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La infancia de Rosalía Mera, ex de Amancio Ortega, en Galicia: familia humilde y sin colegio

La madre de Sandra y Marcos Ortega nació en los años 40 en un entorno muy sencillo y tuvo que trabajar desde pequeña

La infancia de Rosalía Mera, ex de Amancio Ortega, en Galicia: familia humilde y sin colegio

Rosalía Mera, en una imagen de archivo. | Gtres

Construir un gran imperio de la nada no está al alcance de todo el mundo. Amancio Ortega consiguió, hace años, crear su propia empresa y, sobre todo, convertir esta en un referente en el mundo textil. Pero eso sí, no lo hizo solo. Realizó este hito de la mano de su mujer, Rosalía Mera, quien cumplió un papel fundamental en su vida. Rosalía murió hace años, concretamente en un viaje junto a su hija Sandra, y lo hizo, además, de forma sorpresiva y dejando a su familia totalmente rota. Por aquel entonces, Rosalía y Amancio ya habían separado sus caminos, justamente cuando nació Marta, la primera y única hija del empresario gallego con Flora Pérez.

Rosalía Mera Goyenechea nació en La Coruña, Galicia, el 28 de enero de 1944, en el seno de una familia obrera y humilde. Su infancia transcurrió en una época difícil para España con la posguerra franquista y marcada por la escasez económica y las limitaciones sociales, especialmente para las mujeres. Su familia no disponía de grandes recursos, y desde muy joven Rosalía aprendió el valor del trabajo y del esfuerzo cotidiano, virtudes que la acompañarían toda su vida.

La infancia de Rosalía Mera en La Coruña

Rosalía Mera, en una imagen de archivo. | Gtres

Como era habitual en muchas familias trabajadoras de la época, Rosalía no tuvo acceso a una educación prolongada. Abandonó los estudios siendo apenas una adolescente, antes de terminar la enseñanza básica. Su salida temprana de la escuela no fue por falta de capacidad, sino por necesidad: debía contribuir a la economía familiar. Esta decisión marcaría el inicio de su camino en el mundo laboral, aunque en aquel momento nadie podía imaginar que una joven coruñesa sin estudios acabaría convirtiéndose en una de las mujeres más ricas e influyentes de España.

Rosalía comenzó a trabajar como costurera en talleres locales de A Coruña. Su talento y habilidad con la aguja llamaban la atención; era una persona minuciosa, creativa y observadora. Este trabajo le permitió desarrollar una comprensión profunda del proceso textil y de las necesidades de las clientas, un conocimiento práctico que más adelante resultaría crucial para su éxito empresarial. También en esos años aprendió el valor del trabajo en equipo, del trato directo con las personas y del cuidado por los detalles, elementos que luego caracterizarían la filosofía de Inditex.

Una familia humilde y un trabajo muy pronto

La infancia y adolescencia de Rosalía transcurrieron en una Galicia donde el papel de la mujer estaba muy limitado. Sin embargo, ella siempre mostró una personalidad fuerte y una mentalidad abierta. Desde joven se destacó por su espíritu independiente y su sensibilidad social, características que más tarde plasmaría en su labor filantrópica. Su entorno familiar y laboral le inculcó la importancia de la solidaridad, la cercanía y la empatía con las personas más desfavorecidas. De esta manera, sus primeros años de vida fueron sencillos, marcados por el trabajo, la modestia y, sobre todo, el aprendizaje constante.

Amancio Ortega junto a su mujer, Flora. | Gtres

Rosalía conoció a Amancio en los años 70 cuando ambos trabajaban en el sector textil. Ella era una joven costurera en un taller de confección y él, unos años mayor que Rosalía, trabajaba como repartidos y aprendiz en una camisería. En aquel momento, ninguno de los dos imaginaba que juntos transformarían la industria de la moda. Su relación, al igual que muchas otras de la época, comenzaron de forma sencilla, unida al trabajo y con una ambición común; mejorar sus vidas a través del esfuerzo. Además de su relación sentimental, ambos compartieron una visión muy parecida del negocio y, sobre todo, una gran capacidad de negocio juntos. Es más, comenzaron a confeccionar sus propias batas y ropa para mujeres en su domicilio, con una máquina de coser y muchas ganas.

Su unión personal y profesional con Amancio Ortega

Mientras que Rosalía diseñaba y cosía las prendas, Amancio se dedicaba de la distribución. Todo esto lo hacían en su pequeño piso de La Coruña y, con el paso del tiempo, debido al éxito, tuvieron que mudarse a un espacio más grande. A mediados de los años 60, la pareja fundó Confecciones Goa, una pequeña empresa familiar dedicada a fabricar batas y prendas de estar por casa. Además, el nombre provenía del segundo apellido de Amancio, «Gaona». Rosalía desempeñó un papel fundamental: además de coser, organizaba la producción y aportaba ideas sobre diseño y adaptación a las necesidades de las clientas. Su enfoque práctico y su sentido común complementaban la visión estratégica de Amancio. En 1975, ambos abrieron las puertas del primer Zara en la ciudad gallega y ofrecieron moda actual y asequible, inspirada en tendencias internacionales.

Sandra Ortega es la segunda persona más rica de nuestro país.

Los siguientes pasos ya son historia pero de lo que hay que certeza es que esa primera semilla ha germinado hasta unos límites insospechados. Rosalía Mera y Amancio Ortega se separaron a mediados de los años ochenta, cuando Inditex ya empezaba a consolidarse como una compañía prometedora. Aunque su matrimonio terminó, mantuvieron un vínculo cordial y un respeto profesional mutuo. Rosalía siguió siendo accionista importante de Inditex y una figura clave en los orígenes del grupo, mientras que Amancio continuó al frente de la expansión global de la empresa. Tras su divorcio, Rosalía se centró en sus proyectos sociales y solidarios, a través de la Fundación Paideia, además de cuidar de su hijo Marcos, quien nació con una parálisis cerebral.

Pese a sus diferencias y a su separación, la historia de Rosalía Mera y Amancio Ortega es inseparable. Juntos construyeron los cimientos del imperio Inditex, cuya filosofía —rapidez, sencillez, y cercanía con el cliente— se forjó en sus años de trabajo conjunto. 

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