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Muere Emilio Rodríguez Menéndez, el polémico abogado que triunfó en la televisión

Fue defensor de personajes mediáticos como, entre otros, el Dioni, la Ducle Neus o Antonio David Flores

Muere Emilio Rodríguez Menéndez, el polémico abogado que triunfó en la televisión

Emilio Rodriguez Menéndez. | Federico Torra / Europa Press / ContactoPhoto

El polémico abogado Emilio Rodríguez Menéndez, conocido por ser defensor de personajes mediáticos como el Dioni o la Dulce Neus ha muerto en Madrid a los 75 años. Según ha adelantado Telecinco y han confirmado a EFE fuentes próximas al letrado, Menéndez ha fallecido en el Hospital Central de la Cruz Roja, San José y Santa Adela, en Madrid, tras pasar semanas ingresado.

Nació en Madrid, el 16 de octubre de 1952 y en su carrera profesional destacó por sus intervenciones en casos que lograron gran notoriedad en los medios de comunicación. Defendió entre otros a Nieves Soldevilla, la dulce Neus, acusada de matar a su marido; a los policías condenados por la desaparición de Santiago Corella, el Nani, o a Dionisio Rodríguez, El Dioni, guardia de seguridad que en 1989 robó un furgón con 298 millones de pesetas, algo menos de dos millones de euros.

Más allá de los tribunales, Rodríguez Menéndez se convirtió en una figura inescapable de la televisión española durante los años 90 y principios de los 2000. Su carisma controvertido y su afición por el escándalo lo llevaron a aparecer en programas de gran audiencia, donde no dudaba en airear detalles jugosos de sus casos o de su vida personal.

Uno de los hitos de su fama mediática fue su participación habitual en Crónicas marcianas, el late night show presentado por Javier Sardà en Telecinco, donde intervenía como invitado para comentar sucesos, chismes del corazón y hasta sus propias batallas legales. Aquel programa, con su mezcla de humor ácido y debates calientes, lo catapultó al estrellato televisivo, convirtiéndolo en un personaje que el público amaba y odiaba a partes iguales. También dejó huella en otros espacios como Día a día de María Teresa Campos, donde aparecía en 1996 para discutir temas de actualidad, o La máquina de la verdad en 1993, un formato sensacionalista que encajaba perfecto con su estilo provocador.

Pero su vida no fue solo glamour catódico. Rodríguez Menéndez, que se autodenominaba ‘el abogado del diablo'”‘, acumuló un rosario de controversias que lo persiguieron hasta el final. En los 80 y 90, se hizo con el control del diario Ya y fundó la revista Dígame, un semanario de prensa rosa que no escatimaba en escándalos, pero que cerró en 2000 tras demandas por invasión a la intimidad. Uno de sus episodios más sonados fue la publicación en 1997 de una falsa entrevista con Antonio Anglés, el fugitivo del crimen de Alcàsser, usando fotos de un modelo argentino, lo que le costó querellas y una dimisión en el periódico.

Los romances de Emilio Rodríguez Menéndez con famosas

En lo personal, su existencia fue un torbellino: en 1999, su tercera esposa, Laura Fernández, contrató a un sicario para matarlo, aunque él salió ileso y el asunto acabó en los tribunales. Tuvo romances públicos con famosas como Mila Ximénez –con quien intercambió acusaciones de todo tipo en la prensa–, Nuria Bermúdez o Malena Gracia. Políticamente, intentó sin éxito presentarse a elecciones con su propio partido, el Partido Socialista de la Justicia, y en 2015 demandó a Podemos sin que prosperara.

Sus problemas con la justicia fueron constantes. En 2002, lo condenaron a dos años por difundir fotogramas de un vídeo sexual de Pedro J. Ramírez. En 2006, huyó a Argentina para evitar una pena de diez años por fraude fiscal –había defraudado 1,8 millones de euros–. Allá pidió asilo político, pero al volver a España en 2008, se fugó de la cárcel de Topas durante un permiso. Sus delitos no pararon: en 2014, otra condena de cuatro años por estafa en un negocio ficticio de petróleo, y en 2023, enfrentó cargos por engañar a inversores.

A pesar de todo, o quizás por eso, Rodríguez Menéndez dejó una marca indeleble en la España de la transición y la democracia, un tipo que mezclaba ley, showbusiness y caos como nadie. Su muerte, justo el día de su cumpleaños, cierra un capítulo de esos que parecen sacados de una telenovela, pero que fueron muy reales.

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