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La bonita villa que visitan los Reyes y sus hijas en un valle escondido en el corazón de Asturias

Esta remota localidad, de algo más de 1.800 habitantes, ha sido galardonado como Pueblo Ejemplar de 2025

La bonita villa que visitan los Reyes y sus hijas en un valle escondido en el corazón de Asturias

Los Reyes y sus hijas, el año pasado, en el Pueblo Ejemplar de 2024. | Gtres

Los Reyes y sus dos hijas están en Oviedo disfrutando de los premios Princesa de Asturias. La Familia Real acudió, este jueves, al tradicional concierto en el Auditorio Príncipe de Asturias. Este viernes, además, celebrarán los galardones —que serán entregados a nombres tan conocidos como los de Serena Williams o Eduardo Mendoza—, en lo que promete que será un gala de lo más emotiva. El sábado por la tarde tanto Felipe como Letizia, Leonor y Sofía abandonarán Asturias y pondrán rumbo a Madrid, no sin antes pasar por el Pueblo Ejemplar 2025, que este año se entrega a una pequeña villa en el concejo de Siero.

Fue el pasado 2 de septiembre cuando se hizo público la localidad que se iba a llevar tal galardón. Este distingue a pueblos, aldeas o grupos humanos en Asturias que han destacado por la defensa de su patrimonio, su entorno natural, su tejido social y su compromiso comunitario. Además, como parte del premio —y como marca la tradición—, también se anunció la visita de los Reyes y sus hijas. En un primer momento hasta se apuntó que sería Leonor, en compañía de su hermana, quien iba a estrenarse en este tipo de visitas. Pero nada más lejos de la realidad.

Los Reyes y sus hijas visitan el Pueblo Ejemplar de 2025

Los Reyes en el pueblo ejemplar de 2024. | Gtres

La princesa acudirá en compañía de sus padres y de la infanta Sofía, con quienes recorrerá el bello pueblo de Valdesoto, situada en el concejo de Siero, en el Principado de Asturias, ocupa una extensión de unos 14 km², en una meseta o valle rodeado de elevaciones suaves, tramos boscosos y riachuelos que cruzan su término. El nombre «Valdesoto» deriva de la conjunción de «valle» y «soto» —monte o bosque junto a río o vega—: «Valle de soto». Desde el periodo antiguo, el territorio ha estado ocupado por núcleos rurales, con una economía vinculada al campo, la ganadería y más tarde la industria y la minería —lo cual refleja su evolución hacia la modernidad sin perder raíces tradicionales. 

En cuanto al patrimonio arquitectónico y cultural, Valdesoto cuenta con palacios, casonas, hórreos, paneras, capillas y caminos tradicionales que hablan de una comunidad muy ligada a su entorno, a sus costumbres y a la vida rural. Un ejemplo destacado es el Palacio del Marqués de Canillejas —también llamado de los Carreño— del siglo XVIII, que conserva jardín histórico de inspiración francesa. Una tradición muy visible en Valdesoto es la fiesta de Les Carroces de Valdesoto, que se celebra cada año el lunes después del segundo domingo de agosto, como colofón de las fiestas de San Félix. En esa jornada, las distintas peñas presentan carrozas que realizan paradas, representaciones teatrales y muestran costumbres rurales. La festividad fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2002.

Valdesoto, una joya escondida de Asturias

Por otro lado, en los últimos años la parroquia ha destacado por su tejido asociativo. Hay más de treinta agrupaciones culturales, deportivas, vecinales, de medio ambiente, gastronomía, etc., que han desarrollado proyectos de recuperación patrimonial —fuentes, rutas, hórreos—, de infraestructuras —con un centro de salud comunitario— y de dinamización rural. El recorrido de la princesa Leonor, sus padres y su hermana comenzará con paseos a pie por el pueblo, visitas a proyectos vecinales destacados —como las rutas recuperadas, las fuentes, el centro de salud y el patrimonio monumental—, encuentros con vecinos y asociaciones y, al final, el acto protocolario de entrega del premio, con discurso, fotografías y reconocimiento público de la labor comunitaria. 

