Las dos versiones de por qué García Montero y Almudena Grandes llamaron a su hija Elisa
Se inspiraron en dos historias distintas para la elección del nombre que se recogen en el libro póstumo, ‘Escalera interior’

Elisa García Grandes, en una imagen de archivo. | EP
La muerte de Almudena Grandes dejó a su familia totalmente destruida. La escritora, además de ser toda una referente en el mundo literario, había construido, con el paso del tiempo, una estrecha relación con sus hijos y con su marido. Es más, fue Luis García Montero su gran fuente de inspiración y, también, quien le acompañó hasta los últimos momentos de su vida. Tras su marcha, sus vástagos y su marido siguieron honrando su memoria, empeñados en que su historia y su legado no cayeran en el olvido. Una de esas voces ha sido la de Elisa, la única hija que tuvo con el escritor de Habitaciones separadas.
Sin duda alguna, tanto su relación amorosa como la familiar, fueron dos de los ejes principales en sus novelas, en las que Almudena Grandes intentó plasmar todo lo que sentía por ellos. En muchas de ellas combinó una etapa literaria, esa inexistente y onírica, con experiencias propias que había sentido a lo largo de su vida real. Así, la escritora no pudo evitar dejar constancia de muchos de los detalles que rodeaban la vida de su hija, quien forjó unos ideales muy diferentes a los de sus padres, afiliándose a la Falange y siendo un verso libre dentro de una familia con clara tendencia a la izquierda.
Por qué Almudena Grandes y García Montero llamaron a su hija Elisa

Como decíamos, son varios los libros en los que tanto Grandes como García Montero quisieron dejar por escrito su historia personal. En Escalera interior, la novela póstuma de la escritora, recoge parte de su producción más íntima, sus reflexiones cotidianas, escritas en columnas quincenales, en su etapa de columnista para El País Semanal. El libro consta de cerca de 464 páginas y está editado por Tusquets Editores, dentro de la colección Andanzas. Sus textos trascienden meras noticias o crónicas, y adoptan un tono muy literario, narrativo e íntimo con retratos breves de la vida ciudadana, escenas cotidianas, pequeñas confesiones, impresiones, olores, sonidos, detalles de lo ordinario que, en su mirada, contienen lo universal. Muchas de esas historias, además, giran alrededor de lo más cotidiano; patios de luces, vecinos, cocinas, el bullicio de Madrid, el olor a mar y los recuerdos.
Este libro, además, ha sido esperado y acogido con mucho cariño, ya que era «lo que faltaba» en la obra de Almudena Grandes, ofreciendo una faceta más cercana, cotidiana y confesional. En el mismo, la escritora, también, dejó constancia de su hija y de por qué García Montero y ella eligieron Elisa como nombre para a su única creación de carne y hueso. En el mismo, se narra que la propia Almudena contaba en Cielo claro, sin nubes las razones que le habían llevado a escoger ese nombre. «Si su marido se decantó por ese nombre fue porque así se llamaba la amada del poeta Garcilaso de la Vega», explican. Pero, para Almudena, «la razón era otra». «El nombre de Elisa simboliza la trágica historia del amor entre Dido, reina de Cartago, y Eneas, héroe de la guerra de Troya», apostillan. Y es que Elisa significa «cielo claro, sin nubes», la misma forma en la que Eneas llamaba en la intimidad a Dido, antes de verse obligado a abandonar Cartago y partir hacia Italia.
Inspirados en la historia y recogido en ‘Escalera interior’
Sin duda alguna, Elisa ha sido una de las personas que más ha llorado la muerte de la escritora. Sobre todo porque este momento de pérdida se juntó con la muerte de su hija, al poco de nacer. Aunque hace un tiempo le dio una nueva oportunidad a la maternidad, Elisa sigue manteniendo viva la llama de su madre, sin poder superar esa etapa de su vida tan difícil. Elisa García Grandes nació en 1997. Cuando vino al mundo, los dos escritores ya tenían hijos de relaciones anteriores; Irene y Mauro. Creció en un entorno muy literario, intelectual y marcado por las convicciones políticas de sus padres, que siempre han estado muy activos en la izquierda española.

Desde joven, Elisa mantuvo una cierta inclinación a lo alternativo; le gustaban ambientes populares y la cultura punk. Es más, se la ha descrito como una joven poco convencional para el tipo de entorno familiar en que se crió. A los 15 años ya llamaba la atención por su rebeldía: piercings, pelo con estilos particulares, cierta identificación con movimientos juveniles marginados del gusto más habitual del ambiente intelectual de sus padres. Estudió Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y se ha desarrollado como correctora en una editorial. A nivel mediático, lo que más ha llamado la atención ha sido su adhesión al falangismo y al nacionalsindicalismo, posiciones políticas bastante enfrentadas a las de sus padres. Es más, ha participado en varios eventos de la Falange, impartiendo conferencias sobre el nacionalsindicalismo, autoproclamándose como «camarada».
El dolor de la familia
Tras la muerte de Almudena en noviembre de 2021, su viudo Luis García Montero ha hablado abiertamente de su dolor. Es más, utilizó la red social X para exponer públicamente un sentido comunicado. «Gracias por todo el cariño en la muerte de Almudena. Supongo que estar hundido es un modo de seguir enamorado y de empezar una nueva vida con el amor de siempre», contó. El escritor ha utilizado la poesía como una vía para transitar el dolor. Su libro Un año y tres meses surge en parte como necesidad de «buscar respuestas a lo que le estaba pasando», no solo como biografía, sino para hallar sentido en la pérdida. Después del fallecimiento de Almudena, Montero también sufrió otras pérdidas cercanas: la muerte de su padre y la de su nieta –hija de Elisa–, ésta última con apenas quince días de vida.

A pesar de todo, García Montero ha seguido adelante, sobre todo por sus hijas, por las que «resiste». Elisa, además, ha estado presente en varios de los homenajes que se han realizado en Madrid a la escritora, tanto en la Feria del Libro como en otros actos de especial relevancia. También, la joven ha aparecido en el documental Almudena, en el que se le rinde un sentido homenaje a la escritora, recordando algunos de los detalles cotidianos de su madre.