La discreta relación de Sonsoles Ónega y Juan Monte: gran madurez personal y lo que les une
La presentadora de Antena 3 y su pareja comenzaron a salir en 2023 y él siempre la ha apoyado en sus proyectos

Sonsoles Ónega y Juan Montes, en una imagen de archivo. | Gtres
Sonsoles Ónega lleva ya varios años de relación con Juan Monte, un financiero a quien conoció tras separarse de César Vidal. Lo cierto es que la presentadora de Antena 3 ha intentado mostrarse muy discreta en cuanto su vida personal y sus reacciones, pero nunca ha ocultado que está enamorada. Es más, Juan siempre ha acompañado a su pareja a sus momentos más importantes, quedándose en un segundo plano, pero brindándole siempre su apoyo. De esta manera, y teniendo en cuenta todo lo que la propia Sonsoles ha contado, hemos podido conocer cómo es su estable relación.
Como decíamos, la presentadora de Y ahora Sonsoles siempre ha sido una persona reservada respecto a su vida privada. En su juventud no se conocen relaciones públicas ni romances mediáticos; de hecho, ella misma ha admitido que desde temprano decidió separar su faceta personal del foco mediático. Su prioridad, según ha dicho en más de una ocasión, fue su vocación periodística y su carrera, más que la exposición sentimental.
La vida sentimental de Sonsoles Ónega

En el año 2008, la periodista se casó con Carlos Pardo Sanz, abogado, con quien mantuvo una relación estable durante más de una década. Fruto de ese matrimonio nacieron sus dos hijos, Gonzalo y Yago, que son el centro de su vida. Durante esos años, Sonsoles ya comenzaba a destacar en televisión, lo que hizo que su ritmo profesional se volviera muy exigente. Ella misma ha reconocido después que esa carga de trabajo fue una de las causas que debilitó su matrimonio. Según sus propias palabras, «el trabajo me robaba demasiado tiempo». Aunque intentaron mantener la estabilidad familiar, la relación se fue deteriorando hasta que en 2019 decidieron separarse. La ruptura se produjo, según contaron los medios, de manera amistosa y con prioridad absoluta por el bienestar de sus hijos. Sonsoles ha explicado más tarde que la separación fue una liberación personal, porque había llegado a un punto en el que ya no era feliz. Años después confesó que hizo «las paces» consigo misma, entendiendo que no había fracasado, sino que simplemente una etapa había terminado.
Tras su divorcio, Sonsoles inició una relación con César Vidal, arquitecto. Su historia comenzó discretamente a finales de 2020 y ella misma confirmó en 2021 que estaba «muy enamorada». En ese momento, Sonsoles definía la relación como tranquila, madura y serena, alejada de la intensidad de su vida profesional. Solían ser vistos juntos en actos sociales o en escapadas de fin de semana, pero manteniendo la privacidad. Sin embargo, a finales de 2022 trascendió que la relación había terminado. Ninguno de los dos hizo declaraciones públicas al respecto, pero según medios cercanos, la distancia y la falta de tiempo fueron determinantes. Sonsoles se centró entonces de lleno en su nueva etapa profesional, en la que pronto asumiría el reto de presentar su propio programa en Antena 3.
Su divorcio, la ruptura con César Vidal y su relación con Juan Monte

A finales de 2023, Sonsoles volvió a ser noticia por el inicio de una nueva relación con Juan Monte, un inversor financiero de 52 años. Se conocieron gracias a amigos en común, en una cena a la que ella acudió sin muchas expectativas. Lo curioso, según ha contado, es que él no sabía quién era Sonsoles ni a qué se dedicaba, algo que ella consideró un alivio dentro de su entorno mediático. Su relación ha sido descrita, en varias ocasiones, como un amor maduro y discreto. Ambos han pasado por matrimonios previos, tienen hijos y comparten una visión relajada del amor: disfrutar del presente sin necesidad de grandes planes ni formalidades. Sonsoles ha contado con humor que tiene que «escaletar el amor», una expresión que usa para describir cómo organizan su tiempo juntos entre agendas muy apretadas. A pesar de eso, asegura que esta relación le ha devuelto la ilusión, la calma y la felicidad cotidiana.

Es más, Juan ha sido descrito como un hombre «muy disfrutón», que vive la vida con alegría y espontaneidad. Sonsoles ha dicho que le ha ayudado a redescubrir el placer de las cosas simples: una cena sin móviles, una tarde sin televisión, un viaje sin agenda. Los dos coinciden en valorar la privacidad y el equilibrio emocional. También han dejado claro que no planean tener hijos en común, ya que ambos tienen sus propias familias y están satisfechos con su situación actual. Sonsoles Ónega ha hablado en diversas entrevistas sobre lo que ha aprendido de sus experiencias sentimentales. Dice que ya no busca perfección ni permanencia, sino autenticidad, serenidad y respeto. Ha confesado que, durante años, se exigía demasiado a sí misma —como profesional, madre y esposa— y que eso la llevó al agotamiento emocional. Hoy, dice, ha aprendido a valorar el presente sin culpa, a disfrutar de lo que tiene y a aceptar que las relaciones cambian, igual que las personas.
En palabras suyas, el amor «no hay que anunciarlo, hay que vivirlo», y parece que eso define su etapa actual: discreta, estable y feliz. Su relación con Juan Monte representa para ella no tanto una historia de romanticismo idealizado, sino una historia de madurez, calma y complicidad después de años de aprendizaje personal. Con Juan, además, comparte muchas cosas. Lo primero es la discreción; ambos han optado por mantener la vida privada bastante reservada. Es más, no hay muchos posados, muchas declaraciones grandilocuentes, pero sí gestos, apariciones puntuales, escapadas juntos, etc. Juan respeta, también, el ritmo de vida de Sonsoles —que fue uno de los principales problemas que tuvo en su matrimonio— y es muy activo. Además, Sonsoles no tiene mucho tiempo libre, pero Juan contribuye a que valore más los momentos pequeños, a organizarse para aprovechar lo que hay.
También, Sonsoles ha contado que Juan es «muy disfrutón», lo que la aporta esa dosis de espontaneidad, de disfrutar lo sencillo: noches tranquilas, cenas sin móviles, vacaciones sin prisa. También, los dos pueden presumir de tener un equilibrio emocionar. Es más, Sonsoles ha incidido en que Juan le ha devuelto la ilusión por el amor y se siente feliz y contenta. Han dejado claro que no están pensando en tener hijos juntos. Ella ha bromeado diciendo que ya ambos tienen hijos de relaciones previas, «y está todo perfecto».