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La infancia de Silvia Intxaurrondo en Santurce: con esfuerzo, autoexigencia y las cosas claras

La periodista se ha visto muy influenciada por los valores que aprendió cuando era pequeña en el País Vasco

La infancia de Silvia Intxaurrondo en Santurce: con esfuerzo, autoexigencia y las cosas claras

Silvia Intxaurrondo, en una imagen de archivo. | EP

Silvia Intxaurrondo nunca olvida sus raíces. A pesar de que ahora vive un buenísimo momento económico, personal y profesional, la periodista tiene muy claro todo lo que es ahora es, en parte, por lo que sucedió en su infancia. Y es que sus padres criaron a Silvia en el País Vasco, en una familia normal y corriente, humilde, y en una localidad que, sin duda, le sigue marcando. «Tengo mucho nivel de autoexigencia porque vengo de un pueblo pequeño y humilde que ha tenido que trabajar mucho para salir adelante», confesó la periodista, en una entrevista en Vanitatis. En todos estos años, además, Silvia ha querido poner en valor la educación de sus padres, quienes la acercaron «a la oralidad» y «a la necesidad de contar historias».

Desde sus primeros años, Silvia crece en una familia de raíces humildes en el País Vasco. Aunque nació en Baracaldo (Vizcaya), su infancia está muy ligada a Santurce, un municipio costero con tradición pesquera cercano a Bilbao. Sus padres, según declaraciones de Silvia, depositaron todas sus esperanzas en su educación, enseñándole que «no podía fallar». Este entorno de esfuerzo y autoexigencia marcó sus primeros años y formó parte importante de su identidad. El pueblo de Santurce, además, se convirtió en el escenario más fundamental de su vida, con el mar cercano, el puerto, las gaviotas y marcado por una fuerte tradición pesquera.

Santurce, una localidad clave en la vida de Silvia Intxaurrondo

La localidad de Santurce. | Museo Guggenheim de Bilbao

Silvia ha señalado que este entorno le dio un sentido de pertenencia fuerte, y que mantiene regresos frecuentes allí para reconectar con sus raíces. Además, creció escuchando historias contadas por sus padres y abuelos que le transmitían valores de trabajo, perseverancia y respeto hacia los demás. Uno de los pilares más importantes de su vida fue su abuelo materno, quien le enseñó a valorar lo especial de las pequeñas cosas. Silvia ha afirmado que «sus padres lo hicieron, primero, acercándome a la oralidad y a la necesidad de contar historias…» al hablar de su formación inicial y el ambiente familiar. Esa influencia familiar parece haber sido clave en su elección profesional como periodista.

Su origen humilde, también, le llevó a asumir responsabilidades a una edad temprana y, sobre todo, a entender que el éxito no siempre está garantizado. Es más, en su familia siempre le animaron a esforzarse. Ella misma ha dicho que ser «la primera mujer de mi familia que fue a la universidad» le añadió un plus de compromiso personal. Este bagaje de infancia en Santurce, con su combinación de sencillez, raíces vascas, cultura local y proyección hacia el mundo, ha sido citado por Silvia como parte esencial de su formación personal y profesional.

Así fue su infancia en el País Vasco

Silvia Intxaurrondo junto a Marc Sala. | TVE

Aunque su carrera la ha llevado a medios de comunicación nacionales e internacionales, Silvia sigue valorando profundamente sus raíces. En más de una ocasión, ha querido recordar, como decíamos, que creció rodeada de historias familiares transmitidas por padres y abuelos, y que esos recuerdos siguen presentes en su vida cotidiana. El pueblo y su entorno marino forman parte de su memoria afectiva, y suele hablar de ellos con cariño y orgullo. Es más, regresa a su localidad de origen cada vez que puede para reconectar con sus orígenes. Y es que el paisaje, rodado de playa, bares y vida activa, son lugares que le resultan familiares y reconfortantes. Este regreso no es solo físico: también mantiene la conexión emocional con el modo de vida y los valores que allí se le inculcaron.

La vida privada de Silvia Intxaurrondo.
Silvia ha vivido siempre muy unida a sus raíces vascas. | Gtres

El sentido de pertenencia a Santurce ha marcado su carácter; la autoexigencia, la humildad y el valor del trabajo duro son rasgos que ella asocia a su infancia en este entorno. Incluso su carrera periodística, centrada en la observación del mundo y la narrativa, ha sido influida por la sensibilidad y curiosidad que desarrolló en ese pueblo. Por no hablar de la marcada educación que le dieron sus padres, quienes depositaron toda su confianza en ella. Esta expectativa inculcó en ella un alto nivel de autoexigencia que se ha traducido en disciplina, constancia y rigor en su carrera periodística. Además, crecer en un entorno humilde hizo que entendiera, a la perfección, la importancia del esfuerzo y la perseverancia.

Es por eso que, siempre que puede, viaja hasta el País Vasco, donde se reencuentra con su familia y sus amigos, quienes están muy pendientes de ella. Es más, todos estos valores, que aprendió de joven, se los está trasmitiendo a sus hijos, con quienes también viaja hasta Santurce cada vez que tiene ocasión. Es más, sus vacaciones se dividen entre el País Vasco y Túnez, de donde es su marido.

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