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«¡Sofi, cógelo!»: la historia tras el anillo de la discordia que el Emérito le regaló a la reina Sofía

La reina emérita no ha lucido el anillo de compromiso, que le regaló el Emérito en 1961 en Suiza, en sus últimos actos

«¡Sofi, cógelo!»: la historia tras el anillo de la discordia que el Emérito le regaló a la reina Sofía

La reina Sofía, en su última aparición pública. | Gtres

La reina Sofía no suele pronunciarse con temas que tienen que ver con la Familia Real. La emérita siempre ha guardado un papel muy reservado, a lo que se suma que no maneja del todo bien el español. Todo esto ha hecho que podamos escucharla solamente en contadas ocasiones y que haya optado por sincerarse y hablar a través de pequeños mensajes —casi imperceptibles— que va dejando en sus apariciones públicas. Estos últimos meses, sin duda, no han sido tiempos fáciles; a la enfermedad de su hermana —quien cada vez está peor de salud— se le ha sumado la publicación de las memorias del rey Juan Carlos, en las que Sofía es una de las que mejor parada sale, pero con las que ha removido heridas del pasado.

Y es que el rey Juan Carlos no solamente ha colmado de halagos a su mujer sino que, también, ha querido rememorar algunos episodios más complicados, como su relación con Corinna Larsen, así como la larga lista de mujeres que han pasado por su vida. Todo esto ha hecho que se vuelva a hablar, de nuevo, de su matrimonio con la reina emérita, de quien vive separado, físicamente, desde que se mudó hasta Abu Dabi y de quien ha dejado buena constancia de cómo era su relación. Así, parece ser que ambos mantienen contacto telefónico y que el rey Juan Carlos anhela que su esposa pueda visitarlo en el país arábigo. Una situación que, por el momento, no se ha producido y, según el rey Juan Carlos, ha sido porque es algo que a su hijo Felipe no le gustaría.

La historia tras el anillo que la reina Sofía no lleva

La reina Sofía no luce el anillo del rey Juan Carlos. | Gtres

Así, el Emérito no solamente ha hablado de su vida y sus relaciones, sino que también ha puesto en jaque la conexión de la reina Sofía con su hijo Felipe. Por el momento, y como era de esperar, la mujer del rey Juan Carlos no se ha pronunciado sobre esta situación, pero sí que ha querido expresar sus sentimientos con pequeños detalles. Y es que, desde que se publicaran las memorias, la reina emérita ha hecho su aparición hasta en dos ocasiones —la última, este mismo jueves— y donde se ha podido echar en falta uno de sus anillos más especiales; el que le regaló el rey Juan Carlos y suele mostrar en público cada vez que puede. Tal y como ha confirmado la periodista Pilar Eyre, Sofía no ha usado este complemento en estas dos apariciones, lo que podría reflejar un cierto descontento con su marido, aunque también podría deberse a cuestiones estilísticas —algo que sería considerablemente raro—.

Pero ¿qué hay detrás de la historia de este anillo? Este se trata de una de las piezas más valiosas del joyero de la reina Sofía. Se lo regaló el rey emérito cuando le pidió matrimonio allá por 1961. La pedida se produjo en Suiza, concretamente durante una cena en el hotel Beau Rivage de Lausana. Se cuenta que Juan Carlos lanzó la cajita que contenía el anillo al aire y dijo «¡Sofi, cógelo!», y al cogerla comenzó su compromiso formal. El anillo está fabricado en oro, compuesto por un aro de oro que lleva dos rubíes redondos dispuestos lado a lado, separados por un diamante en talla baguette

Sobre cómo fue hecho el anillo se ha hablado de dos posibilidades; la materia prima del aro habría sido monedas antiguas (por ejemplo, de las que pertenecieron a Alejandro Magno) o bien provendrían de la botonadura del padre del novio (Juan Carlos) — aunque esa versión es menos verificada. El diseño se describe como «toi et moi» —es decir, dos piedras principales que simbolizan a los dos— por la unión de los rubíes. Más allá de su valor material, este anillo representa el inicio de la unión de la pareja, y Sofía lo ha lucido en momentos simbólicos. No obstante, su uso no ha sido constante: en algunos períodos no lo llevaba, lo que ha llevado a interpretaciones de mensajes simbólicos. 

La emérita se pronuncia a través de los pequeños detalles

El anillo —como se ve en la foto— está hecho de oro y forma dos piezas. | Gtres

Cuando lo lleva, se interpreta como un guiño de apoyo o de reafirmación de su vínculo con Juan Carlos I. Lo cierto es que han sido muchas las frases que el rey Juan Carlos le ha dedicado a su mujer en su libro, Réconciliation —que solamente se ha publicado en Francia y que llegará a nuestro país el próximo 3 de diciembre—. Juan Carlos se refiere a Sofía cariñosamente como «Sofi, mi reina» y afirma con sinceridad: «Nada podrá borrar nunca mis profundos sentimientos hacia mi esposa Sofi, mi reina». Además, también confirma que sigue «muy unido a mi mujer, que conserva toda mi admiración y mi afecto. No hay nadie igual a ella en mi vida y así seguirá siendo». Además, describe a la reina como «una mujer excepcional, íntegra, bondadosa, rigurosa, devota y benevolente. La encarnación de la nobleza del espíritu».

Juan Carlos destaca que aunque él y Sofía tienen personalidades diferentes —«yo soy más espontáneo, ella más metódica»—, comparten elementos fundamentales como el deber hacia la Corona, la familia y los hijos. También señala que durante más de sesenta años de vida juntos han pasado «altibajos, alegrías y penas, risas y reproches, distanciamiento y acercamiento». Sobre su legado, Juan Carlos afirma que Sofía «tendrá un lugar bien merecido en la historia contemporánea de España, como el que ocupa en mi vida: el lugar más alto». Aunque expresa profundo respeto y cariño, Juan Carlos también refleja la distancia que actualmente les separa, por su salida de España y residencia en Abu Dabi, y lamenta que Sofía no haya podido desempeñar algunos roles más personales con sus nietas, por las circunstancias.

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