El regreso de Amaia Montero a La oreja de Van Gogh impulsa su patrimonio

Amaia Montero vuelve a ser noticia tras confirmar oficialmente su esperado regreso a La Oreja de Van Gogh, la banda con la que se consagró como una de las voces más emblemáticas del pop español. Después de años de rumores y especulaciones, el grupo vuelve a reunirse este miércoles en lo que ya se considera un acontecimiento histórico para la música nacional.

Su retorno no solo tiene un valor sentimental y artístico, sino también un claro impacto económico, para ella y para el grupo. Durante todo este tiempo, Amaia Montero nunca dejó de formar parte de la estructura empresarial del grupo, ya que sigue siendo socia de La Oreja de Van Gogh S.L., compañía a través de la cual se gestionan los derechos de sus canciones. En 2022, la sociedad —propiedad a partes iguales de los cinco miembros originales— registró activos por valor de 2,9 millones de euros.

La vuelta de la cantante promete impulsar las cifras del grupo gracias a nuevas ventas, giras y contratos publicitarios, lo que a su vez refuerza la posición financiera de Montero, propietaria del 20% de la empresa, detalla El Español.

Amaia Montero posee un gran patrimonio

Además, Amaia Montero mantiene una sólida trayectoria empresarial independiente. Su sociedad, Poquito a poco S.L., continúa activa y en 2023 alcanzó una facturación de 2,3 millones de euros, demostrando que su actividad económica no se detuvo ni siquiera durante sus años alejada de los escenarios. Con su regreso, se espera que esas cifras crezcan al calor de nuevos proyectos musicales.

En el terreno patrimonial, la artista conserva importantes inversiones inmobiliarias: un piso en San Sebastián valorado en unos 400.000 euros, un lujoso apartamento en el barrio de Salamanca (Madrid) adquirido por un millón hace más de una década —y hoy tasado en torno a tres millones—, además de un terreno exclusivo en Gipuzkoa que cuenta con piscina, pista de tenis y frontón.