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El modesto barrio donde Juan del Val se crio en Madrid: «Ir al colegio me parecía algo horrible»

El polémico escritor vivió una adolescencia especialmente complicada por la que tuvo que cambiarse de instituto

El modesto barrio donde Juan del Val se crio en Madrid: «Ir al colegio me parecía algo horrible»

Juan del Val, en una imagen de archivo. | Gtres

Antes de convertirse en el polémico Juan del Val y ganar un premio Planeta, el escritor vivió en un barrio de lo más humilde de Madrid. Allí creció junto a sus padres y sus dos hermanos y tuvo siempre como referente a su progenitora, quien se encargaba de reinsertar a presos en la sociedad, lo que siempre hizo que fuera una figura a seguir para sus tres hijos. No fue buen estudiante y sus padres tuvieron que cambiarle de instituto en varias ocasiones hasta que encontró su lugar. Ahora, colabora en La Roca, en El hormiguero y se ha llevado uno de los galardones mejor valorados dentro del mundo de la literatura.

Juan del Val nació en Madrid en 1970. En un entorno de clase media en plena transformación urbana durante los años setenta. Creció en un ambiente popular, muy ligado al Madrid de los barrios obreros, donde las calles eran un espacio de juego, convivencia y aprendizaje cotidiano. En diversas entrevistas ha contado que su niñez estuvo marcada por una mezcla de libertad callejera y educación tradicional, una época en la que los niños pasaban gran parte del día en la calle y la familia era el centro de todo.

La infancia y adolescencia de Juan del Val

Juan del Val en el plató de ‘El hormiguero’. | Redes sociales

Desde muy pequeño mostró una personalidad curiosa y observadora. Era un niño inquieto, con gusto por contar historias y por observar las conversaciones de los adultos. Estudió en un colegio público de su zona, donde empezó a destacar por su capacidad para expresarse oralmente, aunque reconoce que no fue un estudiante brillante. Más bien se considera un alumno distraído, más interesado en lo que pasaba fuera del aula que dentro. En entrevistas ha comentado que en su casa no sobraba el dinero, pero tampoco faltaba lo necesario; su infancia fue sencilla, sin lujos, aunque rica en afecto y vivencias cotidianas.

Todo lo que sucedió en esos primeros años de vida se dio en La Estrella, una zona muy cercana a Moratalaz y al distrito de Retiro. Situado al este del famoso parque homónimo, se extiende entre las avenidas del Mediterráneo y de Menéndez Pelayo, y limita con Moratalaz al otro lado de la M-30. Su nombre proviene de la antigua Colonia de la Estrella, una urbanización de mediados del siglo XX que marcó el inicio de su desarrollo moderno. A lo largo de las décadas, el barrio ha pasado de ser una zona periférica de chalés y pequeños edificios a convertirse en una de las áreas residenciales más codiciadas del centro-este de la capital.

El barrio fue planificado entre los años 1950 y 1970, durante una época de expansión urbana en la que Madrid crecía hacia el este. A diferencia de otras zonas más obreras de su entorno, como Pacífico o Adelfas, La Estrella nació con un carácter más acomodado y familiar, pensado para clases medias y profesionales. Sus calles amplias, bien arboladas y su trazado ordenado le dieron una identidad particular dentro del distrito. En su configuración se mezclan edificios de altura media con zonas ajardinadas y algunos conjuntos residenciales privados con piscina o jardín comunitario, algo poco común en el centro de Madrid.

Se crio entre La Estrella, Moratalaz y Vallecas

Jun del Val iba al instituto en Moratalaz. | Gtres

Uno de los aspectos más valorados del barrio es su conectividad y ubicación privilegiada. Está atravesado por grandes vías como la Avenida del Mediterráneo y la calle Doctor Esquerdo, lo que facilita el acceso al centro y a la M-30. Además, cuenta con varias estaciones de metro cercanas —como Conde de Casal o Sainz de Baranda— y una buena red de autobuses. Su proximidad al Parque del Retiro le añade un atractivo natural y de calidad de vida, muy apreciado por las familias y profesionales que buscan una zona tranquila sin renunciar a estar cerca del corazón de Madrid.

En el plano social, La Estrella es un barrio de carácter discreto y estable, donde predominan las familias de clase media-alta, muchos de ellos profesionales liberales, funcionarios o jubilados que han vivido allí durante décadas. No es un barrio con una vida nocturna intensa, sino más bien con un ambiente vecinal sosegado, con tiendas de barrio, colegios reputados y servicios sanitarios y deportivos de primer nivel. El espíritu de comunidad sigue siendo fuerte, algo que conserva del Madrid de los años setenta. Tal y complican desde La Razón, «de niño iba a el colegio en Moratalaz y al médico en Vallecas». Como estudiante era «muy malo» y, por eso, ir al colegio le parecía «algo horrible».

Las lonjas de Moratalaz. | Ayuntamiento de Madrid

Durante varios años trabajó como peón de obra y lo único que le apetecía era «salir de ahí». Aunque, eso sí, antes le echaron de dos institutos porque «no aprobaba nada». Su entorno familiar también influyó mucho en su carácter. Juan del Val creció en una familia trabajadora, con valores tradicionales, y siempre ha mencionado que su madre tuvo un papel central en su educación. Su padre, como muchos hombres de la época, representaba la figura de autoridad, mientras que su madre era el pilar emocional. Aquella dualidad entre la disciplina y la calidez materna marcó el tono de su infancia. En su relato, el hogar familiar era modesto, con pocos metros cuadrados pero lleno de vida, conversaciones y sentido del humor, algo que él conserva y traslada a su personalidad pública.

Durante su adolescencia, todavía en Moratalaz, comenzó a sentirse atraído por el periodismo y la escritura. Le fascinaban las historias humanas, la vida cotidiana y las conversaciones en los bares del barrio, que él veía como una escuela social. Aquellos años de juventud, entre la música de los ochenta, los amigos del instituto y el ambiente urbano del Madrid posfranquista, forjaron su manera de ver el mundo. Es decir, directa, sin pretensiones y con un tono a veces provocador, que luego caracterizaría su carrera como periodista, escritor y comunicador.

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