La carta de ruptura de Isabel Preysler y Vargas Llosa: «No voy a soportar tus idas y venidas»
El 12 de diciembre de 2022, la hispanofilipina terminó su romance «por respeto a mí misma y porque no me lo merezco»

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en un evento en octubre de 2022, dos meses antes de su ruptura. | | Europa Press
Acaban de salir a la luz las memorias de Isabel Preysler y, en sus páginas, muchos detalles de su vida sentimental que se desconocían hasta ahora. El libro lleva por nombre Mi verdadera historia y ha desvelado, capítulo a capítulo, la intensa realidad íntima y mediática de la celebridad hispanofilipina en cada etapa vital. Este miércoles 22 de octubre se reviven, gracias a la publicación de esta autobiografía, episodios tan relevantes de su historia como su embarazo a los 20 años con Julio Iglesias o el secuestro por ETA de su suegro Julio Iglesias Puga, conocido como ‘Papuchi’.
Entre sus vivencias más recientes se destaca el romance que vivió junto a Mario Vargas Llosa, el Nobel peruano fallecido este pasado mes de abril. Se conocieron en una fiesta en 2015 y su conexión instantánea les llevó a compartir ocho años de amor y compañía mutuos. Hoy se desvela cómo y por qué rompieron en 2022, cuando no existía ningún impedimento -conocido por el público- para continuar su relación, como podían ser la salud, la distancia o la oposición familiar. En el libro se ve la evolución de este amor maduro, del «mi vida se llenó de juventud, de sueños, de deseos» a «manda a alguien a recoger todas tus cosas».

La carta de ruptura: «Querido Mario»
Isabel Preysler cortó con su amor literato el 12 de diciembre de 2022, hace casi tres años. Eligió el día de su despedida y la forma en que le haría llegar sus últimas palabras. Le envió una carta de su puño y letra, en la que repasa sus motivos para finalizar el romance. La socialité ha querido incluir este alegato final en sus recién estrenadas memorias. La misiva comienza con su habitual «querido Mario», en honor al cariño que todavía se profesaban, y se despide con un abrazo, la primera muestra de su nueva distancia.
Preysler remite a los años felices que vivieron para evidenciar que su relación ya «no se parece en nada a la que teníamos al principio de los casi ocho años que llevamos juntos». Habían perdido la ilusión, la complicidad, y la alegría y al no haber intereses en común la mejor decisión era romper. Es el peso de la rutina en el día a día y los conflictos puntuales que les hacían estallar. Isabel le recrimina al escritor una «ridícula escena de celos» después de una fiesta que le hizo decidir separar sus caminos. Este episodio clave en su relación tuvo de testigo a su hija Ana Boyer.
La vergüenza de Isabel Preysler
«Sabes perfectamente que era una fiesta a la que acudí porque formaba parte de mi trabajo y que, además, lo hice acompañada de mi hija Ana. Y utilizo el adjetivo de ridícula porque, a nuestra edad y en nuestro caso, las escenas de celos infundados están totalmente fuera de lugar y dan hasta vergüenza», le escribió Isabel a Mario. La cena en cuestión se celebró unos días antes de la redacción de la carta, el 30 de noviembre de 2022. «Me cuesta encontrar las palabras adecuadas para explicarte el asombro que me produjo tu ridícula escena de celos la noche después de la fiesta de Moët & Chandon. ¿Cómo pudiste decirme levantando la voz, a lo que no estoy acostumbrada, que me estaba tomando ‘demasiadas libertades’?», escribe Isabel.

A esto se suma que se tuviera que enterar por el servicio que esos días de diciembre había vuelto a su domicilio -de la calle Flora- y mandara, sin «dar señales de vida», a una persona a recoger su pasaporte y algo de ropa. Un comportamiento que consideraba «totalmente inaceptable». Isabel añadió en su carta que «lo que de verdad hace imposible la convivencia es la mala educación y tú estás muy mal educado. Mi casa no es un hotel en el que las personas van y vienen sin tener en cuenta a los demás y yo no voy a soportar tus idas y venidas sin, por lo menos, una explicación».
La primera «escena» la vio Tamara Falcó
Isabel le recuerda a Mario que ya hubo una primera vez, «también por otra escena de celos», en la que lo volvió a acoger cuando decidió volver arrepentido. Esta vez, su compañera de evento fue Tamara Falcó. «Reproché entonces tu egoísmo y tu mala educación a pesar de que debido a tu soberbia ni siquiera me pediste perdón. Esta ha sido la segunda vez que lo has hecho pero no va a haber una tercera porque, por respeto a mí misma y porque no me lo merezco, no voy a dar por bueno tu comportamiento que considero totalmente inaceptable», escribió en la misma carta donde Isabel Preysler dio por zanjada su relación con Vargas Llosa.
«Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas», y con estas palabras dio por terminada su relación de ocho años junto al Nobel. La prensa se enteró del fin de la relación entre Vargas Llosa y Preysler el 28 de diciembre de 2022, unos días después de la redacción, envío y lectura de la comentada carta. Desde ese complicado invierno, la celebridad no ha vuelto a ocupar su corazón. En cierta forma, ha estado entretenida con la escritura de sus memorias, que le ha hecho revivir todas sus relaciones pasadas. «He llorado, he reído y he sentido por segunda vez todo lo vivido», ha confesado a ¡HOLA! sobre el proceso del libro.
Los celos de Julio Iglesias y Miguel Boyer

En las más de 300 páginas que componen las memorias, también se relatan las escenas de celos que Isabel soportó de parte de otros novios y maridos. De las cinco parejas que ha tenido en sus 74 años, tres han presentado este problema: Julio Iglesias, Miguel Boyer y Mario Vargas Llosa. Con su primer marido, los celos entorpecieron su joven e inocente matrimonio, llegando a impedirle que se divirtiera con sus amistades. «Isabel, no quiero que bailes ni con Dios», le diría el intérprete de Me olvidé de vivir. Irónicamente, su relación terminó cuando la hispanofilipina se enteró de la infidelidad del cantante. Sobre su tercer esposo, Isabel recuerda que el exministro aceptó una sesión de terapia para sanar esta actitud, aunque sin éxito.