Sánchez sorprende en el Senado con unas gafas de Christian Dior de más de 250 euros

Pedro Sánchez se ha dirigido, a primera hora de la mañana, al Senado para comparecer en la comisión de investigación sobre los contratos, licencias, concesiones y ayudas dentro del caso Ábalos. El presidente del Gobierno ha llegado puntual a su cita y se ha sometido a las insistentes preguntas del Partido Popular, a quienes ha contestado con cierta sorna. Aparte de la cuestión política que nos atañe, ha llamado, especialmente la atención, que el líder del Ejecutivo ha lucido, por primera vez, unas gafas de ver, que se han convertido en su mejor aliado para poder leer correctamente los papeles que llevaba a la comisión y que han sido claves para dar la réplica.

Así, Sánchez ha lucido unas bonitas gafas, de forma cuadrada y con un diseño moderno, en color marrón. El modelo es el 2601 30 de Christian Dior y se pueden comprar por unos 290 euros. Que haya tenido que hacer uso de este accesorio denota que el presidente del Gobierno está teniendo ciertos problemas de visión, muy probablemente provocados por la edad. Y es que las gafas usadas para poder ver de cerca suelen deberse a un diagnóstico de presbicia, un proceso natural y progresivo del envejecimiento del ojo. Ocurre cuando el cristalino —la lente interna del ojo que enfoca las imágenes— pierde elasticidad con los años.

Pedro Sánchez estrena gafas de ver

Esto hace que el ojo no pueda enfocar con claridad los objetos cercanos —por ejemplo, letras pequeñas, pantallas o hilos al coser—. Suele empezar entre los 40 y 45 años, y se va acentuando con el tiempo. No es una enfermedad, sino una condición fisiológica normal que afecta prácticamente a todas las personas. Como decíamos, la corrección más habitual es el uso de gafas de lectura o progresivas, dependiendo de si también hay otros defectos visuales —como miopía, hipermetropía o astigmatismo—. En algunos casos, se opta por lentes de contacto multifocales o cirugía refractiva.

Su cambio físico en estos años

Lo cierto es que este diagnóstico se adaptaría a la edad que tiene Sánchez, a las largas horas que pasa comprobando y leyendo documentos y, sobre todo, al poco tiempo de descanso que tiene, como él mismo ha confesado. Sin duda alguna, su mayor cambio, en estos años, ha sido a nivel físico, algo que también ha confirmado el propio presidente del Gobierno. Junto a un grupo de periodistas, Sánchez confesó que había adelgazado, algo que se puede comprobar notablemente no solamente en su cuerpo sino, también, en su rostro. El uso de estas gafas llama especialmente la atención, ya que, hasta la fecha, no le habíamos visto usando este accesorio de forma pública.

Feijóo se operó de la vista hace un año

Quien sí lo hizo en muchas ocasiones fue Feijóo, que decidió, hace más o menos un año, pasar por quirófano para corregir su visión. El líder del Partido Popular sufrió un serio problema en la vista durante el verano de 2024: concretamente, un desprendimiento de retina. Este tipo de afección implica que la retina —la capa del ojo responsable de captar la imagen— se separa de su lugar, lo que puede afectar gravemente la visión. Tras el diagnóstico del desprendimiento, Feijóo fue intervenido en el Instituto Oftalmológico Fernández‑Vega (Oviedo). Además, el oftalmólogo le indicó la necesidad de cambiar el cristalino de ambos ojos por una «descompensación» de ese lente natural del ojo. 

Como consecuencia de esta intervención —que no se trató de un simple «cambio de look»— Feijóo dejó de llevar sus habituales gafas de montura de pasta. Él mismo aclaró que: «No es un cambio de look. Tuve un desprendimiento parcial de retina… y el oftalmólogo me indicó cambiar el cristalino». El cambio en su apariencia fue comentado como más «juvenil» ya que al no usar gafas cambió visualmente. Aunque la operación fue un éxito y recibió el alta hospitalaria, Feijóo reconoció que aún le «se hace raro» no usar sus gafas de siempre; comentó que de vez en cuando siente «la necesidad» de ponérselas por costumbre. En cuanto a su visión, la intervención tenía como objetivo restaurar la visión adecuada y prevenir complicaciones mayores. Es por eso que, actualmente, el gallego ha dejado atrás sus gafas de ver, pudiendo leer y ver fácilmente sin la ayuda de este accesorio y, de la misma forma, cumplir con sus compromisos profesionales.