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Luces y sombras en la vida de Antonia dell'Atte: hijo con Lequio, su dolencia y musa de Armani

La italiana ha concedido una entrevista a ‘El País’ donde ha hablado de sus peores momentos junto al conde Lequio

Luces y sombras en la vida de Antonia dell’Atte: hijo con Lequio, su dolencia y musa de Armani

Antonia dell'Atte, a lo largo de su vida. | Gtres

Antonia dell’Atte siempre ha sido una mujer con carácter, a quien no le ha importado ir con la sinceridad por bandera y con una actitud que, en muchas ocasiones, le ha hecho ir acumulando una lista de enemigos. Probablemente, lo que pocas personas se esperaban es que detrás de esa forma de comportarse tan fría estaba una mujer –con coraza– que, aunque fuerte, arrastra ciertos traumas y momentos complicados del pasado. Algo que ha querido contar ella misma en su última entrevista en El País, junto a Martin Bianchi, donde ha relatado los años difíciles que vivió junto a Alessandro Lequio.

La propia Antonia, que no solamente ha sido una de las modelos mejor valoradas en nuestro país, sino que ha participado en varios programas de televisión españoles, ha relatado un momento que vivió en 1991. Una joven Antonia acudió a una comisaría en Madrid para denunciar a su entonces marido, Alessandro Lequio, por «abandono familiar y malos tratos físicos y psíquicos». Aunque luego retiró la denuncia, ha afirmado que la policía le tomó la declaración y que la creyeron –algo que no era del todo muy común en la época–. Ella misma ha denunciado que, en ese momento, en los medios, se le trató como «la italiana loca y despechada» tras su ruptura, deformando su versión de los hechos. En su entrevista con el mencionado periódico, además, la italiana ha recordado que conoció a Lequio en 1986, cuando era modelo para Giorgio Armani, y que él reapareció más tarde insistiendo en acercarse a ella.

La relación de Antonia dell’Atte y Alessandro Lequio

Antonia dell’Atte junto a Alessandro Lequio en 1990. | Gtres

Con el paso del tiempo, ha asegurado que Lequio comenzó a mostrar conductas controladoras; preguntarle cuánto dinero tenía, despreciar a sus amistades y a su familia, sugerir que sus amigos eran infieles o la «usaban», o decirle que «nadie la quería», entre otros. Ella ha interpretado siempre eso como manipulación psicológica. Antonia ha denunciado que la primera agresión física ocurrió estando embarazada: «La primera patada que me dio Lequio, estando embarazada, fue a la vuelta de la luna de miel». También ha relatado otro episodio de agresión en Varsovia tras un traslado, donde dice que él le pegó otra patada y que tuvo que volver a Italia para operarse el menisco. 

En todo momento, dell’Atte ha querido dejar claro el crudo papel que tuvo la prensa. Apuntando que muchos medios de comunicación han «blanqueado» la violencia, revictimizan a las mujeres y desinforman de forma continuada. Afirma que muchos periodistas han callado o colaborado con el discurso de Lequio. Ha criticado, también, que esos programas que hablan de violencia de género lo hacen con ligereza, sin visibilizar herramientas como el teléfono 016, y que «los maltratadores, aunque no tengan condena pero hayan sido reconocidos, no pueden servir de ejemplo». Dell’Atte ha pedido que se «crea a las mujeres» y que ellas «vayan con la cabeza muy alta», mientras los agresores deberían avergonzarse.

La vida de Antonia dell’Atte como musa de Armani

Antonia Teodora Dell’Atte nació el 9 de febrero de 1960 en Ostuni, provincia de Brindisi, en la región de Apulia (Italia). Creció en un ambiente rural y modesto; cuando era pequeña ayudaba en la vendimia. Su padre era autoritario, bebía y, cuando se emborrachaba, se volvía violento, lo que generaba miedo y tensión en la familia. Sus progenitores se separaron cuando ella tenía unos 13 años, lo que cambió la dinámica familiar y alivió algunas presiones económicas. Fue cuando era muy joven cuando comenzó a trabajar como modelo en Italia y llamó la atención por su belleza, sus rasgos marcados, su característico corte de pelo, cejas prominentes y fuerte personalidad. En esa época, además, se convirtió en musa de Giorgio Armani, posó en varias campañas a mediados de los años 80. En 1987 se casó con Alessandro Lequio, aristócrata italiano, después de haber vivido parte de su carrera en Milán y tras trasladarse a España cuando Lequio fue destinado allí por su trabajo. Antonia se estableció en España hacia 1990.

Juntos tuvieron un hijo, al que llamaron Clemente Lorenzo Lecquio di Assaba. Antonia ha hablado de una enfermedad de tiroides que le afectó mucho, especialmente los ojos; esto la llevó a apartarse durante un tiempo del foco mediático. En esos años alejada, centrada en su salud personal y en cuidar de su hijo, reflexionando sobre lo vivido, sufrió también el peso de la exposición pública y las consecuencias emocionales de la ruptura. En estos años, además, se ha estrechado la relación con su hijo Clemente, del que se muestra muy orgullosa; ha dicho que siempre le ha tratado con honestidad y ha intentado protegerlo frente al ruido mediático. También ha enterrado en buena medida las rencillas públicas con Ana Obregón, especialmente tras el fallecimiento de Álex Lequio, el otro hijo de Alessandro, que fue una tragedia que reconfiguró las relaciones personales implicadas. 

Mantiene una buenísima relación con su hijo Clemente

Clemente Lorenzo Lequio di Assaba nació el 2 de abril de 1988 en Turín, Italia. Poco después, vivió con sus padres en Polonia y luego en España, estableciéndose con su madre cuando sus progenitores se separaron. Durante su infancia su madre siempre se encargó de protegerlo del foco mediático y de los escándalos públicos. Clemente ha tenido una relación compleja con la fama derivada de sus padres. También ha habido momentos de tensión, por ejemplo con Ana Obregón y la cobertura mediática de la muerte de su hermano Álex Lequio. Clemente expresó su dolor por no ser invitado al funeral de su hermano, y la controversia que rodeaba esa situación.

Antonia junto a su hijo Clemente. | Gtres

Aunque tiene un origen aristocrático y mediático, Clemente ha optado por una vida más discreta. Vivió en ciudades como Barcelona durante la infancia, y posteriormente en Milán y Berlín; hizo estudios universitarios, incluyendo un doctorado en Ciencias Políticas. En el terreno profesional, ha trabajado como DJ durante un tiempo, lanzó música bajo un alias, compuso piezas musicales y estudió instrumentos como el piano y el violín. Desde 2016 Clemente vive en Miami, Estados Unidos, donde ha optado por un perfil más bajo en cuanto a los medios. Está casado con Corbie Gregory, quien trabaja como gerente en un hotel de lujo –el Nobu Miami Beach–.

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