Mette-Marit de Noruega, acusada de obstruir la labor policial para proteger a Marius Borg
La princesa tenía conocimiento de los planes de la Policía de detener a su hijo mayor y le avisó en dos ocasiones
Los príncipes Mette-Marit y Haakon de Noruega, herederos del actual rey Harold. | | Europa Press
Mette-Marit, la mujer del próximo rey de Noruega, ha vuelto a la crónica social después de unas semanas de discreción. Ha estado apartada de la agenda institucional de la corona desde mediados de septiembre para recibir con el máximo reposo posible un tratamiento médico. La esposa de Haakon de Noruega padece desde hace años una fibrosis pulmonar crónica que le ha llevado a vivir entre su casa y el hospital en estas últimas semanas. Ya ha recuperado las obligaciones públicas y, con ello, la atención mediática. Esta vez lo que se comenta de ella es más que su vestido de gala o su complicidad con su hija Ingrid. Las últimas noticias la relacionan con la vida delictiva de Marius Borg Høiby, el hijo que tuvo antes de casarse con el heredero noruego.
El 22 de octubre se publicó en el país el libro Rayas blancas, ovejas negras –Hvite striper, sorte får en el idioma original-, una investigación periodística sobre el ambiente criminal en que se movía el hijo de la princesa. Esta obra está firmada por dos periodistas de investigación galardonados, Øistein, Monsen y Torgei Pedersen Krokfjord, que trabajan para Dagbladet, el periódico más leído del país. A lo largo de sus 286 páginas, explican la conexión directa entre el joven de 28 años y varias redes criminales conocidas. La obra destaca la negligencia sistemática de la Policía en la persecución de estos delincuentes, así como el chivatazo que se le dio a Mette-Marit en dos de las tres detenciones de su hijo.
El aviso de la Policía a Mette-Marit
La prensa local ya se había hecho eco del papel de Mette-Marit en la primera de las detenciones de Marius Borg. «Ya habíamos oído antes que ella supuestamente limpió los restos de Marius cuando fue advertida por primera vez», dice Caroline Vagle en Se og Hør. El 4 de agosto de 2024, el joven príncipe fue detenido y acusado de violencia contra su entonces novia. Los medios informaron de que, «aproximadamente media hora antes del arresto, la policía se pone en contacto con él por teléfono y le avisan de que van a arrestarlo». Pasó media hora entre la llamada y el arresto en la escuela Jansløkka. «Durante ese tiempo, la princesa heredera Mette-Marit, que vive al lado, habrá limpiado la casa de la que dispone Høiby. Más tarde, lo llevó a la escuela de Jansløkka, donde le esperaba la policía».
Ahora los periodistas han destapado qué papel jugó en la segunda de las detenciones, que ocurrió el pasado 13 de septiembre de 2024. Cuentan en el libro que, en esa ocasión, la Policía decidió no informar de antemano a Mette-Marit por el bien de la operación. «Cuando fueron a detener a Marius por segunda vez, decidieron no comunicárselo a la princesa. La policía temía que volviese a revelar sus planes», recogen. La princesa no supo nada de la operación hasta que un amigo de su hijo se puso en contacto con ella a través del teléfono de su casa. Se dice que la llamada la «enfureció». Una tercera detención, 32 imputaciones y un ingreso en rehabilitación después, el joven se enfrenta a un juicio el próximo mes de febrero. Allí se decidirá si debe cumplir los 10 años de cárcel que se le han propuesto.
La respuesta de la Casa Real al libro
Tales incriminaciones han encontrado respuesta en la Casa Real noruega. «No deseamos comentar todos los detalles ni las acusaciones de este libro. Contiene numerosas falsedades, acusaciones indocumentadas e insinuaciones, en parte provenientes de fuentes anónimas», escribe el gerente de comunicaciones, Guri Varpe, en un correo electrónico a VG. La princesa no se ha pronunciado de forma individual, guardando el silencio que se le ha recomendado desde su equipo jurídico. Llevan días analizando el manuscrito, pues se les entregó en formato .pdf el día anterior a su publicación en librerías.
La defensa de Marius Borg también ha respondido ante las acusaciones del libro, que manchan el nombre del joven a unos meses de que comience su juicio. Se ha pedido a la editorial que se cambie la portada del libro, que en un primer momento mostraba un retrato borroso del joven cubierto con varias líneas de un polvo blanco, emulando la droga que consumía. «Es improbable que este libro se venda sin la imagen de Marius en la portada. Es de un aburrimiento abrumador y contiene numerosos rumores y medias verdades», según declaran los abogados defensores de Høiby, Ellen Holager Andenæs y Petar Sekulic, en una declaración a NTB.