The Objective
Gente

El rey Juan Carlos revela las tensiones con su hija Cristina: «Le dije que no era bienvenida»

El Emérito ha valorado en ‘Réconciliation’ el juicio a la infanta Cristina en el caso Nóos y, también, sus idas y venidas

El rey Juan Carlos revela las tensiones con su hija Cristina: «Le dije que no era bienvenida»

El rey Juan Carlos junto a la infanta Cristina. | Gtres

En sus memorias, el rey Juan Carlos ha querido repasar cada uno de los episodios más importantes de su vida. Además, el Emérito también ha resumido la relación con cada miembro de su familia. Así, por ejemplo, ha confesado que Froilán es una de las personas más importantes de su día a día en Abu Dabi, mientras que a la reina Sofía le dedica unas bonitas palabras, afirmando que siempre estará en su corazón. Para el rey Felipe, el Emérito tiene un gesto agridulce; ya que pone en valor su papel como monarca pero, también, pone el foco en varias asignaturas pendientes junto a su hijo. También, para la infanta Cristina tiene varias palabras que, sin duda, explican un poco cómo ha sido su relación en estos últimos años. En las mismas, además, aprovecha para mandarle un dardo a su hijo Felipe.

Lo primero que explica el Emérito sobre la infanta es que ambos han tenido siempre «disputas terribles», en los que se ha puesto en evidencia su carácter; algunas veces tan dispar y otras, tan convergente. Además, Juan Carlos hace un repaso a los primeros años de su vida familiar, en los que sus hijas estaban ya casadas, algo que a él siempre le hizo muy feliz. Sobre la infanta Elena, Juan Carlos explica que la relación con Marichalar «se deterioró hasta llegar a la separación». Aunque eso sí, deja claro que él nunca ha interferido en «la vida privada» de sus hijas. «Las he acompañado como cualquier padre, en sus elecciones y sus problemas», escribe, tal y como recogen en Vanity Fair.

El rey Juan Carlos y su visión sobre el caso Nóos

Mario Vargas Llosa, infanta Cristina, Juan Carlos I
Vargas Llosa, la infanta Cristina y Juan Carlos I, en París. | Gtres

Sobre la relación de Cristina y Urdangarin, el Emérito afirma que siempre fue «muy independiente». Es más, ambos formaron «una hermosa familia y tuvieron cuatro hijos a los que educaron muy bien y me llenan de orgullo y vialidad». Además, el Emérito recuerda que, durante sus primeros años de relación, el deportista puso fin a su carrera dentro del balonmano con la idea de una «reconversión profesional». Tras esto, decidió apuntarse a un máster en ESADE donde conoció a Diego Torres, su cómplice dentro del caso Nóos. Él «comprendió mejor que nadie las relaciones que mi yerno podía tener, o al menos su potencial en el ámbito de las relaciones públicas y deportivas».

En todo momento, tanto Cristina como Elena compaginaron su vida personal con la profesional. «Nos reencontrábamos para las fiestas de fin de año, los cumpleaños y algunas semanas en verano en Palma. Cada nacimiento de un niño suscitaba una inmensa felicidad. Mi esposa, a pesar de sus obligaciones oficiales, tomaba muy en serio su papel de abuela. Describo aquí una vida de familia normal, con sus costumbres, sus alegrías y, como en todas las familias, sus tensiones. Tenía yernos simpáticos que se entendían bien con todos. Acompañaban a mis hijas a los eventos oficiales. Eran apreciados por la opinión pública y se mostraban a la altura de las responsabilidades impuestas», explica el monarca. Y es que todo iba muy bien hasta que saltó el caso Nóos, que se convirtió en «un cataclismo» para el que «nadie» estaba preparado.

La infanta Cristina «no se esperaba semejante regalo de cumpleaños de su hermano»

En el juicio, el Emérito cuenta que su hija fue «lamentablemente salpicada» y, por rebote, «la Corona». Además, confirma que la condena a Urdangarin fue ejemplarizante. «La Casa Real nunca se entrometió en el procedimiento judicial. Lo repetí en mis discursos: la justicia es la misma para todos. Iñaki no se benefició de ningún trato de favor. Incluso sospecho que, por ser el yerno del rey, tuvo que pagar su falta más que los demás. Los medios se ensañaron con mi hija y su marido, las filtraciones judiciales privaron de intimidad su vida privada y fueron difamados. Jamás se beneficiaron de la presunción de inocencia. Muy al contrario», explica.

Felipe VI junto a su hermana, la infanta Cristina, en la boda de su ahijada, Victoria López-Quesada. | Gtres

La condena por el caso Nóos hizo que la infanta Cristina diera un paso atrás a la hora de acudir a las fiestas de Navidad de Zarzuela. Algo que afectó gravemente a la reina Sofía, quien «sufría enormemente por verse privada de la alegre presencia de parte de sus nietos». En 2011, el Emérito sugirió a su hija que «renunciara por iniciativa propia a su título de duquesa de Palma, concedido con motivo de su matrimonio». Es más, Juan Carlos puso especial hincapié en que era «la infanta de España» y que lo iba a seguir siendo siempre. No fue hasta 2015 cuando el rey Felipe le retiró su título. «Ella estaba dispuesta a hacerlo», apunta Juan Carlos. «Pero no se esperaba semejante regalo de cumpleaños por parte de su hermano», apostilla, lanzándole otro dardo al rey Felipe.

«Nunca dejamos de dialogar, pero ella no me apartó de mis nietos»

Juan Carlos I, además, no esconde sus rencillas con su hija Cristina, con quien confiesa que ha tenido «disputas terribles». «Pero sigue siendo mi hija. Nunca dejamos de dialogar, pero ella no me apartó de mis nietos, a quienes encuentro formidables: inteligentes, alegres, deportistas, emprendedores, solidarios, bellos», aclara, con una nueva indirecta a su único hijo varón. El día en el que el Emérito abdicó, él mismo le confesó que «no era bienvenida». «No hacía ya apariciones públicas desde el comienzo de sus desdichas. Pensé que, incluso para ese día esencial para mí y para toda la familia, valía más que mantuviera su perfil discreto. Ahora que estoy recluido en Abu Dabi, me doy cuenta de que hice bien. Hemos sabido dejar atrás nuestras diferencias y nuestros dolores para preservar nuestra relación filial. Sus visitas y las de sus hijos me llenan de alegría. Su afecto me es precioso», cuenta.

Publicidad