los miembros más destacados
Aviones, trenes y coches aparte, cada familia real ha desarrollado una serie de costumbres para aplicar a cada uno de sus viajes al extranjero o en el interior de sus reinos. Este viernes se ha podido ver prueba de ello en Luxemburgo, a donde varias dinastías han viajado para presenciar la abdicación del gran duque Enrique en favor de su hijo Guillermo. Las coronas de Países Bajos y Bélgica han demostrado una vez más que no le temen a una escapada de fin de semana, y menos si es a un país vecino. Ambas familias han aplicado la ley del ‘menos es más’: sólo han participado los monarcas y sus herederas directas, dejando en casa a los demás miembros de la Casa Real.
La comida es una parte fundamental de los viajes y por eso algunos royals se aseguran de encontrar allá donde vayan sus comestibles indispensables. La Casa Real británica tiene costumbre llevar consigo su propio té inglés y su marca de agua embotellada de confianza. También nuestra Leonor, que ha demostrado su interés por los snacks de marca, en especial por los frutos secos de El Corte Inglés.
La seguridad de los Reyes y sus maletas
Los requisitos varían de un viaje corto, cercano a la residencia oficial, a uno largo, de más días o con más trayecto que recorrer. Cuando las visitas al extranjero se alargan, los royals de Noruega intentan llevar consigo un equipo médico de confianza, por si necesitasen atención urgente en ese país. El personal que les acompaña también está especializado en seguridad y servicios, pero su número disminuye en las escapadas privadas. Felipe se ha llevado en este último viaje a 12 personas de seguridad y otras 3 de servicio, su homólogo Federico prefiere viajar con menos compañía y Kate Middleton lleva niñeras para sus hijos.

Cuando el viaje incluye una boda real, una cena de gala o cualquier otro evento de postín, hay que prever que el equipaje de estos reyes y príncipes es de especial valor. Muchos monarcas viajan con sus trajes de chaqué y sus joyeros de pasar, para utilizarlos allá donde vayan, y toman medidas para que no se dañen en el trayecto. Se ha hablado durante años sobre que los joyeros reales están asegurados durante los viajes, así como maletas especiales y maletas de alto valor. En los viajes en avión, llevan sus pertenencias más importantes en el equipaje de mano en vez de facturado.