Gemma Mengual revela los motivos ocultos tras su adiós a la natación artística en 2012
Rompe el silencio sobre su retirada y confiesa cómo la maternidad marcó el momento más duro de su carrera

Gemma Mengual se sincera sobre su retirada de la natación | Gtres
Gemma Mengual, una de las grandes figuras de la natación sincronizada española, se ha sincerado en Madres: desde el corazón, el programa de Mediaset Infinity presentado por Cruz Sánchez de Lara, sobre una de las etapas más decisivas y difíciles de su vida: la maternidad tras el nacimiento de su primer hijo, Nil, y su regreso frustrado a la élite.
«Después de los Juegos Olímpicos de Pekín ya me planteaba hacer una parada, un parón. Pero al final aguanté un año más hasta 2009, que hubo un Campeonato del Mundo en Roma», recuerda. Aquel campeonato fue histórico: siete medallas en siete pruebas. «Fue una competición mágica. Y entonces ya me planteé parar. No me di ni cuenta y me quedé embarazada. No me esperaba que fuera tan rápido», asevera.
La maternidad y la mala reacción de su entrenadora, Anna Tarrés

El embarazo llegó en plena temporada. De hecho, Mengual compitió en el Campeonato de España sin saber aún que estaba esperando un hijo: «Antes de salir a competir me daba llorera. Pensaba que era porque podía ser mi último campeonato, pero ahora creo que emocional y hormonalmente ya estaba ocurriendo algo».
No tardó en comunicarle la noticia a su entrenadora, Anna Tarrés. «Me costó decírselo. Pero un día me acerqué al bordillo y le dije: “Anna, tengo que hablar contigo”. Se me quedó mirando y me dio: “¿Qué? Estás embarazada, ¿no?”. Y yo: “Sí”. Y me dijo: “Me lo he imaginado”. Se lo tomó un poco… Le sorprendió, pero ya lo habíamos hablado. Fue como: “Pues nada, ahora me quedo aquí. Ahora no vas a competir, ¿no? Vale”».
La llegada de Nil fue vivida como una celebración en el equipo. «Somos compañeras, hermanas, amigas, pasamos muchas horas juntas. Era como el bebé de todas. De hecho, una de mis compañeras, Alba Cabello, es la madrina de mi hijo», ha contado Mengual con emoción. Ser madre fue uno de los momentos más felices de su vida. «Me dio una emoción más grande que ganar una medalla. Me sentía tan orgullosa».
Las dificultades del regreso al agua

No obstante, el retorno a la competición no fue como esperaba. Ocho meses después del parto, quiso volver, pero se encontró con numerosos obstáculos. «Tuve la sensación de que no era muy bienvenida. Era bastante obvio. No me lo pusieron nada fácil volver. No querían hacer excepciones conmigo ni nada. Tenían miedo de que dentro del equipo hubiera una madre que un día no viniera porque el niño se pusiera enfermo. Era como si me pusieran palos en las ruedas», lamenta.
La falta de flexibilidad y de comprensión por parte del cuerpo técnico —hace ya quince años— precipitó su retirada. «Iba a entrenar y me ignoraban. Decían: “Entre el niño, entre que ahora tienes un restaurante…”. Todo eran pegas. Yo pensaba: “Llevo toda mi vida haciendo esto, tengo la base técnica y la madurez, no necesito entrenar diez horas al día”. Llegaba a casa frustrada, lloraba, y no quería transmitir eso a mi hijo».
Finalmente, decidió dejar la competición en 2012. «Y al final dije, ¿sabes qué? A mí me ha costado mucho llegar a donde he llegado. Soy muy feliz ahora con mi hijo, y no voy a permitir que me amarguen la vida».
Según explica, su decisión se debió a que «no supieron gestionar la situación. Lo han reconocido después». Así, el 15 de febrero se despidió de «mi vida, mi pasión». «Fue un día fuerte, porque me tuve que callar muchas cosas. Quería que fuera una despedida tranquila, con todo mi equipo, con mi hijo allí. Pero mucha gente sabía por qué me retiraba», concluye.
Gemma Mengual se arrepiente de cómo vivió su retirada: «No me tendría que haber callado, me vi forzada»
Gemma Mengual, uno de los grandes nombres de la natación artística española, con más de 40 medallas internacionales y dos platas olímpicas en Pekín 2008, se convirtió en el símbolo de una generación dorada. Sin embargo, su retirada en 2012, tras ser madre, no fue nada sencilla. Ahora, a sus 48 años, la campeona admite que se arrepiente de cómo gestionó aquel adiós. En conversación con Cruz Sánchez de Lara en «Madres: desde el corazón», la exnadadora repasó ese momento clave de su vida.
Mengual dio a luz en noviembre de 2010, y menos de dos años después, en febrero de 2012, anunció oficialmente su retirada con 34 años. Entonces explicó que su decisión se debía a una cuestión personal: «Me retiro porque tengo la sensación de que ya he dado todo lo que podía a este deporte», declaró en aquel momento.
Su rueda de prensa fue sobria y sin polémicas, una despedida «con dignidad», como ella misma la describe hoy. No obstante, la realidad era diferente: las tensiones con el cuerpo técnico y con su entrenadora, Anna Tarrés, fueron el verdadero detonante, aunque decidió no hacerlo público.
«Fue un día fuerte, porque me tuve que callar muchas cosas. Pero quería que fuera una despedida tranquila, estaba todo mi equipo allí, mucha gente vino, también mi hijo, pero mucha gente sabía por qué me retiraba», cuenta en el programa. Con el tiempo, Mengual admite que aquel silencio le sigue pesando. «Hubiera dicho lo que tenía que haber dicho. Que me retiro porque esta mujer o este equipo técnico no me querían, que lo supieran. Finalmente lo hubiera dicho, pero sí, no me hubiera callado tanto», confiesa.
También reconoce que la presión del momento la desbordó: «Estaba muy nerviosa, además, porque me retiraba de lo que era mi vida, mi pasión, y me vi un poco forzada, pero me autoconvencí. Yo decía: “Bueno, ya está, ya he hecho todo en este deporte, no pasa nada, así que me retiro con dignidad”».
Al mirar atrás, la catalana admite que le habría gustado prolongar un poco más su carrera: «Y cuando ya se acabó la rueda de prensa, me quedé como, ‘Qué bien. Ya está. Ahora a otras cosas’. Que ni tan mal en ese momento, pero me hubiera gustado seguir un par de años más, porque me veía capaz», sentencia.