La vida personal de Ricardo Castella ('La revuelta'): humorista, padre y fan del anonimato
Lejos de los focos, Ricardo Castella vive con discreción su éxito televisivo, fiel a una vida tranquila y familiar

Ricardo Castella | Gtres
El éxito de La revuelta ha puesto en el foco a Ricardo Castella Serrano. Nacido en Madrid en 1974, es uno de los rostros más conocidos del humor televisivo español, aunque siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano. Su perfil sereno y su inteligencia creativa han sido fundamentales en el éxito de formatos como La Resistencia y, más recientemente, en el mencionado programa de La 1, un proyecto que codirige junto a David Broncano y Jorge Ponce.
El pasado de Ricardo Castella
Antes de dedicarse a la comedia, Ricardo Castella estudió Ingeniería de Telecomunicaciones, pero pronto descubrió que su verdadera vocación no estaba entre fórmulas ni cables, sino en los escenarios. Comenzó escribiendo monólogos para El club de la comedia y poco después se incorporó a Paramount Comedy, donde se consolidó como uno de los pioneros del humor de stand-up en España.
Desde entonces, su carrera ha virado entre la interpretación, el guion y la dirección. Ha participado en programas como Noche Hache o Sé lo que hicisteis, y ha aparecido en series de comedia como Muchachada nui o Museo Coconut. Sin embargo, su gran aportación siempre ha sido detrás de las cámaras, donde se ha convertido en una figura clave del humor televisivo de la actualidad.

Una vida tranquila y familiar
Aunque su nombre se ha vuelto más visible gracias al éxito de La Revuelta, Ricardo Castella ha defendido siempre su privacidad. Casado y con hijos, no tiene redes sociales y siempre evita hablar de su vida familiar. Además, rara vez concede entrevistas personales. En alguna ocasión ha admitido que la popularidad puede ser incómoda: «A menudo mis hijos no entienden por qué tienes que dejar de hacer algo importante con ellos por atender a alguien que no conocemos y se nos acerca en la calle», explicó en una charla.
A diferencia de otros compañeros de profesión, no busca protagonismo ni exposición mediática. Incluso en sus apariciones televisivas mantiene un perfil sobrio, marcado por su característico pañuelo o turbante en la cabeza, una seña de identidad que nunca ha explicado, pero que se ha convertido en parte de su imagen.

Lejos de las cámaras, Ricardo Castella lleva una vida tranquila, volcada en su familia y en su trabajo. A pesar de su discreción, quienes lo conocen lo describen como un hombre cercano, reflexivo y con un sentido del humor pausado, muy distinto de la euforia televisiva. En cuanto a la madre de sus hijos o su pareja, se desconoce absolutamente todo.
Un aliado fundamental de Broncano
Su vínculo con David Broncano va más allá de la amistad. Desde los tiempos de La Resistencia, Castella ha sido una pieza esencial en el engranaje creativo del formato. Su visión estructurada y su experiencia como guionista han ayudado a dar forma al tipo de humor ágil y aparentemente improvisado que caracteriza a los programas de la productora Encofrados Encofrasa, de la que es socio y codirector.
Más allá de la televisión, también ejerce un papel estratégico en la gestión de la productora y en las decisiones de contenido. Con un perfil más técnico que mediático, su figura combina la creatividad del cómico con la disciplina del gestor.