Valdesoto es el Pueblo Ejemplar de 2025. | Turismo de Asturias

La elección de Valdesoto responde a criterios tales como: su intenso asociacionismo —unas treinta asociaciones activas—, recuperación de tradiciones —como Les Carroces, los Sidros y Les Comedies—, rehabilitación del patrimonio, puesta en valor del entorno natural y una proyección de futuro basada en la cohesión social. Para los vecinos y para el municipio de Siero, la visita real es un momento de orgullo y de visibilidad mediática que impulsa su identidad local, su economía —turismo cultural, rutas y patrimonio— y refuerza el mensaje de que las comunidades pequeñas pueden alcanzar grandes logros. Así lo han expresado los propios habitantes.

Valdesoto conserva el carácter de las parroquias tradicionales de Asturias. Está formada por una treintena de aldeas y barrios, cada uno con su identidad: Castiello, La Llomba, La Carrera, La Cuesta, El Rebollar, Faes, entre otros. Las casas, de piedra o ladrillo, se mezclan con hórreos y paneras centenarias, símbolo de la cultura campesina. La vida gira en torno al campo: los vecinos cultivan pequeñas huertas, crían ganado, elaboran sidra casera y mantienen tradiciones transmitidas durante generaciones. Aquí el tiempo tiene otro ritmo: las campanas marcan el día, las conversaciones se dan en los portales y las fiestas se preparan entre todos.

Un valioso patrimonio arquitectónico y sus grandes fiestas

Uno de los tesoros de Valdesoto es su patrimonio arquitectónico. Destaca el Palacio del Marqués de Canillejas, un conjunto señorial del siglo XVIII con capilla y un hermoso jardín de estilo francés, testimonio del pasado noble del lugar. También sobresale la iglesia parroquial de San Félix, de origen medieval pero muy transformada, y numerosas capillas rurales diseminadas por los pueblos. Por todas partes se encuentran hórreos y paneras decorados con tallas, fuentes antiguas y caminos empedrados que conectan aldeas entre prados y bosques. Es un lugar donde el patrimonio no se exhibe: se vive.

Valdesoto, en una imagen de archivo. | Turismo de Asturias

Si hay algo que define a Valdesoto es su tejido vecinal. En una parroquia de poco más de 1.800 habitantes existen más de treinta asociaciones: deportivas, culturales, gastronómicas, de mujeres, de mayores, de jóvenes, de medio ambiente, de teatro, de música, de sidra… Esa red de grupos mantiene viva la vida comunitaria durante todo el año. Organizan fiestas, talleres, rutas, concursos de fotografía, mercadillos solidarios, representaciones teatrales y acciones de voluntariado para cuidar caminos o restaurar fuentes. Gracias a ese esfuerzo conjunto, Valdesoto se ha convertido en un ejemplo de participación ciudadana en el mundo rural asturiano.

El momento culminante del año es la fiesta de Les Carroces de Valdesoto, que se celebra el lunes después del segundo domingo de agosto, dentro de las fiestas de San Félix. Durante días, los vecinos preparan con entusiasmo las carrozas: auténticas obras de arte sobre ruedas, decoradas con mimo y muchas veces con humor o mensaje social. El desfile recorre las calles acompañado de música, comparsas y charangas. Las paradas se convierten en pequeñas representaciones teatrales, con trajes tradicionales y escenas de la vida rural o de actualidad. Es una fiesta popular, ingeniosa, llena de color y orgullo local —tan importante que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2002—.

El entorno natural de Valdesoto es otro de sus encantos. Riachuelos como el de Siero o el de La Cabaña serpentean entre prados y bosques. Existen numerosas rutas de senderismo señalizadas que permiten recorrer sus montes y aldeas, pasando por fuentes, ermitas y miradores naturales. La vegetación es exuberante: castaños, abedules, robles y eucaliptos se mezclan con praderas de un verde intenso casi todo el año. El clima es suave y húmedo, típico del centro asturiano, lo que mantiene viva la sensación de frescura y pureza. En los últimos años, los vecinos han impulsado proyectos de recuperación de sendas y zonas recreativas para fomentar el turismo sostenible.

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