Nuria Roca, sin filtros, recuerda sus inicios: «Me tomaban por tonta solo por ser guapa»
La presentadora reivindica su trayectoria y demuestra que ser guapa nunca fue un obstáculo para ella

Nuria Roca | Gtres
Nuria Roca siempre ha destacado por ser una de las personalidades más versátiles del panorama televisivo español. Periodista de formación, escritora por vocación, actriz ocasional y presentadora de éxito, ha sabido moverse con soltura entre formatos y registros muy distintos. Sin embargo, detrás de esa seguridad que hoy proyecta hay un largo camino de esfuerzo para no dejarse encasillar. Ella misma lo contaba en una entrevista para CP Talks, el pódcast de Carmen Peñas centrado en temas de belleza y salud.
En aquella charla, Nuria Roca recordó cómo, en sus comienzos, tuvo que luchar contra prejuicios absurdos como su físico. «Tenía un editor de informativos que pensaba que era rematadamente tonta por ser guapa», confesó, evidenciando el tipo de barreras invisibles que muchas mujeres encuentran al iniciar su carrera profesional.
«Tenía un editor de informativos que pensaba que era rematadamente tonta por ser guapa»
Durante la conversación, Nuria se mostró especialmente crítica con la tendencia social a vincular la apariencia con la capacidad intelectual. «Te cierra puertas cuando la gente, por arquetipos que tenemos y prejuicios, asocia la belleza con falta de inteligencia o profesionalidad, que es algo que es ridículo», reflexionó, recoge Diez Minutos.
Sus palabras sirven de referencia para muchas mujeres que, pese a su preparación y esfuerzo, han debido demostrar el doble para ser tomadas en serio. En su caso, esa realidad se manifestó desde sus primeros pasos en televisión, cuando aún compaginaba los estudios universitarios con la presentación de informativos.
«Voy a poner un ejemplo: cuando era muy jovencita ya estaba haciendo televisión y me pusieron a presentar informativos. Estaba terminando la carrera entonces. Tenía un editor de informativos que pensaba que era rematadamente tonta por ser guapa. Ni siquiera me dirigía la palabra». Aquella indiferencia, lejos de desanimarla, le sirvió de impulso para reafirmarse.
El esfuerzo silencioso que forjó su carrera
En lugar de rendirse ante el escepticismo de su entorno, Nuria Roca aprovechó cada instante para avanzar. Mientras otros dudaban de su talento, ella dedicaba los ratos muertos en la redacción a terminar su proyecto final de carrera. «Aprovechaba ese tiempo libre. El editor me veía como muy atareada y un día me preguntó qué estaba haciendo. “Ah, ¿que has estudiado?”, me dijo sorprendido».
Ese episodio marcó un antes y un después en su forma de entender el trabajo y la autoexigencia. De ahí extrajo una enseñanza que hoy repite con convicción: la apariencia nunca define la capacidad. «La gente te prejuzga por tu aspecto físico, por la imagen que puedes dar. Yo conozco a gente guapísima que me da mil vueltas y gente que es muy fea y es muy tonta. No pasa nada, cada uno como es. La belleza que cada uno tiene intrínseca tampoco tiene ningún mérito».
A lo largo de los años, Nuria Roca ha consolidado una carrera digna de admirar. Programas como Lo de Roca o su papel como colaboradora en El hormiguero demuestran su capacidad para adaptarse a nuevos formatos sin perder su esencia. Y, aunque admite que no todos los proyectos le resultaron igual de cómodos, valora cada paso dado como parte de su evolución. «He hecho muchos trabajos que no los repetiría, pero si me los volvieran a ofrecer… Si volviera atrás, estoy convencida de que los volvería a hacer, porque todo te alimenta y todo te forma».